SOCIEDAD
Que prendan, prendan,
el mechón
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- Cuba depende en su casi totalidad de la energía
producida por el petróleo. Y la caída
del campo socialista le privó del envío
de más de 13 millones de toneladas que
anualmente la ex URSS le enviaba.
De allá para acá muchas han sido
las medidas adoptadas para tratar de garantizar
un suministro estable del combustible necesario,
destacándose el acuerdo con Venezuela,
que le suministra al país 53,000 barriles
diarios, el 45 % de todo el que se importa, en
medio de litigios por la falta de pago por la
parte cubana.
Se ha desarrollado un plan nacional para el ahorro
de la electricidad, que en su primera etapa se
fundamentó en sustituir las lámparas
incandescentes por los llamados "bombillos
ahorradores" de poco consumo en el sector
residencial. El plan contemplaba un acomodo de
la carga eléctrica para evitar un mayor
gasto de energía en las empresas estatales
en la llamada "zona de pico eléctrico".
En las zonas rurales se incrementó la
construcción de mini hidroeléctricas
para abastecer de electricidad pequeñas
comunidades y se ha sustituido el riego tradicional,
alto consumidor de combustible, por el riego eléctrico,
más económico.
Todo este esfuerzo tiene el objetivo de disminuir
las compras de petróleo en el exterior,
más que a resolver los problemas derivados
de la falta de electricidad a la población.
el gobierno dedica más del 20 % del total
de sus importaciones a adquirir este vital líquido.
Si es cierto que tales medidas han mejorado la
situación energética nacional, no
son más que "curitas de mercuro cromo".
Aunque se encuentre en la plataforma marítima
insular una zona petrolera equivalente a la del
Lago Maracaibo en Venezuela, el gobierno mantendrá
sus medidas de ahorro de electricidad. Las termoeléctricas
continuarán generando con el llamado "crudo
nacional", alto en contenido de azufre, no
importa cuántos desperfectos y problemas
de mantenimiento pueda ocasionar, con el consecuente
aumento de las roturas y con ello el corte del
suministro.
Pero los apagones continúan. La mayoría
se deben, según declaraciones de la Empresa
Eléctrica, a "roturas en el sistema
y problemas en el acomodo de la carga". Y
como es lógico, no son planificadas. "Esto
es inaudito. Por lo menos antes, con los apagones
planificados, podíamos desconectar nuestros
equipos electrodomésticos, pero ahora uno
se va a trabajar y cuando regresa tu refrigerador
está quemado", manifestó Roberto,
un oficinista que lleva más de cuatro meses
tratando de que le reparen su refrigerador, roto
a consecuencia e los apagones, en los talleres
estatales.
"Ahora son a cualquier hora y cualquier
día", explicó Alcira, un ama
de casa del reparto Las Cañas, en el Cerro,
donde no pasa un día sin que ocurra el
corte de la corriente eléctrica de indeterminada
duración. Pero ellos ocurren en más
o menos todos los municipios de la capital y en
el interior del país son más frecuentes
y duraderos.
"Todo parece indicar que el gobierno quiere
que no nos ilusionemos, que el Período
Especial con sus apagones no ha desaparecido,
y que se mantiene como un fantasma presto a lanzarse
sobre nosotros", comentó René,
un ingeniero.
Debido a la ineficacia del gobierno para resolver
los apagones de una vez por todas, el pueblo seguirá
cantando el estribillo de una canción muy
en boga por los años setenta: "Que
prendan, prendan el mechón, que prenda,
prenda el mechón". cnet/27
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