REPRESION
Más limitaciones a los cubanos para acceder a
Internet
LA HABANA, 14 de enero (www.cubanet.org)
- Los internautas no autorizados por el gobierno
cubano no podrán utilizar más el
servicio telefónico para acceder a Internet,
pues corren el riesgo de que les suspendan el
servicio telefónico.
La noticia llegó del exterior, cuando
todavía los medios nacionales nada habían
publicado. La población nunca ha tenido
acceso a la web y el servicio telefónico
es selectivo, pero los pocos "usuarios ilegales"
de la red se sienten desconsolados.
Durante decenas de años en Cuba no se
instalaron teléfonos a la población,
salvo a personalidades del gobierno, del Partido
Comunista o a funcionarios cuyas responsabilidades
justificaran la necesidad de este medio de comunicación.
También a extranjeros que hicieron sus
contratos telefónicos en moneda convertible.
Son los mismos parámetros que rigen en
Cuba las conexiones particulares a Internet.
La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA)
inició recientemente la ampliación
residencial del servicio telefónico. El
equipo se instala prioritariamente a personas
que por su actividad laboral lo necesiten (salud
pública, educación, militares),
pero la asignación definitiva depende del
dictamen de una comisión, encabezada por
el Comité de Defensa de la Revolución
de la cuadra, que evalúa los méritos
del solicitante en el área donde reside,
y "si no participa en las tareas del comité
no hay teléfono".
Generalmente es la misma comisión que
decide quién debe y quién no debe
tener un televisor Panda. Alguien les ha llamado
"comisiones de la discordia".
A pesar de que las expectativas por el acceso
a Internet son muy limitadas, alguna ama de casa
se lamenta porque ya su hija no podrá sacarle
su horóscopo del portal Cuba sí,
o porque ya no tendrá la letra del año
(predicción que la Asociación Yoruba
y la Comisión Organizadora de la Letra
del Año dan a conocer al inicio de año).
Otra -aún sin saber el significado de
Internet- se alarmó este amanecer, porque
su hijo, que trabajaba "por la izquierda"
en una firma extranjera, adquirió una computadora
"con documentos", y se conectaba a Internet.
El hombre se casó con una mexicana y se
fue definitivamente del país -antes vendió
la computadora. Pero la mujer teme que "se
descubra que Fermincito tenía Internet
y me quieran quitar el teléfono que está
en mi casa desde 1954".
Así se vive en Cuba, racionado y con temor.
Mi madrina, una guajira pinareña, dirá
que "como jorobao en prensa".
Un joven al que todos llaman "el Rubio",
y que es habitual en la cola para pagar el teléfono
en la zona postal de Santos Suárez, recibe
una remesa de su familia que vive en los Estados
Unidos, lo que le permite adquirir tarjetas en
divisas con las que accede al correo electrónico
en los lugares donde hay este servicio. "Si
de verdad permitieran a los cubanos el acceso
a Internet desde la casa, aunque lo paguemos en
divisas, eso se parecería a la libertad,
por eso no creo que lo admiten", comentó.
Otro señaló: "Sin control
no hay totalitarismo".
Por única vez en la cola para pagar el
teléfono no se habló de comida,
aunque sí del racionamiento -sin libreta-
de la comunicación y la información,
que conllevará, seguramente, mayor hostigamiento
y represión contra la población.
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