SOCIEDAD
¿Perritos o huevo?
Esa es la cuestión
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org)
- La pregunta se va haciendo cada vez más
difícil de responder. ¿Qué
vas a comer, huevo o perritos? El problema de
la comida tiene en vilo en Cuba a quienes llevan
la responsabilidad de elaborar los alimentos en
las casas. No hay mucho que escoger para acompañar
al arroz, plato principal de la mesa. Aquello
de plato fuerte se va haciendo cada vez más
extraño en el léxico culinario casero.
Por lo general con este término se designa
al alimento rico en proteínas, que puede
ser el pollo, el pescado o las carnes rojas. El
pollo es el que más frecuentemente se puede
comprar por la cuota de la libreta, pero la ración
es tan pobre que apenas da para una o dos comidas,
según el caso. Para mayor consumo hay que
acudir al mercado paralelo en moneda nacional
o en dólares. El pescado es cada vez más
raro y las carnes hay que comprarlas a un elevado
precio. En el contexto actual del país,
el huevo sigue ocupando el lugar preponderante
en las comidas como alimento fuerte en la dieta.
Aún le son aplicables aquellos chistes
populares que lo designaban como el salvavidas
o le otorgaban categoría de galeno con
el título de doctor.
Sin embargo, la escasez de huevos en el mercado
ha originado la búsqueda de sustitutos,
que además de abundantes, tienen que cumplir
el requisito de ser asequibles en su precio. Con
la aprobación de la tenencia de divisas,
los mercados con esa moneda comenzaron a ofertar
productos ausentes del racionamiento y un creciente
número de personas han podido encontrar
otros alimentos que les permiten variar el menú
hogareño.
Claro que se buscan aquellos de menor precio,
pues en Cuba no se reciben sueldos en dólares.
Hace pocos años el hígado sacó
la cara por las mesas más humildes y alternó
con el huevo. El relativo precio moderado era
una de las razones que motivó su demanda.
Pero ya lo dice el dicho, la alegría dura
poco en casa del pobre. Ante la solicitud elevada
de los clientes, el precio de este producto subió
lo suficiente como para tener que ser buscada
una oferta más asequible. Además
el sabor fuerte de esta víscera resulta
demasiado para el gusto de muchos paladares y
otros no soportan una presencia más que
frecuente en el menú cotidiano.
A buen tiempo aparecieron las benditas salchichas
de pollo o de cerdo, que se expenden en paquetes
de doce unidades en los comercios de área
dólar. Con un costo mínimo de 1.25
dólar el paquete, y hasta 1.60 el máximo,
se resuelve la comida diaria de muchos hogares
cubanos. Las formas de preparación son
variadas, sea en arroz con salchichas, salchichas
fritas, con pan, molidas para rellenar ajíes,
en una tortilla de huevos, y todo lo que la imaginación
del isleño pueda crear. Su costo y aprovechamiento
resulta menor que el de otros embutidos y cárnicos,
teniendo un solo rival: el insustituible huevo
que ha pasado a ser su partenaire.
Los últimos meses han visto mermar varios
artículos en las redes de mercados en dólares.
Entre esos productos están precisamente
el huevo y las salchichas o perritos, como los
llama la gente. No están en falta total,
pero hay que estar en constante recorrido por
las calles y tiendas de la capital, para ver donde
encontrarlos. Puede ser que en un comercio saquen
sin avisar una torre de cartones de huevos y los
coloquen sobre el mostrador al precio de 1.50
pesos la unidad (moneda nacional). Por cierto,
desde que fue acordado ese precio comenzó
a perderse el huevo. Ahora han surgido los sagaces
comerciantes callejeros que se dedican a la búsqueda
de las posturas para venderlas después
a dos pesos cada una. Eso si el vendedor estatal
no es más arriesgado que ellos, decide
ahorrase los intermediarios y obtener la ganancia
neta en persona.
Por ello a la hora de planificar una comida a
base de huevos hay que medirse más, con
el agravante que no queda mucho por escoger. Las
salchichas han sido grandemente asediadas en sus
hábitats refrigerados, al punto de la extinción.
Sin la presencia de estos alimentos y la alejada
capacidad adquisitiva de los otros que ocupan
las estanterías y neveras de las tiendas
"recaudadoras de divisas", la población
cubana tiene una preocupación que agudiza
su situación. Los vegetales son escasos
y realmente caros, la papa sigue desaparecida
de los puntos de venta. No quedan muchas opciones
para poner a la mesa. Si no hay ni huevos ni perritos,
¿qué comer? Ahí está
el problema. cnet/43
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