SOCIEDAD
La internet de ETECSA
en línea con el mundo
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- Así se anuncia el mayor proveedor de
Internet de Cuba (el único). De manera
oficial, la compañía ETECSA llegó
a Cuba a mediados de los 90, y desde entonces
ha reinado en las comunicaciones del país,
incluyendo las inalámbricas y la Internet.
En principio ningún cubano natural tiene
"derecho" a acceder a la red de redes
si no está vinculado a algún centro
laboral o estudiantil que lo requiera, y esté
debidamente autorizado. Por lo tanto, eso de correo
electrónico, Chat y sitios Web son palabras
de películas de ficción para una
gran mayoría. De este modo la parte privilegiada
que accede a una de las maravillas de la Informática
lo hace de manera ilegal, comprando accesos a
la red de redes "inventados" por ciertos
webmasters que, con mucha valentía, inician
un pequeño servidor desde su centro de
trabajo u oficina, para brindar este servicio
y así incrementar su ingreso mensual.
Dichos menesteres son de extremo secreto y de
muy caro precio, y sólo se les comunica
del servicio brindado a personas de alta confianza,
pues de ser atrapados, cliente o servidor pagarían
altas penas por su atrevimiento (5 a 10 años
de cárcel).
Para acceder a estos inestables servicios debe
utilizarse un modem y una línea telefónica,
y generalmente la salida al cyber-mundo se realiza
a través de un Proxy, pero dichas conexiones
son pésimas por su precariedad.
De modo legal se puede acceder a la Internet
mediante la compra de tarjetas de acceso remoto
(Dial up) de ETECSA. En un comienzo se comercializaron
estas tarjetas, que contenían un nombre
de usuario y una contraseña, por un valor
de 15 dólares por 5 horas de conexión.
Las tarjetas tuvieron una gran demanda, y luego
llegaron al "módico" precio de
6 dólares por una hora de conexión,
y sólo pueden ser compradas por extranjeros.
Ningún cubano tiene derecho o puede comprar
este único acceso que hay a la venta de
manera legal. Si se adquiere por una tercera persona
(un extranjero amigo que se la haga llegar) recibirá
sin piedad su castigo, en algunos casos hasta
prisión o decomiso de su línea telefónica
y otras.
Lo mismo ocurre con la telefonía celular,
la cual sólo se vende a los no nacidos
en Cuba, de manera que todo cubano que posee un
celular seguramente que no está inscrito
a su nombre, aunque estos avíos son menos
buscados por las autoridades, pues no ofrecen
directamente "peligro a la seguridad y estabilidad
del estado cubano" y no influyen de manera
tan directa en la fuerte Batalla de Ideas. Igualmente,
las tarifas tienen exaltadísimos precios.
De manera que los afortunados cubanos que navegan
en la red son una pequeñísima minoría
con autorización gubernamental o de lo
contrario se juegan el pellejo. Para muchos es
simplemente la puerta de escape y comunicación
con el mundo exterior, y el único modo
de escapar de esta MATRIX que les han deparado.
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