Hilda Molina: "Soy una muerta en vida, estoy desesperada"
La médica cubana hizo
un dramático pedido en Radio 10 al régimen
de Fidel Castro para que la autoricen a viajar
a la Argentina para conocer a sus nietos. El Gobierno
hace gestiones
Infoabe,
Argetnina, 5 de diciembre de 2004.
"Mi hijo me habló de las gestiones
intensas del gobierno argentino en diversas instancias
insistiendo, buscando apoyo a muchos lugares",
comentó Hilda Molina, desde Cuba, sobre
la intención de la Cancillería de
reclamar la salida de la médica.
En ese sentido, describió: "Tenemos
una situación desesperada. Como el gobierno
cubano se acogió al pedido de la UE, liberando
a presos con problemas de salud, se espera que
si tuvo respuesta con un continente que no es
el nuestro, esa respuesta de buena voluntad se
tenga con un gobierno americano".
Molina consideró que "el gobierno
cubano siempre predicó la solidaridad"
y que, por eso, "lo lógico es que
tenga la misma actitud ahora".
Acerca de las liberaciones, manifestó
que "es una respuesta de que hay personas
que viven en condiciones mejores".
Explicó que todos los cubanos, para irse,
necesitan un permiso, y confió: "Yo
lo estoy pidiendo desde hace más de 10
años, pensando ir para el nacimiento de
mi nietecito, pero me dijeron que mi cerebro era
muy importante para el país, que no me
podía ir".
Molina expresó que no quiere irse de
Cuba: "Porque soy cubana, y quiero estar
en este proceso tan triste del país. Pero
quiero ver a mi hijo y quiero conocer a mis nietos.
Y que mi pobre madre pueda ver a su familia unida
por un tiempo al menos antes de morir, y después
poder volver a verlos cada tanto, compartir algunos
momentos".
En cuanto a cómo fue su vida en Cuba,
dijo que salió mucho, "por invitaciones
de científicos, a dar conferencias y demás".
Sobre el posterior impedimento a salir, explicó:
"Yo dirigía un centro muy importante
y surge el problema cuando intentan presionarme
para atender mejor a extranjeros que a los cubanos,
me decían que debía ser para gente
de afuera, porque ellos son los titulares del
centro. Pero como yo no podía hacer otra
cosa de la que quería, renuncié.
Y ahí fue como la muerte en vida, yo quería
atender a discapacitados neurológicos cubanos,
y no me dejaron".
Finalmente, Molina admitió: "Estoy
destrozada. Ya son hombrecitos mis nietos. Acepto
el tiempo que me pongan, y estoy dispuesta a someterme
al mismo chequeo médico que le hacen a
presos políticos, y que si no me encuentran
enfermedades no me dejen salir".
Las gestiones oficiales
(EFE).- El canciller argentino, Rafael Bielsa,
manifestó que realiza gestiones ante el
Gobierno de Cuba para que la neurocirujana pueda
dejar la isla y reencontrarse con su hijo, que
vive hace 10 años en Argentina.
"Estamos haciendo gestiones ante el Gobierno
de Cuba para que esto (que Molina pueda dejar
la isla) sea posible (...) Tenemos la esperanza
y una razonable convicción de que pueda
pasar esta Navidad" en el país, dijo
Bielsa en una emisora de radio local.
La neurocirujana, de 61 años, dijo que
su único objetivo es poder visitar a su
hijo, Roberto Quiñones, también
médico y nacionalizado argentino en 1996,
y a sus nietos Roberto Carlos y Juan Pablo, de
nueve y tres años, respectivamente.
Quiñones solicita desde hace 10 años
al Gobierno de turno en Argentina que interceda
ante el presidente cubano, Fidel Castro, para
que dejen salir a su madre de Cuba de forma temporal.
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