PRENSA INDEPENDIENTE
Enero 15, 2004

SOCIEDAD
Suspenso en cubanidad

LA HABANA, enero (www.cubanet.org) - Según el test de Cubanidad presentado en el último número de la revista católica "Vitral", que se edita en Pinar del Río, mis conocimientos sobre el tema están en crisis. En el ameno pasatiempo se deben contestar 311 preguntas con un margen de error máximo de 40 respuestas fallidas. Pasada esa marca se considera que el examinado no está ducho en rudimentos de cubanidad, y según el autor debe cuestionarse seriamente al respecto. Preguntas tales como ¿qué no tuvo la mujer fea? ¿Cómo se le llama al hombre que aguanta la infidelidad? ¿A qué hora mataron a Lola? o ¿de quién eran los tamalitos? se entremezclan con dichos muy comunes, como "no hay mal que dure..." y "el que no tiene de congo...." También se encuentran otras preguntas que les serían difícil de contestar a personas nacidas después de 1959, más aún si pertenecen a generaciones más cercanas a la presente. De dónde es el hombre de la casa Prado, el anuncio de los acumuladores "Los Ángeles" o las referencias a personajes como Tamakún y los Tres Villalobos, que prácticamente no existen en la memoria nacional, pertenecen a una época casi desconocida hoy.

En mi caso, sin embargo, las respuestas en las que fallé no coinciden con esas realidades lejanas en el tiempo. Así, pude contestar que Tres Patines es el que siempre va a la reja, que la esquina del pecado era San Rafael y Galiano y que el amigo de Chicharito se llamaba Sopeira. Esto lo pude lograr gracias a las innumerables horas de conversación mantenidas con mi madre. Ella llenaba todas aquellas noches sin televisión o de largas caminatas nocturnas para llegar a nuestro hogar con una amena charla donde me descubría hechos recogidos en su memoria, donde aparecían estampas transmitidas por sus mayores o los recuerdos de su niñez, las cosas de la familia, nombres de personas ya desaparecidas, hechos históricos de los que nos hablan en las escuelas, pero vistos desde su punto de vista más personal y aquellas historias que no reúnen los requisitos suficientes para ser dignos de aparecer en los libros de estudios, pero que indudablemente pertenecen al acontecer de la vida nacional. Los sucesos de Orfila, el ciclón del 44, el caso de Cristina, el hombre que cambió de sexo mediante una operación quirúrgica, hicieron noticia un día y de alguna manera se insertaron en la conciencia del pueblo.

Pertenecen también a la herencia de la nacionalidad los comercios ya desaparecidos, los productos que ofertaban y los hacían célebres, las múltiples propagandas. Personajes que reflejaron el tiempo que les tocó vivir o que influyeron en los gustos y costumbres de sus contemporáneos también son forjadores de la nacionalidad. En este grupo se destacan los artistas cubanos ya desaparecidos que dieron vida a Tres Patines, Chicharito y Sopeira, el Negrito y el Gallego, y tantos más que dieron gloria al humor criollo.

Eso es precisamente lo que le va faltando a esta generación de cubanos. La memoria transmitida en el seno familiar de aquellos eventos, no importa lo insignificante y grotesco que puedan parecer, pero que forman parte de nuestras raíces. El desastre del Morro Castle o el naufragio del Barbaneda son del conocimiento de mi hijo, porque su abuela le cantaba las canciones compuestas a la luz de esos sucesos trágicos que un día hicieron noticia en Cuba. Y el conocimiento de ese suceso trae por consecuencia hablar de otros parecidos o relacionados de alguna manera con la época en que se produjeron.

La Bayamesa y El Mambí fueron canciones que escuché por primera vez en labios de mi madre y por ellas supe de los acontecimientos relacionados con las guerras de independencia. Esto antes de ir a la escuela. Es la memoria nacional que se transmite de manera sencilla, pero efectiva, a través de la tradición oral. Desgraciadamente, vivimos en un tiempo donde la televisión, los videos, los juegos electrónicos y la vida agitada y llena de preocupaciones por resolver los problemas de cada día, o bien no permiten este diálogo formativo o se convierten en una barrera que imposibilita este encuentro necesario entre distintas generaciones de cubanos, donde el legado del pasado no muera con los más viejos.

Esta realidad se ha venido agudizando. No es extraño que alguien no sepa responder que Cuba se conoce como la Perla de las Antillas, o quién es el autor de "Siboney", incluso ni siquiera el nombre de aquél que ideó la bandera cubana, o los hechos que acompañaron la composición de nuestro himno nacional.

Y es triste. Porque con el olvido se va borrando toda la saga de episodios que se unen y que hilvanados van configurando las hermosas páginas del libro de la Patria. Dentro de ella somos personajes que vamos apareciendo según pasan las páginas. La trama es sólo una. Cambian las escenas y los paisajes. Pero la historia reciente se explica con la pasada.

Por suerte, se aprecia en las revistas editadas por la Iglesia Católica cubana una preocupación por recuperar el pasado y la memoria de Cuba. Son ejemplos la galería de cubanos insignes que cada mes la Dra. Perla Cartaya nos regala en "Palabra Nueva", los análisis de acontecimientos de nuestra historia en "Espacios" o la recreación escrita que desde "Vitral" refleja la vida que animó en tiempos pasados a la ciudad de Pinar del Río a través de su arquitectura, comercios y ciudadanos.

Quizás para algunos esta entrega de la osada revista pinareña sea algo inconsecuente y ajeno a los objetivos de la publicación. Pueden parecer vacuas algunas "vulgaridades" recogidas en el test. También pueden sugerir que faltan otras cuestiones más importantes para medir nuestro nivel de cubanidad. Dichos populares, palabras de poco gusto, personajes de poco lustre como un proxeneta o un loco popular, los comercios que llenaban la ciudad de nuestros padres y abuelos, aquellos juegos inocentes que no se pueden comparar con lo que hoy vemos, sucesos donde la política, la historia y la crónica roja se hacen presentes, todo ello conforma el cambiante escenario donde ayer se movieron nuestros antepasados y que ahora ocupamos nosotros.

Todo y todos conformamos Cuba. No sé quién ideó este magnífico juego, que aparece precisamente detrás de un breve pero rico artículo titulado "Carnet de Identidad", de la autoría de ese magnífico poeta y periodista que es Raúl Rivero. Lo cierto es que ya está en manos de otros familiares, en la Patria y fuera de ella. Me han confesado que se han divertido mucho haciéndolo. Unos han perdido, al no poder contestar muchos de los acertijos, otros se ufanan de tener un mayor average cognocitivo de lo "nacional". Pero realmente todos hemos ganado con esta página 24 de Vitral de octubre del 2003. cnet/43



Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente
.

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:

Palabras claves:

CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster
\