SOCIEDAD
Elsa: una calle y una nueva situación
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org)
- Elsa Esther Vizcaíno Pulido reside en
el reparto Poey, a un costado de la Quinta Canaria,
en el municipio Arroyo Naranjo.
Ella es lo que en Cuba se puede llamar una revolucionaria.
Elsa fue nueve años presidenta de un Comité
de Defensa de la Revolución (CDR), ha donado
su sangre en 38 ocasiones en las campañas
que al respecto hacen los CDR. En cierta ocasión
llegó hasta nivel provincial en la selección
para integrantes de la Asamblea Nacional del Poder
Popular. Tiene una hija militante de la Unión
de Jóvenes Comunistas que estudia en la
escuela Lenin.
Pero todo cambió abruptamente para Elsa
después que en la Asamblea de Rendición
de Cuentas del delegado del Poder Popular con
sus electores en su circunscripción, el
pasado día 8 de octubre, contestó
de forma áspera, utilizando algunos improperios,
a una funcionaria del Poder Popular del municipio
Arroyo Naranjo, que aseguró: "Vamos
a ampliar la calle aunque Elsa no quiera".
Personas que conocen los antecedentes afirman
que la funcionaria se estaba refiriendo a una
estrecha y corta calle que existe entre el patio
de Elsa y la Quinta Canaria. Para ampliar esa
vía, Elsa tenía que permitir que
tumbaran el muro de su patio y ceder algo de ese
patio, a lo que se ha negado rotundamente.
Elsa, a petición de la funcionaria, fue
sacada de la asamblea por el jefe de sector de
la policía y llevada a su casa. Pero cuando
todo parecía indicar que el incidente no
iba a trascender, un rato después, dos
agentes de la policía llegaron a su casa
y condujeron a Elsa en un auto patrullero a la
estación policial conocida como El Capri.
Ahí la tuvieron una semana en un calabozo,
acusada al principio de atentado a un funcionario
del Estado, aunque luego la acusación cambió
a desacato.
Un abogado que contrató la familia había
asegurado que eso no pasaría de una multa.
Una de las personas que presenció el juicio
dijo que el letrado había realizado una
magnífica defensa, haciendo mención
a que seguramente la sangre que Elsa había
donado en tantas ocasiones ayudó a salvar
varias vidas, y que su actitud última era
debido a que había perdido la paciencia,
como la puede perder cualquiera, con tantas presiones
ejercidas sobre ella para que permitiera derribar
el muro del patio de su casa.
El alegato no sirvió para mucho. Elsa
fue condenada, en juicio sumario, a un año
de prisión y ahora está en la cárcel
Manto Negro.
Los que conocen de primera mano la situación,
dicen que el problema fundamental de Elsa es que
tiene una hija residente en Italia, país
que visitó recientemente durante tres meses.
También que ha reparado y embellecido su
casa, y que Elsa ya no parece ser la misma.
Uno de los últimos empleos que tuvo Elsa
fue en las oficinas de distintas prisiones en
Ciudad de La Habana. Se supone que tuvo muy buenas
relaciones con el ministerio del Interior. Dicen
que cuando alguien se acercaba a ella manifestándole
preocupación por algún preso, alegando
que estaba en la cárcel deforma injusta,
ella siempre respondía: "Si está
preso es porque hizo algo. Aquí no se sanciona
a nadie injustamente".
¿Pensará de la misma forma en la
actualidad? cnet/13
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