El Grupo de Río no se abrió
para Cuba
Propuesta de Brasil pretendía
entablar diálogo con gobierno de Castro.
Algunos países centroamericanos y Uruguay
no cedieron a la iniciativa.
Argentina, Perú y Venezuela eran partidarios
del proyecto.
AP, Efe, Brasilia-Brasil. El
Colombiano, Colombia, domingo 22 de agosto
de 2004.
La falta de libertades políticas volvió
a cerrar a Cuba las puertas del Grupo de Río,
que archivó ayer, al clausurar su XXIII
Reunión de Cancilleres, la posibilidad
de iniciar un diálogo de acercamiento con
el gobierno de Fidel Castro.
En la reunión, de menos de 24 horas que
se inició el jueves en la noche, Argentina,
que asumirá el año próximo
la Secretaría Pro Tempore de este foro
de concertación política, planteó
que era hora de abrirle los brazos a Cuba, único
país latinoamericano excluido de esta plataforma.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil,
Celso Amorim, que en la inauguración de
la cita había planteado esas intenciones,
dijo ayer que la propuesta había fracasado,
menos de 24 horas después de haber sido
formulada.
"Hay diferencias, y las decisiones en este
foro se toman por consenso. No hay consenso y
este asunto se ha dejado para otra oportunidad",
declaró el ministro brasileño en
una rueda de prensa tras la clausura de la reunión.
El subsecretario de Asuntos Latinoamericanos
de la cancillería argentina, Darío
Pedro Alessandro, afirmó que la iniciativa
había tenido "bastante adhesión",
pero admitió que chocó con "algunas"
oposiciones insalvables.
La iniciativa no fue consultada con el gobierno
de La Habana. Nació por iniciativa brasileña
en busca de "un diálogo más
amplio que permita que las cuestiones de nuestro
continente sean resueltas siempre por el diálogo,
la conciliación y la paz, y para evitar
problemas, como han surgido muchas veces, hasta
por malos entendidos y falta de comunicación
entre los países", dijo Amorim.
"No nos corresponde tratar de Cuba en su
ausencia. Lo que aquí se trató fue
el eventual inicio de un diálogo entre
el Grupo de Río y Cuba", añadió
el canciller brasileño al hablar de la
reunión.
Asunto sensible
Según Celso Amorim, "se trata de un
asunto todavía sensible".
El canciller brasileño pareció
aludir a las mismas razones que, en 1988, llevaron
al Grupo de Río a vetar un pedido de incorporación
presentado por el gobierno cubano.
El Grupo de Río fue consecuencia del Grupo
de Contadora, creado en 1983 por México,
Colombia, Panamá y Venezuela para mediar
entre los gobiernos centroamericanos y las guerrillas
de izquierda, que entonces recibían apoyo
del régimen de Fidel Castro.
Fuentes diplomáticas dijeron ayer que
entre los países opuestos a entablar algún
diálogo con Cuba había "algunos
centroamericanos", a los que se habría
sumado Uruguay, que en abril de 2002 rompió
sus relaciones diplomáticas con esa nación
caribeña.
Entre quienes reconocieron que se adherían
a la propuesta estuvieron los cancilleres de Venezuela,
Jesús Pérez, y Perú, Manuel
Rodríguez Cuadros.
Pérez dijo ayer que la parecía
"excelente" la incorporación
de Cuba por lo que podía aportar al Grupo
de Río en función de su "gran
experiencia" en planes sociales.
El canciller venezolano agregó que la
ahora fracasada apertura hacia Cuba iba "en
el sentido de lo que dijo el Papa Juan Pablo II
cuando habló de la necesidad de que Cuba
se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba".
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú
también respaldó la propuesta argentina
y señaló que su país "la
veía con mucha simpatía" y
hasta la consideraba "imprescindible".
Otros puntos
Durante la reunión de dos días que
concluyó ayer, además de Cuba, que
no figuraba en la agenda oficial, los cancilleres
continuaron desarrollando la agenda planteada
en Cuzco, Perú, durante la última
Cumbre presidencial del grupo, en mayo de 2003.
Uno de los asuntos fundamentales fue la posibilidad
de seguir allanando el camino hacia una nueva
arquitectura financiera que libere recursos para
la inversión en infraestructura en América
Latina.
Rodríguez Cuadros explicó que,
en ese sentido, las discusiones se centraron en
la modificación de la contabilidad para
no considerar como gasto la inversión en
infraestructura, como ha propuesto Brasil y la
creación de una Autoridad para Infraestructura
Suramericana, que canalice los créditos
multilaterales y bilaterales.
También en la reunión se trató
la situación de Haití, en el que
actualmente actúan fuerzas de paz de varios
países de América Latina, y se decidió
que se planteará a la ONU que esa misión
tenga como objetivo, además de contribuir
a la pacificación, ayudar al desarrollo
mediante la cooperación técnica.
La XXIII Reunión de Cancilleres del Grupo
de Río fue preparatoria de la Cumbre presidencial
que se celebrará entre el 4 y 5 de noviembre
próximos en Río de Janeiro, donde
nació en 1986.
El Mecanismo Permanente de Consulta y Concertación
Política, está integrado por Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México,
Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay,
Venezuela, República Dominicana, Costa
Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua
y, en representación temporal de la Comunidad
del Caribe (Caricom), Guayana.
Ayuda al lector
Presencia en Haití también fue
discutida
La presencia de una fuerza de paz en Haití
debe ser a largo plazo, tanto como el esfuerzo
para paliar las carencias de ese país.
"Hubo un consenso, en las distintas intervenciones,
que la presencia en Haití es de largo plazo,
la presencia de fuerzas de paz", dijo la
ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Soledad
Alvear.
"No sólo se trata de garantizar la
paz y la seguridad, sino colaborar con el proceso
democrático de Haití, así
como también con todas las carencias que
tiene el país", agregó. Alvear
dijo que en Haití hay "un apoyo que
está dándose por parte de países
de América Latina a una fuerza de paz a
un país de nuestra región y en esa
dirección creo que es un esfuerzo inédito".
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