Reflexión
del Consejo Diocesano de Laicos de Pinar del Río
Vitral,
Pinar del Río. Reproducido por Cuba
Católica.
El documento que les presentamos es el fruto
de la reflexión del Consejo Diocesano de
Laicos de la diócesis de Pinar del Río,
reunidos en Asamblea el pasado 1 de Noviembre
del 2003, sobre el tema La unidad en la diversidad
en la Iglesia y en la sociedad animado por el
P. Ramón Rivas, s.j. Esta reflexión
se extendió a varias comunidades de la
diócesis como fueron: Candelaria, La Loma
del Brujo, Bahía Honda, San Cristóbal,
Viñales y La Palma.
Aquí les presentamos la opinión
de estos laicos pinareños sobre el tema
respondiendo las preguntas:
1- Mi modo (nuestro modo) habitual de vivir
la fe es de talante comunitario o individualista?
2- Son nuestras comunidades cristianas espacios
que afectiva y efectivamente propician y fomentan
el dialogo y el respeto a la diversidad? Por qué?
3- Cuáles pudieran ser aquí y
ahora las fortalezas, debilidades y oportunidades
para la unidad en la diversidad en:
a-) el ámbito eclesial b-) el ámbito
social.
Modo de vivir la fe ¿de talante comunitario
o individualista?
El modo de vivir la fe tiene que ver con el modelo
de iglesia que se tiene, la mística y la
espiritualidad con que se asume la vida y el compromiso.
En ocasiones se vive una fe intimista, individualista,
se separa la relación con Dios de la comunión
con los hermanos. Con frecuencia incluso los mas
comprometidos viven su compromiso en los grupos,
proyectos o comisiones con escasa relación
con la comunidad y se comportan como islas.
Faltan vínculos de amistad entre los
miembros de la comunidad. La participación
comunitaria se queda a nivel del templo y sin
una proyección social.
Actualmente hay comunidades y grupos en que
se vive una fe de talante más comunitario
manifestado en la búsqueda de un mayor
espíritu de integración, la toma
de decisiones compartidas, la promoción
de proyectos sociales
Diálogo y diversidad en las comunidades
cristianas
Nuestra sociedad ha favorecido el miedo a la
diversidad y al diálogo y esto se prolonga
al interior de la Iglesia.
Hay una tendencia a que nuestras comunidades
no sean espacios que propicien y fomenten afectiva
y efectivamente el diálogo y el respeto
a la diversidad, lo que se manifiesta por la falta
de transparencia y no siempre se desarrolla la
subjetividad, la riqueza que hay en cada persona,
lo que nos llevaría a no fomentar la diversidad.
No se respeta la diversidad, no se reconoce
que la diversidad es algo bueno y nos prejuiciamos
ante lo diferente, no nos abrimos al diálogo
con otras instituciones sociales u otras denominaciones
cristianas.
Hay comunidades en que se fomentan en ocasiones
espacios de diálogo y el respeto por la
diversidad, donde se favorece la comunicación,
se escuchan los criterios diversos con respeto,
hay participación en la toma de decisiones
y responsabilidades compartidas, se procura dar
apoyo a todos pero aún nos falta mucho
por hacer.
Fortalezas, debilidades y oportunidades con respecto
a la unidad en la diversidad
Fortalezas:
-Las dificultades sociales que vivimos nos han
permitido darnos cuenta que ha fracasado el modelo
oficial de hombre y sociedad y se han perdido
las esperanzas.
- Existe cierto acceso a otras fuentes de información
no oficiales, lo que nos ha permitido mantenernos
mejor informados.
- Existen espacios reflexivos en nuestras comunidades
donde se experimenta un diálogo sano y
pluralista como método de solución
de los problemas.
- La existencia de espacios de formación
humana y cristiana para los laicos.
-El funcionamiento de proyectos comunitarios
de pastoral social de ayuda a necesitados, catequesis
en los barrios y en el campo que se ejecutan con
buena participación y responsabilidad de
todos.
-Defensa al respeto de la libertad religiosa.
-Los espacios en las comunidades donde se comparte,
vive la solidaridad y la caridad.
-La fe, el testimonio y el compromiso de los
laicos.
- La credibilidad de la iglesia en la sociedad.
- Han aparecido en la sociedad espacios, grupos,
proyectos alternativos donde se respeta y fomenta
la diversidad.
-Naturalidad y madurez con que un sector dentro
de la iglesia aborda temas políticos y
sociales que antes se consideraban tabúes.
- Se notan mayores expresiones populares de libertad
en los diferentes ambientes sociales y una pérdida
del miedo. Se está pasando de la queja
a la reflexión sobre las causas de los
problemas que vivimos.
- Hay una creatividad manifiesta a nivel popular
ante las dificultades crecientes. Se nota un resurgimiento
del mercado subterráneo.
Debilidades
- Pérdida de la autoestima. Hay una pérdida
del sentido de la vida y una gran despersonalización.
- Falta de coherencia entre fe-vida
- Nos falta una mística y espiritualidad
auténticas. No siempre se aprovechan los
carismas personales.
- En ocasiones se vive la fe de forma aislada,
individualista o en pequeños grupos.
- Con frecuencia se vive el compromiso cristiano
como un activismo.
- Muchas veces no estamos abiertos ni tenemos
disposición para dialogar con personas
que piensan diferente.
- Con frecuencia falta comunicación interpersonal
y comunitaria o grupal.
- Hay poca participación en los espacios
de formación comunitaria.
-Mentalidad cerrada, prejuicios, aferrarse a
esquemas, reglamentos, en nosotros y mayor tendencia
a la cerrazón en las estructuras oficiales.
- Desconocimiento de la misión social
de la iglesia y se limita su acción social
por parte del estado.
- Faltan auténticos espacios de participación.
- Miedo e irresponsabilidad para asumir los retos
individuales y sociales. Dejarse arrastrar por
el ambiente
- Doble moral.
- Falta de confianza en que los cambios sociales
se producen a partir de cambios personales y familiares.
- Uso de la fuerza como método para reprimir
manifestaciones de libertad y diversidad.
- Desánimo.
- Desarraigo.
- Consumismo.
- La escasez de sacerdotes, religiosas y laicos
comprometidos para animar las múltiples
comunidades en los barrios.
Oportunidades
- Presencia y acogida de la Iglesia en los barrios
y en la sociedad.
- Búsqueda por parte de muchas personas
de una auténtica religiosidad y espiritualidad,
La necesidad de Dios que tiene mucha gente.
- Participación de las personas de religiosidad
popular en las celebraciones eclesiales significativas.
- La labor de promoción humana realizada
por la Iglesia.
- Espacios abiertos por la Iglesia donde se ejercita
el diálogo.
- Acogida a personas de otras denominaciones
cristianas.
- Cursos de formación y espacios que brinda
la iglesia.
- Existencia de las publicaciones católicas.
- Hastío y cansancio ante todo lo que
se vive y lo que viene impuesto de arriba o afuera.
Rechazo a todo modelo establecido. Lo que constituye
una oportunidad para presentar modelos alternativos
En estas reflexiones constatamos una gran diversidad
de opiniones lo que reconocemos como una riqueza
dentro de nuestra Iglesia Diocesana y dentro del
laicado pinareño. Esto es un fiel reflejo
de la herencia recibida de tantos laicos que nos
han antecedido y que durante estos cien años
de quehacer por estas tierras han enriquecido
a esta porción de la Iglesia cubana. Aceptar
y promover dentro de la iglesia la diversidad
va ser siempre un reto. El impulso renovador de
los más jóvenes es un signo de fortaleza.
Pidamos a San Rosendo y a nuestra Madre de la
Caridad que nos anime en este proyecto.
Laicos pinareños
Candelaria, 3 de Enero del 2004.
Vitral es la revista del Centro de Formación
Cívica y Religiosa de la Diócesis
de Pinar del Río.
|