SALUD PUBLICA
Sistema de salud en crisis: los que se van y los
que se quedan
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org)
- Ya preparan los bultos y se despiden de familiares
y amigos los cubanos y cubanas que integran el
contingente de cinco mil médicos que partirán
en breve a prestar sus servicios en Venezuela.
Estos no llevan como misión matar o ser
muertos en tierras y guerras ajenas, como los
internacionalistas de los años setenta.
Los de ahora van con buena preparación
y mejor disposición a salvar vidas, aunque
no falten los que en el fondo de su alma sientan
preocupación por su integridad personal,
al pensar en la convulsa situación venezolana.
En las dos épocas las misiones persiguen
un fin político, declarado o no, tras el
cual, y según la interpretación
marxista, se persigue "en última instancia"
un fin económico. Ayer, contentar a la
madre patria soviética suministradora de
grandes subsidios. Hoy, a la hermana Venezuela
de Chávez, que envía al gobierno
cubano toneladas de barriles de petróleo
a presos diferenciados.
Como en casi todas las personas, altruismo y
convicción aparte, los antiguos y los actuales
internacionalistas persiguen ventajas personales
como resultado de sus acciones. Es que a lo que
en psicología se denomina como gratificación
inmediata escapan pocos desde la cuna hasta la
tumba, independientemente de concepciones y pertenencias
preferentes.
Uno de los móviles materiales que confiesan
muchos internacionalistas de estos tiempos es
la posibilidad de obtener artículos a los
que en su país no tienen acceso, debido
a lo deprimido de los salarios, o por sus altos
precios en relación a los que tienen en
los lugares de destino. Entre sus aspiraciones
se encuentra comprar artículos que, como
videos o computadores personales, no son legalmente
vendidos en la Isla.
Según se dice, han prometido a los aspirantes
a internacionalistas que podrán traer de
regreso un equipo de video, un televisor y una
computadora personal por persona. También
podrán obtener el "derecho" a
comprar un automóvil aquéllos que
reúnan el dinero suficiente para ello durante
el cumplimiento de su misión.
La partida de algunos hacia Venezuela y de otros
hacia los centros de preparación en Cuba
ha dejado puestos vacantes en sistema de salud,
sin sustitutos, y al menos de momento, ha creado
malestar y preocupación entre la población
afectada.
Luis Díaz Sánchez, residente en
Guantánamo, presidente en funciones del
Movimiento Cubano Jóvenes por la Democracia,
informó que es comentario popular en su
pueblo que "se llevan a los mejores para
Venezuela, ¿y nosotros qué?",
refiriéndose a los servicios de salud,
ya precarios en toda la Isla.
También en el municipio Mariel, al noroccidente
de la provincia Habana, se ha podido constatar
un estado de ánimo similar. La población
manifiesta su inconformidad al saber los nombres
de los que se van.
Una vecina de Cabañas, municipio Mariel,
manifestó: "No hay médicos
en ningún consultorio del pueblo".
Esto fue verificado por quien reporta, que pudo
escuchar otras manifestaciones de descontento
entre los pacientes que se retiraban frustrados
al encontrarse sin profesionales que los atendieran
en los consultorios.
Ya se empiezan a sentir los efectos de la proporcionalidad
inversa entre "los que se van y los que se
quedan", según la formulación
de un habitante de Cabañas. cnet/38
|