Mudo
Fidel
La
Prensa, Honduras, 5
de diciembre del 2004.
La excarcelación de disidentes cubanos
tiene tantos puntos de vista cuantas sean las
posiciones de los analistas, pero lo que está
claro es que la clave para entender este gesto
que ciertamente es más político
que humano, es el propio Fidel Castro quien, igual
que sus funcionarios y medios de comunicación,
todos estatales, ha guardado un sepulcral silencio.
Raúl Rivero es la figura sobre la que
se ha centrado la opinión pública
internacional. El poeta y periodista que recibió
una condena de 20 años de cárcel
regresó a su casa por una decisión
arbitraria, tan aberrante como la misma condena,
puesto que la fórmula jurídica utilizada
es "licencia extrapenal" que es como
la espada de Damocles, pues los opositores pueden
ser devueltos al presidio cuando el tribunal lo
determine.
Además de Rivero, se le concedió
"licencia" al poeta Vázquez Portal,
cuyo caso alcanzó notoriedad cuando fueron
conocidos fragmentos de su diario, sacado clandestinamente
de la cárcel. La única mujer, Marta
Beatriz Roque, entre los 75 opositores condenados
a altas penas también salió del
penal, aunque cualquier actividad en los grupos
que dirige, le señalará nuevamente
el camino al presidio.
El temor de que el economista Óscar Espinosa
Chepe muriese en la celda obligó al tribunal
a ordenar su excarcelación. El periodista
Edel José García es el sexto liberado
durante esta semana.
¿Cómo interpretar estas expresiones
de la dictadura castrista? "Con esta decisión,
las autoridades del régimen no hacen nada
que les deba ser agradecido, sino simplemente
reparan una injusticia que sólo la trascendencia
del propio Rivero había hecho más
conocida que otras tropelías cometidas
contra héroes anónimos que defienden
la llama de la libertad frente a la tiranía",
leemos en ABC de Madrid.
Francia saludó la liberación de
Rivero y llamó a que "todos los prisioneros
de opinión" detenidos en Cuba sean
liberados. También Amnistía Internacional
se alegró de la medida, calificada de "no
suficiente. Quedan todavía más de
60 presos políticos encarcelados, bajo
condiciones que socavan los estándares
internacionales y que menosprecian la dignidad
humana", expresó en un comunicado
el organismo internacional. El Parlamento Europeo
se hizo eco de los acontecimientos: "Es un
paso positivo por parte del gobierno cubano"
que "debe ser seguido por la liberación
del resto de los presos políticos cubanos".
No es casual que las excarcelaciones coincidan
con el debate en la Unión Europea sobre
las sanciones impuestas al régimen castrista
por las condenas, hace más de un año,
a los disidentes. La brutal represión no
midió la reacción de los europeos
en quienes Fidel había tenido sus más
fieles aliados no tanto por ideología o
intereses económicos, cuanto por reacción
a la política norteamericana hacia la isla.
El aislamiento impuesto por la UE que debe seguir
hasta que el último opositor sea liberado,
hace mucho daño al anacrónico y
decadente sistema, que ha encontrado en el gobierno
socialista español un relacionador público
ante la Comisión y el Parlamento de la
Unión.
El presidente hispano José Luis Rodríguez
Zapatero no ha ablandado al dictador. La firmeza
en la denuncia y la indignada reacción
ante la represión han dado algún
fruto hoy. No es el momento de contemporizar.
Europa debe mantener su política común
hacia la isla y rechazar las veleidades y las
sonrisas amañadas de comediantes que como
títeres integran el elenco.
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