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Turismo
de aquí y allá
El
País, Uruguay,
6 de enero de 2004.
En momentos que Fidel Castro celebra sus 45 años
en el poder, se hacen múltiples consideraciones
sobre su tiranía, sobre los disidentes
que mantiene presos, sus mentiras, sus traiciones.
Eso está muy bien. Pero hay más:
en estos instantes también hay quienes
destacan como un éxito de la dictadura
comunista, el movimiento turístico logrado
en Cuba.
Como Uruguay está en plena temporada turística,
vale la pena pasar revista al éxito cubano
frente a la realidad nacional. Porque en verano
(o en invierno), los uruguayos pueden desplazarse
a donde quieran, pueden trabajar en el turismo
o gozar del mismo, pueden tomar sol o bien optar
por las serranías... En fin, pueden hacer
lo que les plazca.
Entretanto, en la Cuba de hoy, los cubanos tienen
amplios sectores de playas que les están
vedados. En realidad, tienen barrios enteros a
los que no pueden acceder, pues están reservados
al turismo extranjero. Salvo, claro está,
que vayan a trabajar bajo control del gobierno
en esas áreas especiales. O si van, también
bajo supervisión estatal, a ejercer la
prostitución.
Son cosas que ocurren aquí y allá.
Cosas de la democracia y de la dictadura. Cosas
que vale la pena advertir en medio de la actual
temporada de turismo.
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