Castro muestra sus garras
a EE.UU. y le sonríe a la UE
El presidente cubano ordenó
una masiva movilización militar para replicar
a la retórica agresiva de Washington. En
tanto, liberó a 14 disidentes en un gesto
hacia Europa
Infoabe,
Argentina, 16 de diciembre de 2004.
AFP/NA.- En un nuevo capítulo del último
vestigio de la Guerra Fría, que aún
enfrenta a Cuba y los Estados Unidos a casi 15
años de la caída del Muro de Berlín,
Castro ordenó una masiva movilización
castrense para advertir a su enemigo ideológico.
Más de cuatro millones de cubanos fueron
llamados a las armas para participar del ejercicio
"Bastión-2004", destinado a responder
"a las contínuas agresiones y amenazas
del gobierno de los Estados Unidos", según
una nota oficial.
Castro, de 78 años, enfrentó en
sus 45 años en el poder a 10 presidentes
estadounidenses, pero considera a la administración
de George W. Bush como la "más reaccionaria
y agresiva con que ha tenido que lidiar la Revolución
cubana", agregó esa nota.
Desde que Bush asumió la presidencia en
2000, elevó la apuesta de sus antecesores
para deponer al régimen comunista cubano
y reforzó el embargo comercial, político
y económico que Washington impone a la
isla desde 1962.
Esas medidas, sumadas a la "doctrina de
guerra preventiva" anunciada por Bush tras
los ataques terroristas del 11 de septiembre,
y las invasiones de Afganistán e Irak,
elevaron el nivel de alerta en La Habana, que
considera "inminente" una "agresión
militar" a la isla.
En un discurso pronunciado el 14 de mayo pasado,
Castro advirtió a su antagonista que "este
pueblo puede ser exterminado, barrido de la faz
de la Tierra, pero no sojuzgado ni sometido de
nuevo a la condición humillante de neocolonia
de los Estados Unidos".
Siete meses después, la retórica
belicista entre ambos gobiernos se mantiene incambiada,
y el gobernante cubano desempolvó su arsenal
para hacer una demostración de poderío
militar ante los ojos del mundo.
Pero al tiempo que el veterano líder comunista
responde con agresividad a Washington, intenta
recomponer sus deterioradas relaciones con la
Unión Europea, su principal socio comercial
y primer inversor extranjero.
Enfrentado con el bloque europeo desde junio
de 2003 tras un masivo encarcelamiento de disidentes
que derivó en sanciones a La Habana, Castro
busca restaurar el diálogo con la UE y
evitar el aislamiento internacional.
En lo que ha sido considerado como "un gesto"
en ese sentido, el gobierno cubano excarceló
a 14 prominentes dirigentes de la oposición
interna en las últimas semanas, en tanto
en Bruselas la dirigencia de la UE se mostró
dispuesta a "revisar" las sanciones
y normalizar los vínculos bilaterales.
"Cuba no puede pelear en dos frentes tan
grandes al mismo tiempo", sentenció
un diplomático latinoamericano en La Habana,
quien opinó que "la movida de Castro
es acercarse a Europa y promover un choque diplomático
entre Bruselas y Washington" debido a sus
divergentes políticas hacia la isla.
La administración Bush no ve con buenos
ojos la vía del diálogo para incentivar
una apertura democrática en el hermético
sistema político cubano.
El jefe de la misión diplomática
norteamericana en la isla, James Cason, señaló
el martes que "algunos insisten en que el
diálogo con el dictador es esencial".
"Tal diálogo sólo podrá
ser sostenido en los términos del dictador.
No tolerará nada que traiga a colación
los brutales abusos contra los derechos humanos
que se cometen en este país", advirtió
Cason, aunque no aludió en forma directa
a la Unión Europea.
Mientras las consecuencias políticas de
las decisiones de Castro van tomando forma en
opinión de los diplomáticos, los
tanques, aviones, blindados y cañones autopropulsados
recorren la isla palmo a palmo en el marco de
las más grandes maniobras militares de
los últimos 18 años.
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