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DE CUBA
El
Nuevo Herald
El saldo de 45 años
de la revolución cubana
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. Enero 1, 2003.
La revolución que llevó al poder
a Fidel Castro arriba hoy a sus 45 años
de existencia en medio de enconados debates sobre
sus proclamadas conquistas sociales, su trascendencia
histórica y su legado para el futuro de
Cuba.
En Cuba, el gobierno celebrará la efemérides
con un festejo popular que incluye espectáculos
artísticos y conciertos en La Habana y
los 169 municipios de la isla.
Según la propaganda oficial, Cuba tiene
mucho que celebrar en un año signado por
''la lucha contra el bloqueo de Estados Unidos
y por lograr una cultura general integral'', y
cuando puede exhibir un crecimiento económico
del 2.6 por ciento, superior al que registrará
América Latina en el período.
Pero para la disidencia interna y la mayoría
de los exiliados, el arribo del régimen
castrista a su aniversario 45 no ofrece ningún
motivo para festejar en un año particularmente
cargado de represión y penurias para la
población.
Dieciséis personalidades de diferentes
ejecutorias, en el movimiento opositor y en la
diáspora, ofrecen a El Nuevo Herald sus
opiniones sobre este acontecimiento, respondiendo
a la pregunta: ¿Cuál es para usted
el saldo de 45 años de revolución
en Cuba?
Guillermo Cabrera Infante, escritor, Premio Cervantes
de Literatura: Ha sido una era de sangre, sudor
y lágrimas. Ellos se han robado la patria
y le han dado a los cubanos la muerte.
Huber Matos, ex comandante de la revolución,
presidente de Cuba Independiente y Democrática:
La revolución cubana fue una gran esperanza
y una oportunidad magnífica para que nuestra
república consolidara su institucionalidad
democrática, independencia y soberanía.
Lamentablemente, Fidel Castro, movido por su ego
insaciable, usó su enorme influencia sobre
la población, la mentira, el terror y la
complicidad de algunos socios del liderazgo revolucionario,
para prostituir el proceso, transformando la república
en feudo suyo. A la luz de 45 años de ejercicio
del poder castrista, la revolución cubana
es el fraude más inmoral y costoso que
haya tenido que sufrir pueblo alguno en tierras
de América.
Carlos Franqui, escritor, ex director del diario
Revolución: Cuba es una ruina material,
económica, industrial, comercial, agrícola,
social, cultural, moral y humana: la tragedia
incluye un millón de presos y castigados,
decenas de miles de fusilados y desaparecidos,
dos millones de desterrados, más de un
millón de desempleados... Cuba se ha aldeanizado.
Las tres verdades castristas de ''empleo, salud
y educación'' son tres mentiras; la ración
alimenticia es menor que la de los esclavos; escasean
la electricidad, la ropa y los zapatos; las casas
se derrumban, pululan la corrupción, el
robo, la mentira, la vagancia, la violencia, el
crimen, el privilegio y la discriminación.
Medio millón de cubanos fueron enviados
a guerras en 15 paísesa hacer guerrillas,
terrorismo o narcotráfico. Once millones
quieren escapar del "paraíso castrista''.
Mario Chanes de Armas, asaltante del Cuartel
Moncada, expedicionario del yate Granma, cumplió
30 años como prisionero político:
La revolución se hizo para combatir una
dictadura, pero sus ideales fueron apuñalados
desde el comienzo por Fidel Castro, que desde
el poder empezó a pisotear los derechos
constitucionales que prometió defender.
Lo peor es la cárcel, el dolor y la división
de las familias.
Max Lesnik, director de Radio-Miami y dirigente
de Alianza Martiana: Juzgar en 45 segundos de
lectura un proceso de 45 años de historia
será como pretender reducir un bosque a
un simple palillo de dientes. La Revolución
Cubana, como todo cambio social trascendente,
que se realiza frente un vecino poderoso que se
le opone --Martí le llamó el Norte
revuelto y brutal que nos desprecia-- tiene momentos
de grandeza y episodios de excesos y mezquindades.
Instantes gloriosos y momentos penosos. Cuando
se cierre el proceso de confrontación entre
Estados Unidos y Cuba, entonces, y sólo
entonces, será el momento en que veremos
la luz de un sol en el que hoy algunos sólo
ven las manchas.
Vladimiro Roca, hijo del fallecido líder
comunista Blas Roca y líder de la coalición
disidente Todos Unidos: El proceso revolucionario
ha sido una catástrofe, una decepción
perpetua y una estafa colosal. Estamos en el capítulo
final de una telenovela en tiempo real, donde
al director en jefe le quedan sólo dos
opciones: hacer los cambios, aunque sólo
sea una reforma económica, o utilizar la
fuerza y la represión para mantenerse en
el poder en medio de este desastre.
Claudia Márquez, periodista, vicepresidenta
de la Sociedad de Periodistas Márquez Sterling,
editora de la revista independiente De Cuba: Tengo
26 años, por lo que nací en la mitad
del proceso, escuchando la propaganda del presente
y las promesas de futuro. Pero nunca he logrado
sentirme libre en mi propio país. Percibo
la nostalgia de los que están fuera del
país, pero aquí también muchos
cubanos nos sentimos exiliados en nuestro propio
país, extraños, reprimidos por el
simple hecho de pensar diferente al gobierno.
Sueño con el momento de sentir, por primera
vez, la libertad.
Rafael Rojas, ensayista, profesor del Centro
de Investigación y Docencia Económica
(CIDE) de México: Una economía precaria
y dependiente. Un mercado desabastecido y raquítico.
Una sociedad más integrada, pero menos
libre. Un Estado más equitativo, pero menos
legal. Un gobierno más personalizado y
menos distribuido. Una cultura viva, nueva, diferente
y controlada. Una política menos representativa,
menos cívica, más autoritaria y
tan corrupta. Un país que es símbolo
antiamericano y realidad latinoamericana. Una
nación, más que dividida, fragmentada
entre la isla y el exilio.
Marifeli Pérez-Stable, profesora de la
Universidad Internacional de la Florida (FIU),
autora de La Revolución cubana: origen,
desarrollo y legado: Cabría sacar el saldo
político. Prefiero, sin embargo, sacar
otro: el de nuestros sentimientos. Aquel 1ro de
enero fue recibido por un júbilo nacional
casi sin precedentes y digo casi porque --Enmienda
Platt aparte-- la fundación de la república
suscitó una alegría parecida. En
ambas ocasiones, la inmensa mayoría depositó
sus esperanzas en la nueva Cuba que nacía
y, al verlas frustradas, la rabia --con razón--
primó. Hoy no es así. Cada día
son más los cubanos que sanamos nuestras
heridas, abrazamos a nuestros familiares del bando
opuesto y nos reconciliamos con nosotros mismos.
Por no temerle a la luz ni a la generosidad, somos
la peor pesadilla de un régimen que necesita
del odio y sobrevive por la oscuridad. Andamos
por nuevos caminos hacia un nuevo júbilo
nacional.
Carlos de la Cruz, empresario, presidente de
Eagle Brands: ¿Cómo es posible que
en el siglo XXI siga existiendo la dictadura de
Fidel Castro en Cuba? La miopía deliberada
de los organismos internacionales como Naciones
Unidas en virtud de proteger la soberanía
de los países y sobreponer los intereses
mercantiles sacrificando los Derechos Humanos
y de bienestar del pueblo, ha permitido que aún
después de la caída de la Unión
Soviética, Fidel Castro continúe
en el poder. El saldo de la revolución
cubana es el descalabro de un país que
ha pasado de segundo entre los de mayor ingreso
per cápita en el hemisferio a uno de los
últimos. Desgraciadamente esta miseria
y la falta de libertad han llevado a nuestro pueblo
a anhelar irse de su patria.
Guillermo Alvarez Guedes, humorista: Aprender
que uno quiere a su patria. Reconocer que es muy
triste no tenerla. He vivido 43 años de
exilio añorando a mi patria por culpa de
una revolución atrofiada que nos lastimó
a todos. Uno de los seres más desgraciados
de este mundo es aquel que no tiene patria. Aunque
sea una mierda lo que quede. Parafraseando un
exergo conocido, Cuba es un país que no
existe; yo nací allí.
Willy Chirino, cantautor: La revolución
cubana ha conseguido todo lo opuesto a lo que
se propuso. ¿Reforma agraria? ¿Erradicar
el racismo y la prostitución? ¿Educación
y salud? Tengo que decir que yo, un guajirito
pinareño, salí de Cuba con segundo
año de bachillerato sin haber pagado un
centavo por educarme, y que cuando llegué
a Estados Unidos mis conocimientos estaban muy
por encima de los estudiantes de mi nivel aquí.
No obstante, no hay adelanto que valga a cambio
de la opresión de un pueblo. Lo que nos
deja esta revolución es una larga noche
de divisiones familiares, dolor, hambruna, degeneración
y muerte.
Gisela Delgado, directora del Proyecto de Bibliotecas
Independientes de Cuba (PBIC) y esposa del disidente
Héctor Palacios, condenado a 25 años:
Han sido 45 años de violaciones de derechos
humanos. Los bastiones de salud y educación
se han desmoronado: no hay medicamentos en los
hospitales y faltan los profesores en las escuelas.
El sistema socialista se ha convertido en una
angustia para el pueblo cubano. Los derechos son
todos o no lo son: la medicina y la educación
gratuitas no pueden excluir la libertad de expresión.
Alcibiades Hidalgo, ex embajador de Cuba ante
Naciones Unidas: Cuarenta y cinco años
después, mi saldo es el de los sueños
robados. A todos los cubanos Fidel Castro nos
ha robado algo. A mi generación, que creció
en la isla y abrazó todas las promesas,
la privó de su identidad y de su autodeterminación.
Las hermosas ideas de libertad e igualdad (nunca
habló de fraternidad) resultaron falsificadas,
apenas una coartada hacia un poder delirante,
dueño y señor de almas y haciendas,
que ha convertido a Cuba en un penoso anacronismo
político. Para la reconstrucción
de la nación, hay que meditar también
en cómo educar a los jóvenes cubanos
para que sus sueños sigan siendo imprescindibles
y legítimos.
Blanca Reyes, esposa del poeta Raúl Rivero,
condenado a 20 años: Tenía 11 años
cuando triunfó la revolución. Entonces
amé y seguí a un rey mago barbudo
de 33 años, que ha terminado como un caprichoso,
viejo dictador. Viví obnubilada hasta cierto
día de 1980, cuando, parada en Galiano
y Neptuno, comencé a descubrir una Habana
destruida. Lamento haber entregado mi juventud
y mi vida a algo que no valía la pena..
Nicolás Quintana, arquitecto: Cuba se
halla sumergida en un submundo kafkiano que parece
no tener fondo ni horizonte. Pero, confiando en
el instinto y aplicando algo de lógica
criolla, siento que el cubano le está ganando
la partida al totalitarismo al poder valorar ahora
en su verdadera dimensión todo lo perdido.
Cuba y el talento de sus cubanos, los de adentro
y los de afuera, habitan en una caja de PandoraCreo
en el cubano y en una Cuba democrática
futura, que rechazará toda dependencia
--una Cuba distinta muy evolucionaria y nada revolucionaria
que será un paradigma para toda la América
Latina. Dios y los cubanos quieran que sea así.
Suspenden importación de ganado de
EEUU
Rui Ferreira, El Nuevo Herald.
Dec. 31, 2003.
La Habana suspendió la importación
de ganado estadounidense a causa del descubrimiento
del primer caso de la epidemia de la vaca loca
en suelo norteamericano.
Cuba siempre tuvo medidas muy estrictas de protección
epidemiológica y el anuncio fue hecho ayer
en la capital cubana por Pedro Alvarez, el presidente
de Alimport, empresa que controla la importación
de alimentos de Estados Unidos, que ha alcanzado
ya los $600 millones desde que el presidente George
W. Bush autorizó en diciembre del 2001
las ventas a la isla comunista.
''Vamos a ver en qué resulta el tema de
la epidemia'', dijo Alvarez a periodistas extranjeros,
al anunciar la suspensión provisional de
la importación de ganado estadounidense.
Alimport no ha cancelado los contratos para la
adquisición de unas 500 cabezas de ganado,
sino que suspendió los embarques previsto
para el primer trimestre del 2004.
El anuncio vino en un momento en que Alvarez
negociaba con productores estadounidenses la compra
de carne de ternera, algo nunca hecho anteriormente
a causa del embargo económico.
Pero si el susto de la vaca loca no ha detenido
al gobierno cubano en su afán por seguir
con la compra de alimentos a Estados Unidos, en
Washington sigue incrementándose el número
de voces que abogan por el fortalecimiento de
esas ventas agrícolas, principalmente desde
aquellos estados que tienen un excedente de producción,
y quieren ampliarlas a nuevos rubros.
Este mes, el congresista federal por Tennessee,
Lincoln Davis, estuvo cuatro días en la
isla por cuenta de la firma agroquímica,
Chemagri, con la misión de explorar la
posibilidad de vender un fertilizante hecho a
base de silicato de calcio.
''Fue un viaje de negocios, no un viaje del estado'',
dijo Davis, a su regreso la semana pasada, acompañado
por el antiguo senador por Tennessee y ex embajador
en China, Jim Sasser, así como el congresista
federal por el mismo estado, el demócrata,
Bart Gordon.
El organizador del viaje, el empresario Millard
Oakley, dijo que el fertilizante es indicado para
la caña de azúcar y el arroz, e
incrementa la resistencia a las epidemias.
''Quise ir [a Cuba] para mostrar apoyo a los
productos agrícolas de Tennessee'', dijo
Davis, quien se dedicaba a actividades agrícolas
antes de ser elegido. El congresista también
manifestó interés por vender a La
Habana carne de pollo de su estado natal.
Davis abogó por el fin del embargo económico
porque, en su opinión, ''abre nuevas posibilidades
a la agricultura'', un sector que cuenta en Tennessee
con excedentes sin colocar en el mercado.
A su vez, el comisionado agrícola del
estado de Alabama, Ron Sparks, dijo al regreso
de un viaje este mes a la isla junto a 147 empresarios
agrícolas, que en la isla ''hay 11 millones
de hambrientos'' y que los cubanos "son personas
muy humildes, amistosas y aprecian lo esfuerzos,
no sólo de Alabama, sino también
de otros estados, que se están haciendo
para proveerles comida''.
Sparks reveló que el próximo año
Alabama venderá a la isla ''varios millones''
de dólares en productos agrícolas.
"Estamos tratando de ser enérgicos
y asegurarnos de que tendremos nuestro pedazo
justo en este negocio''.
Por eso, Sparks cree que aunque la administración
Bush o el Congreso decidan cortar las ventas a
la isla, los nexos establecidos con las autoridades
cubanas sobrevivirán a esa posibilidad.
rferreira@herald.com
Disidente agradece campaña en su favor
Servicios de El Nuevo Herald.
Dec. 31, 2003.
El periodista independiente Bernardo Arévalo
Padrón, quien cumplió seis años
de prisión por acusaciones de desacato,
manifestó que las denuncias de las organizaciones
que defienden la libertad de prensa le salvaron
la vida en la cárcel.
''Estas denuncias permanentes son un factor esencial
y por las cuales los regímenes totalitarios
se miden [de no maltratarnos] mucho'', dijo el
disidente, de 38 años, que fue liberado
a mediados de noviembre.
Arévalo llamó por teléfono
desde Cuba a la oficina de la Sociedad Interamericana
de Prensa (SIP), el pasado lunes, para agradecer
a sus autoridades las permanentes denuncias de
su encarcelamiento y las peticiones internacionales
para su liberación.
''Mi esposa me hizo llegar informaciones sobre
la 59 asamblea general [de la SIP] en Chicago,
donde se habló de mí'', recordó.
"Gracias a esas denuncias ellos se aguantaron
más y ya no me golpearon... la campaña
de la SIP me salvó la vida''.
Aunque cuando fue liberado, el 13 de noviembre,
Arévalo dijo que el exilio no estaba en
sus planes inmediatos, tal vez, por pedido de
su madre, acepte abandonar Cuba.
El régimen castrista le dio el beneficio
de la libertad 48 horas antes de que se cumpliera
la totalidad de su sentencia, fundamentada en
el desacato al gobernante Fidel Castro. ''Fue
una burla... me rebajaron 48 horas y me lo dijo
el oficial del Ministerio de Interior, Hermes
Hernández Alvarez, quien me amenazó
con otros 15 años en la cárcel si
volvía a escribir'', agregó.
En su relato a la SIP, Arévalo dijo que
lo peor de vivir seis años en una celda
de cuatro por dos metros, fueron las torturas
físicas y sicológicas.
''No solamente me decomisaban hojas, lapiceros
y libros de periodismo, sino que me negaban muchas
visitas de familiares'', explicó.
Recordó dos fechas, el 12 de noviembre
de 1998 y 16 de septiembre del 2001, cuando su
hijo y su padre lo visitaron, luego de viajar
300 kilómetros desde la localidad de Vertientes,
y les dijeron que no lo podían ver porque
estaba castigado por indisciplina.
Un año difícil para la oposición
en la isla
Efe, LA HABANA. Dec. 31, 2003.
La oposición interna cubana no reconoce
logros significativos a la revolución y
no encuentra motivos para celebrar el 45 aniversario
del triunfo de Fidel Castro, que este año
asestó un duro golpe a la disidencia.
El 1o de enero de 1959, los revolucionarios comandados
por Castro se hicieron con el poder tras derrocar
al dictador Fulgencio Batista.
Cuarenta y cinco años después,
la fragmentada oposición al gobierno de
Castro pide cambios y apertura mientras trata
de recuperarse del golpe sufrido el pasado abril,
cuando 75 disidentes fueron condenados a penas
de hasta 28 años de cárcel.
Los procesos contra los opositores coincidieron
con la ejecución de tres secuestradores
de una lancha de pasajeros sentenciados en juicios
sumarísimos.
Para la oposición, ambas decisiones forman
parte de la ola de represión más
dura sufrida en Cuba en los últimos años
y se enmarcan en las convulsiones propias de la
etapa final del régimen.
''Estamos en el capítulo final de este
gobierno, es una telenovela que se escribe en
tiempo real'', consideró Vladimiro Roca,
hijo del popular dirigente comunista Blas Roca
y miembro de la plataforma opositora Todos Unidos.
Castro tiene dos opciones ''hacer cambios, una
reforma, aunque sea en economía, o utilizar
la fuerza y la represión para mantenerse
en el poder en medio de este desastre'', opinó
Roca, cuyo balance de estos 45 años de
revolución no deja lugar al optimismo:
"Para mí ha sido una catástrofe
y una decepción''.
También Oswaldo Payá, líder
del Movimiento Cristiano Liberación (MCL)
y Premio Sajarov del Parlamento Europeo, opinó
que Cuba ha llegado al "momento del cambio
pacífico''.
''Lo que tiene un límite, que ya va aflorando,
es el aguante de los cubanos, sabiendo que no
se les ofrece, no ya una puerta, ni siquiera una
ventana, para mirar a su futuro'', señaló
Payá.
Las esposas de los 75 disidentes condenados en
abril no han tenido este año motivos para
festejar las Navidades ni el 45 aniversario de
la revolución.
Blanca Reyes, esposa del escritor Raúl
Rivero --condenado a 20 años-- observa
''mucho miedo en el pueblo cubano'' y no confía
en un cambio a corto plazo.
''Aquí todo está muy controlado,
no está garantizada la alimentación
ni nada, pero el poder político sí,
y no va a pasar absolutamente nada'', según
Reyes, quien se reconoce como una ''enamorada''
de la revolución hasta finales de los años
80.
Exigen a Cuba que aclare muerte de cineasta
Wilfredo Cancio Isla, El Nuevo
Herald. Diciembre 31, 2003
La viuda del cineasta dominicoamericano Albert
Carvajal, fallecido en La Habana el pasado 13
diciembre tras una brutal golpiza callejera, exigió
ayer una explicación al gobierno cubano
por la muerte de su esposo.
''El gobierno cubano tiene que responder por
la muerte de Albert, pues ellos dicen que allá
no hay crímenes y robos'', declaró
Cándida Carvajal en conversación
con El Nuevo Herald. `` Quiero saber quién
tronchó el futuro de mi familia y mis hijos''.
La mujer se quejó de que las autoridades
cubanas no han entregado aún el reporte
de la autopsia practicada al cadáver, ni
siquiera le han devuelto las pertenencias de su
esposo que quedaron en una habitación del
Hotel Nacional, en La Habana, luego del trágico
incidente.
El único contacto con la Oficina de Intereses
de Cuba en Washington se produjo el viernes 12
de diciembre, cuando un funcionario llamó
para informarle que el cineasta estaba en estado
de coma en un hospital habanero. Albert falleció
horas después y su cuerpo fue trasladado
a Nueva York.
Esta semana Carvajal recibió en su casa
una carta de condolencias de la misión
diplomática cubana. Ninguna otra institución
oficial ha accedido a ofrecer una versión
de los hechos, y sólo cuenta en su poder
la historia clínica del hospital Calixto
García, donde permaneció ingresado
el artista.
''Todo es muy raro, incluso como lo atendieron...
para mí el hospital tiene culpabilidad
en su muerte'', relató Carvajal, de 33
años. ``El reporte dice que murió
de pancreatitis, cuando en realidad lo reventaron
a golpes cinco hombres''.
Carvajal se refiere al hecho de que la salud
de su esposo comenzó a agravarse a raíz
de un medicamento que le suministraron los médicos,
pero que no asimiló. Después de
haberse estabilizado, su estado se deterioró
vertiginosamente 48 horas antes del fatal desenlace.
''Quiero saber toda la verdad, para contársela
a mis hijos'', agregó. La pareja se estableció
hace cinco años. Se conocieron en República
Dominicana, adonde Albert viajaba frecuentemente
a visitar a sus familiares. El matrimonio tuvo
dos hijos, Albert Jr., de cuatro años,
y Lisa Marie, de dos.
''Es un golpe muy fuerte para todos'', manifestó.
``Los niños están inquietos, extrañando
al padre que todas las noches se dormía
abrazado a ellos''.
La mujer había perdido a su madre el 4
de diciembre. Tres días después
Albert partió al XXV Festival del Nuevo
Cine Latinoamericano de La Habana para presentar
su película Capicú (2002), realizada
junto a Lisé Ramos.
''Se despidió con un beso, estaba muy
contento y decía que iba a regresar con
el triunfo en las manos'', recordó. ``Tenía
un gran sueño con esa película''.
Capicú tuvo dos funciones en el festival
habanero, pero sin la asistencia de su realizador.
El público aguardó por su presencia
anunciada, pero las autoridades no ofrecieron
ninguna explicación.
Albert, de 33 años y productor de la cadena
NBC en Nueva York, fue asaltado apenas horas después
de su llegada a La Habana. Al amanecer del 8 de
diciembre la policía lo halló en
plena calle, seminconsciente y sangrando, despojado
de su chaqueta, zapatos y camisa, y de $700.
Según la viuda, todo el viaje a La Habana
fue costeado por NBC. Albert llevaba unos $1,200
en billetes de a 20.
La cadena NBC no se ha pronunciado oficialmente
sobre el caso. La compañía investiga
actualmente lo sucedido y ha prestado respaldo
a la familia Carvajal.
El asesinato de Carvajal se suma a la historia
reciente de sucesos criminales contra visitantes
ocurridos en la isla.
En mayo del 2001, el sacerdote norteamericano
George Zirwas murió estrangulado en La
Habana en circunstancias no esclarecidas.
En diciembre del 2001 cinco personas --entre
ellas un matrimonio residente en Hialeah-- fue
masacrado en la autopista nacional, en las inmediaciones
de Matanzas, para robarles sus pertenencias.
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