Hilda Molina agradeció al
Gobierno "las gestiones"
La médica disidente
se mostró agradecida por el apoyo del Ejecutivo
para reunirse con su familia fuera de la isla.
Sus hijos y nietos pasaron otra Nochebuena sin
la mujer
Infoabe,
Argentina, 25 de diciembre de 2004.
(NA) La médica disidente
Hilda Molina y su hijo, Roberto Quiñones,
manifestaron esta mañana su "esperanza"
de poder reencontrarse fuera de Cuba, luego de
pasar una nueva Nochebuena separados.
"Tengo esperanza porque independientemente
de que los hombres cierren las puertas, llega
un momento en que Dios las puede abrir",
enfatizó Molina.
Además, la médica cubana agradeció
"muchísimo que el Gobierno argentino
siga realizando gestiones" para que Fidel
Castro le permita salir de la isla para conocer
a sus dos nietos.
"Le pedí ayuda al gobierno español
para que ayude al gobierno argentino", confirmó
además Molina, en declaraciones radiales
formuladas desde La Habana.
En tanto, Quiñones le pidió a su
madre y a su abuela, durante un diálogo
telefónico que mantuvieron por medio de
la radio, que "sigan teniendo fe en dios
y en la gente buena del mundo".
"Hemos tenido mucha solidaridad de una buena
parte del pueblo de la Argentina y de mucha gente
en el mundo", destacó Quiñones,
quien ratificó que no está dispuesto
a viajar a La Habana para un encuentro familiar.
El médico argentino-cubano expresó
una vez más "temores" por su
"seguridad" y remarcó: "para
mí sería muy incómodo que
mi madre conozca a sus nietos en una situación
de encierro, porque ellas ni son delincuentse,
ni asesinas, ni ladronas".
"El único pecado que han cometido
es pensar difrente y exprsarse diferente a lo
que quiere el sistema imperante en Cuba",
remarcó.
Además, le pidió a su madre y a
su abuela: "sigan teniendo fe que en algún
momento de la vida nos vamos a poder encontrar
con dignidad".
Quiñones y Molina se pronunciaron de esa
forma, luego de pasar una nueva Nochebuena a la
distancia, mientras se siguen realizando gestiones
para que la médica pueda salir de Cuba
y conocer a sus nietos.
El gobierno de Fidel Castro rechazó un
pedido humanitario de la Argentina en ese sentido
y propuso que Quiñones, junto con su esposa
y sus dos hijos argentinos, viajaran a La Habana.
Pero tanto Molina como Quiñones rechazaron
la oferta, por considerar que el médico
nacionalizado argentino no tendría las
suficientes garantías de seguridad.
En tanto, Quiñones dijo que sus hijos
pasaron la Nochebuena con "una mezcla de
ansiedad y de disgusto", luego de haberse
ilusionado con un encuentro con su abuela para
las fiestas.
El médico indicó: "lástima
que no pudimos estar juntos otra vez, pero bueno,
a veces así son las cosas de difíciles".
"De todas formas la Navidad es Navidad,
independientemente de las personas malas que hay
en el mundo. Dios nació para todos, para
los que lo quieren y para los que no lo quieren",
enfatizó a su vez Molina.
Además, la disidente consideró
que "no hay hombre por muy poderoso que se
crea en el mundo que pueda cerrar una puerta que
Dios no la abra".
En tanto, la abuela de Quiñones, de 85
años, se pronunció a favor de que
su nieto "esté alegre, que Dios da
la alegría al mundo".
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