SOCIEDAD
La broma
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org)
- Después que Juanito cumplió dos
años en la prisión, acusado de "burlarse
del proceso revolucionario", se transformó
en un mendigo. Comenzó a vagar por las
calles de Cárdenas, su ciudad natal, sin
afeitar y transpirando un rancio mal olor.
Antes era un hombre común, aunque excesivamente
rutinario. Para él no existían más
que dos funciones cotidianas que cumplía
a cabalidad: día por día conducía
un camión colector de basura de la empresa
estatal de servicios comunales; y por las noches
iba a visitar a familiares y amigos.
Pero una mañana invernal, finalizando
1983, pronunció una frase que le trocó
su destino para siempre.
Por aquellos días, en Granada, esa preciosa
islita del Caribe, había sido derrocado
el gobierno de marxista Maurice Bishop, quien
fue ejecutado por sus adversarios. La crisis desembocó
en incontrolables disturbios que obligaron a la
intervención del ejército norteamericano.
Como consecuencia, la mayoría de los cubanos
que integraban un contingente militar al mando
del coronel Pedro Tortoló -encargado de
defender a cualquier precio el terruño
comunista-, para escapar de la escaramuza, tuvieron
que correr hacia donde pudieron.
Eran las 7 de la mañana, hora de entrar
al primer turno. Juanito marcó en la tarjeta
la llegada y le dijo al ayudante con tono serio:
"Apúrate que hoy tenemos mucho trabajo:
recoger la porquería que dejaron los cubanos
en Granada".
El chiste fue tomado con risas, sonrisas y tiesura
por los cuatro o cinco que lo escucharon.
Al siguiente día lo llamaron a una oficina
de la dirección del centro, donde lo esperaban
el compañero administrador, el compañero
secretario del núcleo del Partido Comunista,
otro compañero representando a la sección
sindical y dos desconocidos. Después que
le hicieron varias preguntas relacionadas con
la mofa, le comunicaron que sería expulsado
del trabajo. Unos días más tarde
llevaron a su casa una citación del tribunal
municipal donde se le comunicaba que se abriría
un proceso judicial en su contra, y que el testigo
acusador era su ayudante. cnet/07
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