OLA REPRESIVA
Consejos útiles de un claustrofóbico encarcelado
SANTA CLARA, octubre (www.cubanet.org)
- Coincidiendo con la fecha patria en que se entonó
nuestro Himno Nacional por primera vez en Bayamo,
el preso de conciencia José Miguel Martínez
Hernández, director de la biblioteca Juan
Bruno Zayas, de Quivicán, provincia La
Habana, y miembro del Comité Gestor del
Proyecto Varela en ese territorio, sancionado
a 13 años de cárcel, envió
desde Kilo 8, prisión ubicada en Camagüey,
algunos consejos útiles a José Luis
García Paneque, miembro de la misma causa,
sancionado a 24 años de prisión
y encarcelado en la prisión de Jóvenes
de Santa Clara, quien también padece de
claustrofobia.
"Yo también soy un hombre que padece
de claustrofobia. Debo dar las gracias al Señor
porque a través de él he encontrado
la paz y la mansedumbre necesarias para sobrellevar
la situación en que me encuentro. Te cuento,
hermano, que he logrado superar esa insignificante
barrera que antes veía delante de mí,
como Don Quijote veía a los molinos de
viento; por eso quiero compartir contigo mi experiencia
para vivir con la esperanza de haberte ayudado."
1ro. Busqué salirme mentalmente del lugar
que estaba y reflejar en mi psiquis lugares abiertos
como parques, playas, etc, junto a mis familiares;
no todo el tiempo, sino un rato en forma de diversión.
2do. Limpio mi celda cada día como el
cuarto de mi casa. Aprendí a verlo como
un apartamento chiquito donde estaba viviendo
por ahora, con un letrero que dice: se permuta,
busco ampliación.
3ro. Le pedí fotos a mi esposa, las que
me acompañan siempre y aunque no las tengo
afuera todos los días, las saco a cada
rato para sentirme como en familia al crear un
ambiente acogedor.
4to. Siempre he estado consciente de que nos
espera un futuro mucho mejor, por eso necesitamos
resistir y ponernos fuertes.
5to. Me hice el firme propósito que "esto"
es transitorio y circunstancial. Todo quedará
atrás como en el pasado imperfecto.
6to. Busco entregarle toda la tranquilidad a
y felicidad a mi esposa e hijos y demás
familiares, sabiendo que pertenezco a ellos más
que a mí mismo, porque el amor que por
ellos siento es tan grande que no permite tristezas,
para saberlos felices y orgullosos de mí.
7mo. Pienso que no soy menos que los demás
porque si hay otros hombres que lo han logrado,
yo también lo puedo lograr.
8vo. Cuando escucho la radio de lejos, bailo
como si lo hiciera con mi amada esposa.
9no. Leo mucho, especialmente cosas alegres y
pintorescas.
La carta de bibliotecario independiente termina
diciendo: "Hermano, estos subterfugios yo
los he utilizado y me han dado resultados positivos,
sin olvidar que diariamente al despertarme le
pido a Dios por el nuevo día y le doy las
gracias por el nuevo amanecer. El me infunde aliento,
aunque ande en valle de sombras o de muerte, porque
Dios adereza mesas en presencia de mis angustiadores".
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