DISIDENCIA
Comunicado de la Comisión Cubana De Derechos Humanos
y Reconciliación Nacional
La Habana, 12 de enero de 2004
En este día damos a conocer nuestra más
reciente lista parcial de prisioneros por motivos
políticos quienes, en su mayoría,
han sido condenados o procesados bajo el título
de delitos contra la seguridad del estado del
Código Penal o la Ley de Protección
de la Independencia Nacional y la Economía
de Cuba. Se incluye también un número
de casos en que se ha procesado a las personas
por alegados delitos comunes al tiempo que fueron
detenidas por el servicio de policía política
secreta o, como en muchas sentencias, por intento
de salida ilegal del país, las condenas,
por lo general muy altas, han sido dictadas por
un tribunal militar de la zona donde se encuentra
la base naval de EE.UU. en Guantánamo,
hacia cuya instalación se dirigían
los presuntos emigrantes ilegales.
Esta lista parcial se refiere al segundo semestre
de 2003, año en que tuvieron lugar las
más intensas oleadas de represión
social y política en las últimas
décadas.
DERECHOS CIVILES, POLÍTICOS Y ECONÓMICOS
El año 2003 fue muy desfavorable debido
a las sistemáticas transgresiones de los
derechos civiles, políticos y económicos,
tal y como ellos están definidos en la
Declaración Universal de DD.HH. Lo más
inquietante para nosotros es que el año
2004 pudiera ser igualmente desalentador en esos
campos, toda vez que el gobierno de Cuba no muestra
ninguna señal indicativa de que esté
dispuesto a introducir transformaciones o reformas
modernizadoras en el Código Penal u otras
leyes o regulaciones que tienen que ver con el
ejercicio de los mencionados derechos fundamentales
o con el funcionamiento de las instituciones policiales
y carcelarias.
Las transgresiones más frecuentes y sistemáticas
tienen que ver entre otras, con el ejercicio de
las libertades de reunión, asociación,
opinión, expresión, información
y difusión, prensa y movimiento interno
e internacional de las personas, así como
el derecho al debido proceso, a la protección
irrestricta ante la arbitrariedad o los abusos
de autoridad y a la preservación de la
vida privada, sin olvidar el derecho a trabajar
libremente en la agricultura, la industria, el
comercio o los servicios, sin soslayar que esto
último es bien difícil bajo una
forma totalitaria de Estado en la que el gobierno
es propietario de la casi totalidad de los sectores,
ramas y actividades de la economía nacional.
Todo ello contrasta fuertemente con la alta prioridad
que concede el Gobierno de Cuba a la ampliación
y el perfeccionamiento de los sistemas de educación
y asistencia médica básicos, que
corresponden al campo de los derechos sociales,
cuyos efectos indudablemente positivos en términos
de política interna e imagen exterior del
gobierno resultan eclipsados por la situación
descrita en materia de derechos civiles, políticos
y económicos.
Esta lista es parcial porque no incluye un número
indeterminado de casos que están fuera
de nuestro conocimiento y, en relación
con la gran cantidad de personas encarceladas
en Cuba (del orden de las veintenas de miles)
apenas constituyen una ínfima parte.
PRISIONEROS DE CONCIENCIA
El Gobierno de Cuba mantiene en las cárceles
a 84 prisioneros de conciencia adoptados por Amnistía
Internacional, lo cual representa la cifra más
alta del mundo por millón de habitantes.
En nuestra opinión, en Cuba hay más
de cien prisioneros de esa categoría que,
por definición, no deben estar en las cárceles.
Entre estos presos de opinión destacan
los casos de Raúl Rivero (sin duda el más
importante poeta cubano de su generación),
el también poeta y periodista Manuel Vázquez
Portal; los economistas Martha Beatriz Roque Cabello,
Oscar Espinosa y Arnaldo Ramos; los médicos
Oscar Elías Biscet, Marcelo Cano, José
Luis García, Luis Milán, Enrique
Silva y Manuel Pulido; los defensores de derechos
humanos Francisco Chaviano y Marcelo López
y alrededor de treinta corresponsales de prensa
no gubernamentales, incluyendo a Rivero y Vázquez
Portal, cuya libertad es demandada también
por la organización REPORTEROS SIN FRONTERAS.
PRISIONEROS DE CONCIENCIA ENFERMOS
En esta lista parcial aparecen los nombres de
una veintena de prisioneros políticos que
están seriamente enfermos y por lo menos
diez de ellos presentan un estado de salud que
es incompatible con el internamiento carcelario,
por lo cual habría que exhortar al Gobierno
de Cuba para que ponga en práctica, por
razones puramente humanitarias, lo previsto en
el Artículo 31.2 del Código Penal
y conceda una licencia extrapenal (equivalente
a prisión domiciliaria) a los presos de
conciencia Martha Beatriz Roque, Oscar Espinosa,
Roberto de Miranda, Orlando Fundora, Julio Valdés
Guevara, Osvaldo Alfonso, José Luis García,
Marcelo López, Edel José García
y Carmelo Díaz, entre otros.
PRISIONERO POLÍTICO CIEGO
Resulta especialmente preocupante la situación
del disidente ciego Juan Carlos González,
quien está en prisión desde el 4
de marzo de 2002, y hasta la fecha no le han sometido
a juicio. Por su condición de invidente,
este abogado opositor no puede representar un
peligro o amenaza física para ninguna persona
o entidad. El Lic. González Leyva, quien
preside la Fundación Cubana de DD.HH.,
es muy probable que sea el único prisionero
político ciego del planeta.
SITUACIÓN DE LOS PRISIONEROS DE CONCIENCIA
Y OTROS
Según informaciones de fuentes familiares
inmediatas, la gran mayoría de estos prisioneros,
así como el resto de la inmensa población
penal cubana, permanecen internados bajo condiciones
que violan las Reglas Mínimas de la ONU
para el Trato a Presos y Detenidos, aceptadas
por la República de Cuba e invocadas por
su gobierno en relación con el trato que
reciben los cinco militares cubanos sancionados
por los tribunales de EE.UU. debido a presuntas
actividades de inteligencia en dicho país.
Según las referidas fuentes, varios presos
de opinión han sido víctimas de
violencia física por parte de militares
que les custodian o de criminales violentos que
actúan en condiciones de total impunidad.
No tenemos dudas de que así ocurrió
en el caso de Néstor Rodríguez,
quien sufrió una grave fractura de mandíbula
y, más recientemente, Iván Hernández,
quien recibió un puñetazo en el
rostro a manos de un militar; Adolfo Fernández,
quien fue dejado sin conocimiento por un criminal
violento que funge como "responsable de disciplina"
y, hace apenas unos días, Víctor
Rolando Arroyo, quien conserva marcas en su cuerpo
como consecuencia del empleo de la fuerza por
parte de varios militares.
Por demás, la gran mayoría de los
presos cubanos, tanto políticos como comunes,
no tienen acceso a agua verdaderamente potable,
cuya contaminación muchas veces es apreciable
a simple vista, reciben alimentos insuficientes
y prácticamente incomibles, una pobre atención
médica y sobreviven bajo condiciones sanitarias
verdaderamente miasmáticas.
A pesar de ello, el Gobierno de Cuba continúa
rechazando la cooperación de la Cruz Roja
Internacional y de otras organizaciones humanitarias
especializadas que pudieran ayudarle a aliviar
la inquietante situación que prevalece
en el enorme sistema carcelario cubano.
Elizardo Sánchez Santa Cruz
Activista de Derechos Civiles
Y ex prisionero de conciencia
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