Alertan sobre la situación
de cuatro disidentes 'plantados' en una cárcel
de Pinar del Río
Encuentro
en la red. Martes, 13 de julio de 2004.
Las autoridades penitenciarias niegan asistencia
médica a los presos políticos Nelson
Aguiar Ramírez y Arturo Suárez Ramos.
Yarai Reyes Marín, esposa del prisionero
político Normando Hernández González,
alertó el domingo sobre la situación
del disidente y de otros tres presos de conciencia
que llevan más de 56 días plantados
en la cárcel Kilo 5 y 1/2, de Pinar del
Río.
"El 18 de mayo del año en curso Normando
fue encerrado junto a Diosdado González
Marrero, José Daniel Ferrer García
y Leonel Grave de Peralta, en una celda tapiada
de la prisión Kilo 5 y 1/2, sin ventilación
adecuada, sin agua para beber", y sometidos
a altas temperaturas, dijo Reyes al programa radial
de la organización Agenda Cuba, según
cita el Puente Informativo Cuba-Miami.
Un oficial del centro penitenciario, "que
rehusó identificarse", dijo a Reyes
que los opositores "permanecerían
en ese hueco de castigo por 21 días más,
situación preocupante que pone en peligro
la integridad física de Normando y la de
sus tres compañeros", advirtió
la mujer.
"Plantarse" es una tradición
que siguen los disidentes cubanos desde 1964,
ante los esfuerzos sistemáticos de las
autoridades carcelarias para negarles la consideración
de prisioneros políticos y obligarles a
aceptar uniformes y reglamentos para reos comunes.
Las represalias contra estos cuatro opositores
se deben precisamente a que se niegan a convivir
con presos comunes.
El confinamiento de los presos políticos
junto a reos comunes, en ocasiones de alta peligrosidad,
es una medida de presión habitual utilizada
por los responsables de las penitenciarías
de la Isla.
Normando Hernández González y José
Daniel Ferrer García cumplen condenas de
25 años de cárcel. Diosdado González
Marrero y Leonel Grave de Peralta cumplen sentencias
de 20 años. Forman parte del grupo de 75
disidentes que el gobierno cubano envió
a prisión en abril de 2003 con penas de
hasta 28 años.
"Responsabilizamos al régimen castrista
por la salud e integridad física y emocional
de estos cuatro prisioneros políticos y
de conciencia, pedimos a la comunidad internacional
que denuncie esta situación y reclame al
régimen castrista la libertad incondicional
de estos cuatro patriotas", dijo en una nota
de prensa la organización Madres y Mujeres
Anti-Represión por Cuba (MAR por Cuba).
En el momento de su arresto, en marzo de 2003,
Hernández González dirigía
el Colegio de Periodistas Independientes de Camagüey;
Ferrer García era Coordinador del Movimiento
Cristiano Liberación y miembro del Comité
Ciudadano Gestor del Proyecto Varela en Santiago
de Cuba; González Marrero presidía
el Partido Paz, Democracia y Libertad, en Matanzas;
y Grave de Peralta era bibliotecario independiente
y miembro del Comité Ciudadano Gestor del
Proyecto Varela en Santiago de Cuba.
Niegan asistencia médica a dos presos
políticos
Las autoridades carcelarias niegan asistencia
médica a los presos políticos Nelson
Aguiar Ramírez y Arturo Suárez Ramos,
denunciaron familiares de los disidentes, según
reporta Cubanet.
Dolia Leal Francisco, esposa de Aguiar Ramírez,
dijo que el opositor ha solicitado varias veces
que lo lleven a un centro hospitalario o que lo
atienda un médico del penal, pero las autoridades
carcelarias han hecho caso omiso a sus peticiones.
Aguiar Ramírez, del Partido Ortodoxo de
Cuba, fue condenado a 13 años de cárcel
en abril de 2003. Padece cardiopatía hipertensiva,
diabetes, sacrolumbalgia crónica e hiperplasia
prostática.
Por su parte, Isabel Ramos Martínez, madre
de Suárez Ramos, denunció que, a
pesar de que su hijo sufre una constante falta
de aire y tiene serios problemas para orinar,
no ha sido atendido por ningún médico.
Ramos Martínez es una de las mujeres conocidas
como las Damas de Blanco, que cada domingo acuden
a la Iglesia habanera de Santa Rita a rogar por
la suerte de los presos políticos cubanos.
Suárez Ramos está en prisión
desde 1987. El gobierno cubano le condenó
entonces a pena de muerte por intentar secuestrar
un avión que cubría la ruta interna
La Habana-Nueva Gerona para desviarlo a Estados
Unidos.
Una fuerte campaña internacional hizo
que las autoridades cubanas cambiaran su condena
por la de 30 años de cárcel, de
los cuales ya han transcurrido 17.
En la cárcel Combinado del Este, de La
Habana, donde cumple la sentencia, se convirtió
en activo miembro del Comité Cubano Pro
Derechos Humanos (CCPDH), según la organización.
Su madre pudo visitarle por última vez
el pasado 30 de junio y dijo haberlo encontrado
muy delgado y demacrado.
Ramos Martínez afirmó
que los carceleros no permiten a su hijo salir
al aire libre. Agregó que, antes de entrar
a las visitas, ella es objeto de minuciosos registros
en los que le requisan las vitaminas y los analgésicos
que lleva para el preso.
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