SOCIEDAD
Esto no es justo
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org)
- Ver una mujer caminando por la calle cabizbaja
y musitando en alta voz la frase "esto no
es justo", es un hecho que llama la atención.
Varios transeúntes hacen un corro alrededor
de la joven para saber qué le ha ocurrido.
Así nos enteramos de que ella es madre
de una pequeña criatura de apenas dos años
de edad y en ese momento afrontaba el dilema de
que su niño quedara dos días sin
poder tomar leche. Interesados en el por qué
de esa privación, ella contó que
al comprar la bolsa de leche que le correspondía
cada dos días, según la norma establecida,
no se percató de que el envase del producto
tenía un defecto de fabricación
y cuando se alejaba del establecimiento el paquete
se abrió completamente, y se derramó
irremediablemente en plena calle el valioso contenido.
Al regresar al mercado para reclamar por el desperfecto,
la empleada le dijo que ella lo sentía
mucho pero no podía hacer nada por remediar
esta situación. La misma no era de su responsabilidad
y además no contaba con otras bolsas disponibles,
ya que viene una cantidad muy controlada de acuerdo
al número de consumidores registrados.
La única opción que le quedaba era
comprar en los comercios que expenden este producto
en dólares o conseguirla en el mercado
negro, lo cual es casi lo mismo. Pero según
expresó la señora, ella no tenía
esa posibilidad económica. Por lo tanto
no sabía qué hacer.
En Cuba a los niños se les vende un litro
de leche diario hasta alcanzar los siete años
de edad. Llegado ese término los padres
tienen que adquirir la leche necesaria a través
de las vías irregulares de mercado, posibilidad
que no tienen todos los ciudadanos en Cuba. Las
bolsas de leche que se venden por la libreta de
abastecimiento, según la opinión
de varios consumidores, presentan este problema
de sellaje en el envase, además de déficit
en la cantidad establecida de contenido lácteo
en su interior. Cuando esto ocurre o se producen
accidentes como el que le ha acontecido a esta
infeliz mujer, los que sufren son los niños.
A pesar de no ser un hecho generalizado, sí
expresa uno de los tantos problemas que deben
afrontar los cubanos en este subsistir de cada
día.
Finalmente, la señora pudo resolver el
problema cuando un vecino que le conocía
le ofreció media libra de leche en polvo
de la que recibe por su dieta médica. Un
poco más calmada y agradecida ante el gesto
solidario de aquel buen hombre, se marchó
rumbo a su hogar a preparar la toma de su hijo.
Quienes habíamos estado al tanto de este
suceso no pudimos menos que expresar nuestro pesar
y preocupación por tantos problemas que
nos agobian y que dejan una huella amarga en la
vida de tantas personas, quienes ya casi no ven
la luz de la esperanza en este largo caminar sin
soluciones. cnet/21
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