PRENSA INTERNACIONAL
Enero 2, 2004

NOTICIAS DE CUBA
El Nuevo Herald

El saldo de 45 años de la revolución cubana

Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. Enero 1, 2003.

La revolución que llevó al poder a Fidel Castro arriba hoy a sus 45 años de existencia en medio de enconados debates sobre sus proclamadas conquistas sociales, su trascendencia histórica y su legado para el futuro de Cuba.

En Cuba, el gobierno celebrará la efemérides con un festejo popular que incluye espectáculos artísticos y conciertos en La Habana y los 169 municipios de la isla.

Según la propaganda oficial, Cuba tiene mucho que celebrar en un año signado por ''la lucha contra el bloqueo de Estados Unidos y por lograr una cultura general integral'', y cuando puede exhibir un crecimiento económico del 2.6 por ciento, superior al que registrará América Latina en el período.

Pero para la disidencia interna y la mayoría de los exiliados, el arribo del régimen castrista a su aniversario 45 no ofrece ningún motivo para festejar en un año particularmente cargado de represión y penurias para la población.

Dieciséis personalidades de diferentes ejecutorias, en el movimiento opositor y en la diáspora, ofrecen a El Nuevo Herald sus opiniones sobre este acontecimiento, respondiendo a la pregunta: ¿Cuál es para usted el saldo de 45 años de revolución en Cuba?

Guillermo Cabrera Infante, escritor, Premio Cervantes de Literatura: Ha sido una era de sangre, sudor y lágrimas. Ellos se han robado la patria y le han dado a los cubanos la muerte.

Huber Matos, ex comandante de la revolución, presidente de Cuba Independiente y Democrática: La revolución cubana fue una gran esperanza y una oportunidad magnífica para que nuestra república consolidara su institucionalidad democrática, independencia y soberanía. Lamentablemente, Fidel Castro, movido por su ego insaciable, usó su enorme influencia sobre la población, la mentira, el terror y la complicidad de algunos socios del liderazgo revolucionario, para prostituir el proceso, transformando la república en feudo suyo. A la luz de 45 años de ejercicio del poder castrista, la revolución cubana es el fraude más inmoral y costoso que haya tenido que sufrir pueblo alguno en tierras de América.

Carlos Franqui, escritor, ex director del diario Revolución: Cuba es una ruina material, económica, industrial, comercial, agrícola, social, cultural, moral y humana: la tragedia incluye un millón de presos y castigados, decenas de miles de fusilados y desaparecidos, dos millones de desterrados, más de un millón de desempleados... Cuba se ha aldeanizado. Las tres verdades castristas de ''empleo, salud y educación'' son tres mentiras; la ración alimenticia es menor que la de los esclavos; escasean la electricidad, la ropa y los zapatos; las casas se derrumban, pululan la corrupción, el robo, la mentira, la vagancia, la violencia, el crimen, el privilegio y la discriminación. Medio millón de cubanos fueron enviados a guerras en 15 paísesa hacer guerrillas, terrorismo o narcotráfico. Once millones quieren escapar del "paraíso castrista''.

Mario Chanes de Armas, asaltante del Cuartel Moncada, expedicionario del yate Granma, cumplió 30 años como prisionero político: La revolución se hizo para combatir una dictadura, pero sus ideales fueron apuñalados desde el comienzo por Fidel Castro, que desde el poder empezó a pisotear los derechos constitucionales que prometió defender. Lo peor es la cárcel, el dolor y la división de las familias.

Max Lesnik, director de Radio-Miami y dirigente de Alianza Martiana: Juzgar en 45 segundos de lectura un proceso de 45 años de historia será como pretender reducir un bosque a un simple palillo de dientes. La Revolución Cubana, como todo cambio social trascendente, que se realiza frente un vecino poderoso que se le opone --Martí le llamó el Norte revuelto y brutal que nos desprecia-- tiene momentos de grandeza y episodios de excesos y mezquindades. Instantes gloriosos y momentos penosos. Cuando se cierre el proceso de confrontación entre Estados Unidos y Cuba, entonces, y sólo entonces, será el momento en que veremos la luz de un sol en el que hoy algunos sólo ven las manchas.

Vladimiro Roca, hijo del fallecido líder comunista Blas Roca y líder de la coalición disidente Todos Unidos: El proceso revolucionario ha sido una catástrofe, una decepción perpetua y una estafa colosal. Estamos en el capítulo final de una telenovela en tiempo real, donde al director en jefe le quedan sólo dos opciones: hacer los cambios, aunque sólo sea una reforma económica, o utilizar la fuerza y la represión para mantenerse en el poder en medio de este desastre.

Claudia Márquez, periodista, vicepresidenta de la Sociedad de Periodistas Márquez Sterling, editora de la revista independiente De Cuba: Tengo 26 años, por lo que nací en la mitad del proceso, escuchando la propaganda del presente y las promesas de futuro. Pero nunca he logrado sentirme libre en mi propio país. Percibo la nostalgia de los que están fuera del país, pero aquí también muchos cubanos nos sentimos exiliados en nuestro propio país, extraños, reprimidos por el simple hecho de pensar diferente al gobierno. Sueño con el momento de sentir, por primera vez, la libertad.

Rafael Rojas, ensayista, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de México: Una economía precaria y dependiente. Un mercado desabastecido y raquítico. Una sociedad más integrada, pero menos libre. Un Estado más equitativo, pero menos legal. Un gobierno más personalizado y menos distribuido. Una cultura viva, nueva, diferente y controlada. Una política menos representativa, menos cívica, más autoritaria y tan corrupta. Un país que es símbolo antiamericano y realidad latinoamericana. Una nación, más que dividida, fragmentada entre la isla y el exilio.

Marifeli Pérez-Stable, profesora de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), autora de La Revolución cubana: origen, desarrollo y legado: Cabría sacar el saldo político. Prefiero, sin embargo, sacar otro: el de nuestros sentimientos. Aquel 1ro de enero fue recibido por un júbilo nacional casi sin precedentes y digo casi porque --Enmienda Platt aparte-- la fundación de la república suscitó una alegría parecida. En ambas ocasiones, la inmensa mayoría depositó sus esperanzas en la nueva Cuba que nacía y, al verlas frustradas, la rabia --con razón-- primó. Hoy no es así. Cada día son más los cubanos que sanamos nuestras heridas, abrazamos a nuestros familiares del bando opuesto y nos reconciliamos con nosotros mismos. Por no temerle a la luz ni a la generosidad, somos la peor pesadilla de un régimen que necesita del odio y sobrevive por la oscuridad. Andamos por nuevos caminos hacia un nuevo júbilo nacional.

Carlos de la Cruz, empresario, presidente de Eagle Brands: ¿Cómo es posible que en el siglo XXI siga existiendo la dictadura de Fidel Castro en Cuba? La miopía deliberada de los organismos internacionales como Naciones Unidas en virtud de proteger la soberanía de los países y sobreponer los intereses mercantiles sacrificando los Derechos Humanos y de bienestar del pueblo, ha permitido que aún después de la caída de la Unión Soviética, Fidel Castro continúe en el poder. El saldo de la revolución cubana es el descalabro de un país que ha pasado de segundo entre los de mayor ingreso per cápita en el hemisferio a uno de los últimos. Desgraciadamente esta miseria y la falta de libertad han llevado a nuestro pueblo a anhelar irse de su patria.

Guillermo Alvarez Guedes, humorista: Aprender que uno quiere a su patria. Reconocer que es muy triste no tenerla. He vivido 43 años de exilio añorando a mi patria por culpa de una revolución atrofiada que nos lastimó a todos. Uno de los seres más desgraciados de este mundo es aquel que no tiene patria. Aunque sea una mierda lo que quede. Parafraseando un exergo conocido, Cuba es un país que no existe; yo nací allí.

Willy Chirino, cantautor: La revolución cubana ha conseguido todo lo opuesto a lo que se propuso. ¿Reforma agraria? ¿Erradicar el racismo y la prostitución? ¿Educación y salud? Tengo que decir que yo, un guajirito pinareño, salí de Cuba con segundo año de bachillerato sin haber pagado un centavo por educarme, y que cuando llegué a Estados Unidos mis conocimientos estaban muy por encima de los estudiantes de mi nivel aquí. No obstante, no hay adelanto que valga a cambio de la opresión de un pueblo. Lo que nos deja esta revolución es una larga noche de divisiones familiares, dolor, hambruna, degeneración y muerte.

Gisela Delgado, directora del Proyecto de Bibliotecas Independientes de Cuba (PBIC) y esposa del disidente Héctor Palacios, condenado a 25 años: Han sido 45 años de violaciones de derechos humanos. Los bastiones de salud y educación se han desmoronado: no hay medicamentos en los hospitales y faltan los profesores en las escuelas. El sistema socialista se ha convertido en una angustia para el pueblo cubano. Los derechos son todos o no lo son: la medicina y la educación gratuitas no pueden excluir la libertad de expresión.

Alcibiades Hidalgo, ex embajador de Cuba ante Naciones Unidas: Cuarenta y cinco años después, mi saldo es el de los sueños robados. A todos los cubanos Fidel Castro nos ha robado algo. A mi generación, que creció en la isla y abrazó todas las promesas, la privó de su identidad y de su autodeterminación. Las hermosas ideas de libertad e igualdad (nunca habló de fraternidad) resultaron falsificadas, apenas una coartada hacia un poder delirante, dueño y señor de almas y haciendas, que ha convertido a Cuba en un penoso anacronismo político. Para la reconstrucción de la nación, hay que meditar también en cómo educar a los jóvenes cubanos para que sus sueños sigan siendo imprescindibles y legítimos.

Blanca Reyes, esposa del poeta Raúl Rivero, condenado a 20 años: Tenía 11 años cuando triunfó la revolución. Entonces amé y seguí a un rey mago barbudo de 33 años, que ha terminado como un caprichoso, viejo dictador. Viví obnubilada hasta cierto día de 1980, cuando, parada en Galiano y Neptuno, comencé a descubrir una Habana destruida. Lamento haber entregado mi juventud y mi vida a algo que no valía la pena..

Nicolás Quintana, arquitecto: Cuba se halla sumergida en un submundo kafkiano que parece no tener fondo ni horizonte. Pero, confiando en el instinto y aplicando algo de lógica criolla, siento que el cubano le está ganando la partida al totalitarismo al poder valorar ahora en su verdadera dimensión todo lo perdido. Cuba y el talento de sus cubanos, los de adentro y los de afuera, habitan en una caja de PandoraCreo en el cubano y en una Cuba democrática futura, que rechazará toda dependencia --una Cuba distinta muy evolucionaria y nada revolucionaria que será un paradigma para toda la América Latina. Dios y los cubanos quieran que sea así.

Suspenden importación de ganado de EEUU

Rui Ferreira, El Nuevo Herald. Dec. 31, 2003.

La Habana suspendió la importación de ganado estadounidense a causa del descubrimiento del primer caso de la epidemia de la vaca loca en suelo norteamericano.

Cuba siempre tuvo medidas muy estrictas de protección epidemiológica y el anuncio fue hecho ayer en la capital cubana por Pedro Alvarez, el presidente de Alimport, empresa que controla la importación de alimentos de Estados Unidos, que ha alcanzado ya los $600 millones desde que el presidente George W. Bush autorizó en diciembre del 2001 las ventas a la isla comunista.

''Vamos a ver en qué resulta el tema de la epidemia'', dijo Alvarez a periodistas extranjeros, al anunciar la suspensión provisional de la importación de ganado estadounidense.

Alimport no ha cancelado los contratos para la adquisición de unas 500 cabezas de ganado, sino que suspendió los embarques previsto para el primer trimestre del 2004.

El anuncio vino en un momento en que Alvarez negociaba con productores estadounidenses la compra de carne de ternera, algo nunca hecho anteriormente a causa del embargo económico.

Pero si el susto de la vaca loca no ha detenido al gobierno cubano en su afán por seguir con la compra de alimentos a Estados Unidos, en Washington sigue incrementándose el número de voces que abogan por el fortalecimiento de esas ventas agrícolas, principalmente desde aquellos estados que tienen un excedente de producción, y quieren ampliarlas a nuevos rubros.

Este mes, el congresista federal por Tennessee, Lincoln Davis, estuvo cuatro días en la isla por cuenta de la firma agroquímica, Chemagri, con la misión de explorar la posibilidad de vender un fertilizante hecho a base de silicato de calcio.

''Fue un viaje de negocios, no un viaje del estado'', dijo Davis, a su regreso la semana pasada, acompañado por el antiguo senador por Tennessee y ex embajador en China, Jim Sasser, así como el congresista federal por el mismo estado, el demócrata, Bart Gordon.

El organizador del viaje, el empresario Millard Oakley, dijo que el fertilizante es indicado para la caña de azúcar y el arroz, e incrementa la resistencia a las epidemias.

''Quise ir [a Cuba] para mostrar apoyo a los productos agrícolas de Tennessee'', dijo Davis, quien se dedicaba a actividades agrícolas antes de ser elegido. El congresista también manifestó interés por vender a La Habana carne de pollo de su estado natal.

Davis abogó por el fin del embargo económico porque, en su opinión, ''abre nuevas posibilidades a la agricultura'', un sector que cuenta en Tennessee con excedentes sin colocar en el mercado.

A su vez, el comisionado agrícola del estado de Alabama, Ron Sparks, dijo al regreso de un viaje este mes a la isla junto a 147 empresarios agrícolas, que en la isla ''hay 11 millones de hambrientos'' y que los cubanos "son personas muy humildes, amistosas y aprecian lo esfuerzos, no sólo de Alabama, sino también de otros estados, que se están haciendo para proveerles comida''.

Sparks reveló que el próximo año Alabama venderá a la isla ''varios millones'' de dólares en productos agrícolas. "Estamos tratando de ser enérgicos y asegurarnos de que tendremos nuestro pedazo justo en este negocio''.

Por eso, Sparks cree que aunque la administración Bush o el Congreso decidan cortar las ventas a la isla, los nexos establecidos con las autoridades cubanas sobrevivirán a esa posibilidad.

rferreira@herald.com

Disidente agradece campaña en su favor

Servicios de El Nuevo Herald. Dec. 31, 2003.

El periodista independiente Bernardo Arévalo Padrón, quien cumplió seis años de prisión por acusaciones de desacato, manifestó que las denuncias de las organizaciones que defienden la libertad de prensa le salvaron la vida en la cárcel.

''Estas denuncias permanentes son un factor esencial y por las cuales los regímenes totalitarios se miden [de no maltratarnos] mucho'', dijo el disidente, de 38 años, que fue liberado a mediados de noviembre.

Arévalo llamó por teléfono desde Cuba a la oficina de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el pasado lunes, para agradecer a sus autoridades las permanentes denuncias de su encarcelamiento y las peticiones internacionales para su liberación.

''Mi esposa me hizo llegar informaciones sobre la 59 asamblea general [de la SIP] en Chicago, donde se habló de mí'', recordó. "Gracias a esas denuncias ellos se aguantaron más y ya no me golpearon... la campaña de la SIP me salvó la vida''.

Aunque cuando fue liberado, el 13 de noviembre, Arévalo dijo que el exilio no estaba en sus planes inmediatos, tal vez, por pedido de su madre, acepte abandonar Cuba.

El régimen castrista le dio el beneficio de la libertad 48 horas antes de que se cumpliera la totalidad de su sentencia, fundamentada en el desacato al gobernante Fidel Castro. ''Fue una burla... me rebajaron 48 horas y me lo dijo el oficial del Ministerio de Interior, Hermes Hernández Alvarez, quien me amenazó con otros 15 años en la cárcel si volvía a escribir'', agregó.

En su relato a la SIP, Arévalo dijo que lo peor de vivir seis años en una celda de cuatro por dos metros, fueron las torturas físicas y sicológicas.

''No solamente me decomisaban hojas, lapiceros y libros de periodismo, sino que me negaban muchas visitas de familiares'', explicó.

Recordó dos fechas, el 12 de noviembre de 1998 y 16 de septiembre del 2001, cuando su hijo y su padre lo visitaron, luego de viajar 300 kilómetros desde la localidad de Vertientes, y les dijeron que no lo podían ver porque estaba castigado por indisciplina.

Un año difícil para la oposición en la isla

Efe, LA HABANA. Dec. 31, 2003.

La oposición interna cubana no reconoce logros significativos a la revolución y no encuentra motivos para celebrar el 45 aniversario del triunfo de Fidel Castro, que este año asestó un duro golpe a la disidencia.

El 1o de enero de 1959, los revolucionarios comandados por Castro se hicieron con el poder tras derrocar al dictador Fulgencio Batista.

Cuarenta y cinco años después, la fragmentada oposición al gobierno de Castro pide cambios y apertura mientras trata de recuperarse del golpe sufrido el pasado abril, cuando 75 disidentes fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.

Los procesos contra los opositores coincidieron con la ejecución de tres secuestradores de una lancha de pasajeros sentenciados en juicios sumarísimos.

Para la oposición, ambas decisiones forman parte de la ola de represión más dura sufrida en Cuba en los últimos años y se enmarcan en las convulsiones propias de la etapa final del régimen.

''Estamos en el capítulo final de este gobierno, es una telenovela que se escribe en tiempo real'', consideró Vladimiro Roca, hijo del popular dirigente comunista Blas Roca y miembro de la plataforma opositora Todos Unidos.

Castro tiene dos opciones ''hacer cambios, una reforma, aunque sea en economía, o utilizar la fuerza y la represión para mantenerse en el poder en medio de este desastre'', opinó Roca, cuyo balance de estos 45 años de revolución no deja lugar al optimismo: "Para mí ha sido una catástrofe y una decepción''.

También Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y Premio Sajarov del Parlamento Europeo, opinó que Cuba ha llegado al "momento del cambio pacífico''.

''Lo que tiene un límite, que ya va aflorando, es el aguante de los cubanos, sabiendo que no se les ofrece, no ya una puerta, ni siquiera una ventana, para mirar a su futuro'', señaló Payá.

Las esposas de los 75 disidentes condenados en abril no han tenido este año motivos para festejar las Navidades ni el 45 aniversario de la revolución.

Blanca Reyes, esposa del escritor Raúl Rivero --condenado a 20 años-- observa ''mucho miedo en el pueblo cubano'' y no confía en un cambio a corto plazo.

''Aquí todo está muy controlado, no está garantizada la alimentación ni nada, pero el poder político sí, y no va a pasar absolutamente nada'', según Reyes, quien se reconoce como una ''enamorada'' de la revolución hasta finales de los años 80.

Exigen a Cuba que aclare muerte de cineasta

Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo Herald. Diciembre 31, 2003

La viuda del cineasta dominicoamericano Albert Carvajal, fallecido en La Habana el pasado 13 diciembre tras una brutal golpiza callejera, exigió ayer una explicación al gobierno cubano por la muerte de su esposo.

''El gobierno cubano tiene que responder por la muerte de Albert, pues ellos dicen que allá no hay crímenes y robos'', declaró Cándida Carvajal en conversación con El Nuevo Herald. `` Quiero saber quién tronchó el futuro de mi familia y mis hijos''.

La mujer se quejó de que las autoridades cubanas no han entregado aún el reporte de la autopsia practicada al cadáver, ni siquiera le han devuelto las pertenencias de su esposo que quedaron en una habitación del Hotel Nacional, en La Habana, luego del trágico incidente.

El único contacto con la Oficina de Intereses de Cuba en Washington se produjo el viernes 12 de diciembre, cuando un funcionario llamó para informarle que el cineasta estaba en estado de coma en un hospital habanero. Albert falleció horas después y su cuerpo fue trasladado a Nueva York.

Esta semana Carvajal recibió en su casa una carta de condolencias de la misión diplomática cubana. Ninguna otra institución oficial ha accedido a ofrecer una versión de los hechos, y sólo cuenta en su poder la historia clínica del hospital Calixto García, donde permaneció ingresado el artista.

''Todo es muy raro, incluso como lo atendieron... para mí el hospital tiene culpabilidad en su muerte'', relató Carvajal, de 33 años. ``El reporte dice que murió de pancreatitis, cuando en realidad lo reventaron a golpes cinco hombres''.

Carvajal se refiere al hecho de que la salud de su esposo comenzó a agravarse a raíz de un medicamento que le suministraron los médicos, pero que no asimiló. Después de haberse estabilizado, su estado se deterioró vertiginosamente 48 horas antes del fatal desenlace.

''Quiero saber toda la verdad, para contársela a mis hijos'', agregó. La pareja se estableció hace cinco años. Se conocieron en República Dominicana, adonde Albert viajaba frecuentemente a visitar a sus familiares. El matrimonio tuvo dos hijos, Albert Jr., de cuatro años, y Lisa Marie, de dos.

''Es un golpe muy fuerte para todos'', manifestó. ``Los niños están inquietos, extrañando al padre que todas las noches se dormía abrazado a ellos''.

La mujer había perdido a su madre el 4 de diciembre. Tres días después Albert partió al XXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana para presentar su película Capicú (2002), realizada junto a Lisé Ramos.

''Se despidió con un beso, estaba muy contento y decía que iba a regresar con el triunfo en las manos'', recordó. ``Tenía un gran sueño con esa película''.

Capicú tuvo dos funciones en el festival habanero, pero sin la asistencia de su realizador. El público aguardó por su presencia anunciada, pero las autoridades no ofrecieron ninguna explicación.

Albert, de 33 años y productor de la cadena NBC en Nueva York, fue asaltado apenas horas después de su llegada a La Habana. Al amanecer del 8 de diciembre la policía lo halló en plena calle, seminconsciente y sangrando, despojado de su chaqueta, zapatos y camisa, y de $700.

Según la viuda, todo el viaje a La Habana fue costeado por NBC. Albert llevaba unos $1,200 en billetes de a 20.

La cadena NBC no se ha pronunciado oficialmente sobre el caso. La compañía investiga actualmente lo sucedido y ha prestado respaldo a la familia Carvajal.

El asesinato de Carvajal se suma a la historia reciente de sucesos criminales contra visitantes ocurridos en la isla.

En mayo del 2001, el sacerdote norteamericano George Zirwas murió estrangulado en La Habana en circunstancias no esclarecidas.

En diciembre del 2001 cinco personas --entre ellas un matrimonio residente en Hialeah-- fue masacrado en la autopista nacional, en las inmediaciones de Matanzas, para robarles sus pertenencias.

 


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