Opositor Payá denuncia instalación
de escuchas en su casa en La Habana
Notimex en La Habana. La
Crónica de Hoy, México, 15 de
diciembre de 2004.
El principal diplomático
de Estados Unidos en Cuba, James Cason, acusó
al gobierno de La Habana de amenazar a su legación
con represalias por la campaña de Washington
sobre la situación de los derechos humanos
en la isla.
Según Cason, jefe de la Oficina de Intereses
de Washington en La Habana, esa supuesta amenaza
de represalia es debido a "nuestro apoyo
incondicional a la lucha de la valiente sociedad
civil cubana y a la oposición pacífica
y democrática".
"Cualquier acción que se lleve a
cabo contra esta misión o contra su personal
no afectará la determinación"
de Estados Unidos de "defender los valores
democráticos sostenidos universalmente",
agregó en una declaración por escrito.
El texto distribuido a reporteros de la prensa
extranjera indicó que tampoco afectará
la decisión de Estados Unidos de defender
"los derechos humanos fundamentales en Cuba
y alrededor del mundo".
Según Cason, al gobierno cubano le molestó
que la Oficina de Intereses organizó hace
días una fiesta de Navidad para los hijos
de los presos políticos.
Asimismo, una velada durante la cual disidentes
depositaron en un cofre enterrado en el jardín
de su residencia "mensajes para ser leídos
la víspera de las próximas elecciones
democráticas de Cuba".
"Como parte de nuestras celebraciones navideñas,
también pusimos un letrero con el número
"75" con nuestras luces navideñas,
como recordatorio de que aquellos que fueron arrestados
(en marzo-abril de 2003) por pensar y hablar independientemente",
anotó el texto.
Cason leyó la declaración en rueda
de prensa y contestó algunas preguntas
en las que dijo que el sábado último
fue convocado a la cancillería donde le
pidieron que quitara los "objetos" de
Navidad sin decir expresamente que era el número
75.
De acuerdo con el funcionario, le dijeron que
de no hacerlo "habrá consecuencias",
y estimó que su expulsión era una
de "muchas opciones". "No sabemos
lo que piensan hacer", agregó.
Cason señaló que la Oficina de
Intereses se propone mantener sus adornos hasta
una fecha indeterminada.
Negó que la insistencia de Estados Unidos
en que una nación, tanto Cuba como otro
país, debe cumplir con sus obligaciones
en cuanto a derechos humanos, sea una injerencia
en sus asuntos internos.
El documento del representante estadunidense
también desacreditó a quienes insisten
en que el diálogo con Cuba es esencial
para la democratización del país.
"Aquellos que piensen que el diálogo
con Castro producirá importantes mejoras
en cuanto a la situación de los derechos
humanos, nada más tiene que remitirse al
trato de los prisioneros políticos durante
los últimos 45 años", añadió.
Cason ha sido acusado en varias ocasiones por
el gobierno cubano y los medios oficiales de comunicación
de mantener una actitud provocadora, y de que
su misión organiza y financia a los grupos
disidentes en la isla para socavar a la Revolución.
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