OLA
REPRESIVA
Nuevas
medidas contra presos de conciencia
LA HABANA, 10 de septiembre (www.cubanet.org)
- Nuevas medidas represivas son aplicadas contra
el grupo de presos de conciencia situados en la
prisión camagüeyana de Kilo 8.
Según noticias hechas llegar por los prisioneros
de conciencia recluidos en Kilo 8, Camagüey,
el nuevo oficial a cargo de ellos en ese penal,
nombrado Julio, les comunicó que en las
próximas visitas familiares los abastecimientos
que lleven para los presos se considerarán
dentro de las treinta libras permitidas de alimentos
y productos de aseo.
Esta medida es considerada por los prisioneros
de conciencia y sus familiares injusta además
de arbitraria, porque el peso asignado actualmente
a los alimentos es insuficiente para un período
que llega a los cuatro meses. A esto se suma el
agravante de una dieta carente de proteínas
y que muchas veces viene mal elaborada, algunas
veces con mal olor y otras en mal estado, lo que
pone en peligro la salud de los encarcelados.
Lo que ha preocupado más a los prisioneros
de conciencia es la asignación de un preso
común nombrado Argelio alias El Tabaquero,
para la limpieza del área de celdas ocupadas
por ellos. Según los testimonios de los
disidentes, este preso se presentó el primer
día en el lugar enarbolando provocativamente
un palo en la mano y haciéndolo sonar contra
los barrotes. No obstante las quejas que al respecto
hicieron llegar a un oficial nombrado Roca, al
día siguiente el recluso repitió
su "hazaña" portando un palo
de mayor tamaño.
El objeto que Argelio exhibía últimamente
era una cuchilla. Es una situación muy
extraña en un lugar donde se requisan las
propiedades personales de los presos de manera
tan minuciosa. También resulta contrastante
que mientras este hombre puede llevar consigo
de manera evidente un instrumento tan peligroso,
y camine por la prisión como un empleado
más, a hombres pacíficos, apresados
por el único delito de pensar, se les trata
como si fueran reos de alta peligrosidad.
Regis Iglesias Ramírez, aquejado de un
proceso gripal, recibió como tratamiento
algunas píldoras de un compuesto conocido
como CONGRIP. Días después se le
dijo que no podían seguir suministrando
ese medicamento ni otro similar, porque se había
agotado su existencia en la enfermería.
Sin embargo, cuando los familiares han tratado
de hacer llegar medicamentos a los encarcelados,
no se les han aceptado con la justificación
de que el dispensario de la prisión está
cubierto con todo tipo de fármacos necesarios.
Otro aspecto reflejado por los presos es la befa
de que son objeto cuando van a adquirir cigarrillos
en la oficina de finanzas. Durante las visitas
de sus familiares, en ese lugar quedan depositados
ochenta pesos, que supuestamente les posibilitan
adquirir cigarrillos por una cantidad de veinte
pesos cada mes. Pero la funcionaria encargada,
o bien no se encuentra cuando a ellos se les permite
ir al local, o si la encuentran busca algún
pretexto para no atenderlos. Esto además
de burla, es una extorsión.
Otras quejas recibidas son las ofensas verbales
por parte de algunos oficiales, como la inferida
a Omar Rodríguez Saludes, de carácter
atentatorio sobre la moral de su madre. También
señalan los actos de provocación
durante las celebraciones religiosas hechas por
ellos y que al parecer les han sido suspendidas.
Estas medidas tomadas en los últimos días,
al parecer responden a la frase pronunciada por
el actual oficial responsable, de que "este
año va a ser de fuego" para estos
presos. Las razones del recrudecimiento del trato
no se conocen. Pero los familiares y compañeros
de los prisioneros de conciencia hacen responsables
de la integridad física y psíquica
de los encarcelados, al gobierno cubano y a los
letrados que cooperaron en aplicar leyes represivas
y arbitrarias que les han colocado en la situación
actual. Parafraseando uno de los lemas proclamados
por las Madres de la Plaza de Mayo, los familiares
cubanos dicen que "sanos se los llevaron,
sanos nos los tienen que devolver." cnet/43
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