Cuba ignora voces de apertura
y opta por vuelta a centralización
El
Universal. Venezuela,
15 de julio de 2004.
La Habana.- El régimen comunista cubano
ha hecho oídos sordos a las voces que demandan
una mayor apertura para relanzar la debilitada
economía de la isla y ha optado por avanzar
en el proceso de centralización.
Cuba enfrenta un año delicado desde el
punto de vista económico, agravado con
las pérdidas provocadas por la sequía
que afecta a cientos de miles de personas en el
este del país y la incertidumbre sobre
el futuro de las remesas -su principal fuente
de divisas netas- tras el endurecimiento del embargo
estadounidense, informó EFE.
Además, debe enfrentar el fantasma de
la corrupción, un mal del ''capitalismo'',
según La Habana, que está ''contaminando''
el sistema comunista y que el Gobierno de Fidel
Castro pretende atajar con nuevas medidas centralizadoras
que revierten el camino hacia la apertura que
se inició a principios de los años
90.
A partir de octubre, según la ''Gaceta
Oficial'', se limitará aún más
la iniciativa privada y no se concederán
nuevas licencias para trabajos tan dispares como
canteros, montadores de antenas, productores de
jabón, masajistas o vendedores de figuras
de yeso.
Para entonces, habrá menos risas en La
Habana porque tampoco se otorgarán nuevas
licencias para payasos, magos o animadores infantiles.
La industria turística, motor de la economía
cubana con ingresos brutos próximos a los
2.000 millones de dólares el pasado año,
ha pasado a estar bajo supervisión de Raúl
Castro, hermano del presidente, ministro de las
Fuerzas Armadas y segundo hombre en la jerarquía
del país.
Estas medidas, según diplomáticos
occidentales, constituyen un paso más en
la vuelta hacia la centralización que comenzó
a hacerse patente el pasado año, cuando
se decretó la sustitución del dólar
por el Peso Cubano Convertible (CUC) -equivalente
al dólar pero de circulación exclusiva
en la isla- en las transacciones entre empresas
estatales.
Además, se obligó a las empresas
a participar en comités de compras para
importación, se confirió al Banco
Central de Cuba potestad para aprobar adquisiciones
en dólares de las compañías
estatales y se fijó un gravamen para las
transacciones entre estos grupos.
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