Cuba desafía los valores
Adalberto Rodríguez Giavarini.
Ex Canciller. Clarín
Digital, Argentina, 17 de diciembre de 2004.
Regalarles a estos pequeños argentinos,
de ascendencia cubana, Roberto Carlos y Juan Pablo,
una Navidad con su abuela y su bisabuela"
rezaba un párrafo de la solicitud del presidente
Néstor Kirchner, dirigida a Fidel Castro,
a la vez que interpretaba cabalmente los supremos
valores humanos rescatados por nuestra democracia
desde 1983.
La decidida acción del Ejecutivo de tomar
las riendas en el asunto y el otorgamiento de
refugio en la Argentina a la disidente Hilda Molina
y su madre enferma merecen -de concretarse- todo
el apoyo de la ciudadanía, lejos de suspicacias
cortoplacistas.
Este caso -aunque implica a una ex parlamentaria
del régimen y prestigiosa cirujana, junto
a su madre en delicado estado de salud y el obligado
llamado a consulta a Buenos Aires del embajador
en La Habana- excede la sola lectura del recrudecimiento
de los desencuentros entre las administraciones
constitucionales argentinas y el comandante cubano.
Su resolución servirá para confirmar
que la sociedad política argentina ha puesto
al tope de la agenda los derechos humanos y que
las diferencias radican en el estilo o metodología,
pero no en el fondo de la cuestión.
El presente caso, por la naturaleza de la relación
que buscó el actual gobierno y la pureza
de los intereses de los involucrados, no se presta
para interpretaciones ideologizadas o de lucha
del poder.
Es una familia que quiere reencontrarse, luego
de diez años en la Argentina, nación
abierta a "todos los hombres de buena voluntad".
Es un conflicto de valores; en consecuencia,
un conflicto político de primer orden que
atenta contra las sólidas creencias que
los argentinos heredamos de los que cruzaron el
mar y las montañas y vinieron a construir
el sueño de una Nación.
Se acerca la Navidad. Desde la Fe y la Solidaridad,
nuestro pueblo siempre demostró una inquebrantable
esperanza en un futuro mejor.
En este contexto es válido recordar que
la mejor forma de ayudar a la reunificación
de la familia Molina en la Argentina es insistir
que esto no es sólo un entredicho entre
gobiernos: es un problema de los más altos
valores, de derechos humanos universales. Los
argentinos anhelamos que esta familia comience
2005 unida en nuestro país.
Copyright 1996-2004
Clarín.com - All rights reserved
|