PRENSA INDEPENDIENTE
Febrero 13, 2004

SOCIEDAD
Contra la depresión

LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - A finales del pasado mes de enero apareció en el periódico Granma la información sobre un medicamento italiano contra la depresión, el cual será objeto de análisis en los laboratorios cubanos para comprobar su efectividad.

En la investigación participarían nueve centros de ensayos clínicos de cinco provincias del país, dirigidos por el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos y el Grupo Nacional de Psiquiatría.

La noticia tiene mucho que ver con la realidad sanitaria en Cuba, si se tiene en cuenta que la población cubana está muy afectada por la depresión. El cubano, sin lugar a dudas, está muy deprimido.

Pero así como la gente está muy deprimida, también está muy estresada. En buena parte de la población concurren ambas sintomatologías, lo que al decir de los especialistas resulta catastrófico.

Lo decimos porque lo sabemos perfectamente bien, y el conocimiento nos viene del diario contacto con el pueblo; de la diaria constatación con la realidad ciudadana. Hablando en el lenguaje del pueblo, "esto está que arde". Las frases más recurrentes de la población aluden a ambos extremos de esa alucinante realidad: "no hay más ná" y "no cojas lucha"; en cuyo trasfondo yace la apatía, el desgano, el desaliento y la desesperanza. Verdaderas, fehacientes manifestaciones de la depresión generalizada, cuyo trasfondo es la falta de futuro, la decepción y el desengaño hacia un discurso político preñado de promesas que no ha variado nada en casi medio siglo, y a cuya expectativa han estado, en inútil espera, más de dos generaciones.

En el extremo expuesto al estrés, ese mal que se expresa en el desasosiego, en el ajetreo imparable del ciudadano para subsistir, para evitar ese viaje unidireccional y sin regreso al cementerio. Ese ir y venir constante con la jabita para ver lo que se "pega", lo que se "resuelve", que aunque se parezcan no son la misma cosa ni se escriben igual, pero que en el lenguaje articulado y no en la mirada desesperada, se expresan con un "no es fácil". Todo ello potenciado y agravado por el chivato de la cuadra, el policía de perruno olfato, y esa envidia que carcome la sociedad y se esparce por todos los resquicios y recovecos, por pequeños que sean, llevada por un soplo de aire saturado por el hedor ideológico y su tóxico efecto de intolerancia.

Sería interesante conocer cuántos deprimidos y estresados habitan la isla de Cuba. Pero nunca conoceremos tales datos. Ni aún después de la tragedia. Porque de existir estarían ocultos y protegidos por fuertes candados. Además, no serían confiables. El totalitarismo se engaña a sí mismo.

El periódico oficialista, poniendo el parche antes de que brote la herida, se adelanta a informar que los trastornos depresivos afectan entre el 2 y el 15 por ciento de la población mundial, y que para el 2020 la depresión constituirá la segunda causa de enfermedad, superada únicamente por las afectaciones cardiovasculares.

Pero yo quiero saber, en primer lugar, como primera preocupación, lo que acontece aquí, en Cuba, en estos 114 mil kilómetros cuadrados iluminados por los faros de San Antonio y Maisí. Entre la hierbabuena y la escoba amarga, entre ñameras y platanales, entre lagartijas y chipojos.

¿Cuál es el estado de algunas realidades vinculadas con depresión y el estrés? ¿Cuál es el índice de suicidios en Cuba? ¿Cuáles son los indicadores sobre el alcoholismo en general y en particular en menores de 16 años y entre la población femenina? ¿Qué índice de divorcio se registra en los últimos diez años? ¿Qué tal anda la maternidad infantil o "precoz" como suele edulcorarla el Estado? ¿Cuál es el estado de violencia manifestado en lesiones, muertes y daños de gravedad?

Saludamos como provechosos los ensayos que se realizan en nuestro país para determinar la eficiencia de este nuevo medicamento y su probable utilización en nuestros hospitales. Pero al hablar del tema se hace imprescindible mencionar las causas y potencialidades del fenómeno. Porque, a nuestro entender, el mal está tan extendido y generalizado que, además del medicamento italiano, se requieren otras cosas para combatirlo. Y eso bien lo saben los galenos cubanos. cnet/03



Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba controla el acceso a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente
.

IMPRIMIR



PRENSAS
Independiente
Internacional
Gubernamental
IDIOMAS
Inglés
Francés
Español
SOCIEDAD CIVIL
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
DEL LECTOR
Cartas
Opinión
BUSQUEDAS
Archivos
Documentos
Enlaces
CULTURA
Artes Plásticas
El Niño del Pífano
Octavillas sobre La Habana
Fotos de Cuba
CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Eléctronico

DONACIONES

In Association with Amazon.com
Busque:

Palabras claves:

CUBANET
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887

CONTACTOS
Periodistas
Editores
Webmaster