CULTURA
Santiago y su cultura en el año 2003
LA HABANA, enero (www.cubanet.org)
- La pobre difusión que reciben a nivel
nacional los eventos culturales realizados en
Santiago de Cuba no permite apreciar el despegue
y consolidación de proyectos que, pese
a producirse muy lejos de los circuitos rectores
de la cultura en la Isla, son una muestra de la
tenacidad y el talento de los creadores de ese
territorio oriental.
Víctimas del peyorativo término
provinciano por todo lo que implica este concepto
en cuanto a recursos, posibilidades, promociones,
entre otros aspectos para el desarrollo de la
cultura en Cuba, los creadores santiagueros sacan
fuerza de sus tradiciones y deseos de hacer para
dejar bien claro que no son segundos de nadie,
aunque las respectivas sedes de sus organizaciones
estén ubicadas en el Vedado capitalino.
La categoría de Obra Maestra del Patrimonio
Oral e Inmaterial de la Humanidad, otorgada por
la UNESCO a la tumba francesa "La Caridad
de Oriente" por entrelazar en la cultura
popular los valores culturales africanos, dahomeyanos
y franceses, acrisolados en un sólido haz
de música, danza y arte culinario, es una
señal significativa de que la autenticidad
nacional rebasa las regiones para escribir Cuba
en el universo.
Asimismo, la diversidad de eventos celebrados
en los nueve municipios de la provincia, abarcadores
de todas las manifestaciones del arte, demuestran
el empuje de unos creadores que hacen cultura
pese a no figurar en las secciones culturales
de los semanarios Granma y Juventud Rebelde, en
las portadas de los plegables Arte Cubano o Dédalo
ni en las marquesinas de los teatros Mella o Nacional,
y mucho menos en los programas del Museo Nacional
de Bellas Artes o el Auditórium Amadeo
Roldán.
No obstante, siguen recuperando espacios, como
las salas de teatro Van Troi y Macubá,
cerradas al público por más de un
año; obtienen premios a todos los niveles
a través del Cabildo Teatral Santiago,
el grupo Dos Manos, Calibán Teatro, el
Guiñol Santiago y otros colectivos, acreedores
de la sede del acto nacional de los trabajadores
del sector, sin que apenas los conozca nadie.
Además, se consolidan festivales internacionales
como los de Coros, el Bienal de la Oralidad, el
de pintura naive, y se convocó por primera
vez en este año el primer Coloquio Internacional
Heredia: Poesía, Identidad, Independencia
y Nacionalidad, por el bicentenario del nacimiento
del poeta.
Con carácter nacional se afianzaron el
Máscara de Caoba, en teatro; el de pintura
Mural Internos, el simposium etnográfico
Africana en el Caribe, el de Orquestas Charangas,
y vio la luz el Primer Coloquio José Soler
Puig: Memoria y Palabra, en homenaje al autor
de Bertillón 166, El pan dormido, El caserón,
por sólo citar las más significativas
obras del escritor santiaguero.
También el año que culminó
trajo un despegue y mayor organización
de la cultura comunitaria, el Ballet Provincial
retomó el camino perdido por el éxodo
de sus artis, la Vieja Trova Santiaguera recorrió
el mundo y se abrieron las puertas de la crítica
en la risa, a través del Primer Encuentro
del Humor Oriental, denominado "Con cascabeles
en la punta".
Como colofón a tantos proyectos culturales
que pese a la falta de una adecuada promoción
se enraízan entre los pobladores de Santiago
de Cuba y el mundo -no en el resto de la Isla-
se le otorgó a Electo Silva, director del
Orfeón Santiago, la distinción Utilidad
de la Virtud por su entrega de más de cuatro
décadas a la enseñanza artística
y al rescate y difusión de lo más
autóctono de la cubana en la esfera musical.
El sector cultural de Santiago de Cuba, aunque
sigue siendo una incógnita para la mayoría
de los cubanos amantes del arte y la literatura
nacionales, ya constituye un reto para quienes,
obviando sus compromisos promocionales, venden
sus servicios al mejor postor o niegan el espacio
merecido a los que no radican en la capital del
país. cnet/09
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