SOCIEDAD
El libro más manoseado en Cuba
SANTA CLARA, octubre (www.cubanet.org)
- Según el diccionario manual de la Lengua
Española "Cervantes", de F.A.
Francés, un libro es "un volumen formado
por cierto número de hojas de papel cosidas
y encuadernadas", por lo que se me antoja
pensar que la Libreta de Abastecimiento de productos
alimenticios, es también un libro, el más
manoseado de cuantos se han editado en el país.
Este libro es también un best seller,
pero muy singular, porque a diferencia de otros,
se ha editado anualmente y consecutivamente por
40 años. Mide 13 centímetros de
largo y poco más de 8 de alto, y sus 36
páginas están sujetas por dos presillas
metálicas. Su portada, de color cartucho,
tiene impresas las siglas CI y un número
de 6 dígitos. La parte superior derecha
está reservada para identificar el número
del núcleo familiar en tres casillas, debajo
un cuadro de 3 por 4 centímetros cuyas
funciones se desconocen, y a la izquierda aparece
su verdadero nombre: Control de Venta para los
Productos Alimenticios. Con la aclaración
de que esta libreta no constituye un documento
de identificación.
La Libreta nació en los primeros años
de la década del 60 cuando se establece
la OFICODA y comienzan las incautaciones de las
bodegas y comercios. Su terminología aporta
cubanismos de buena ley, que ocupan un lugar destacado
entre las creaciones léxicas y semánticas
que la Revolución Cubana ha aportado al
lenguaje común de la población.
Surgida con el supuesto objetivo de entregar equitativamente
y de forma racionada los productos alimenticios
de primera necesidad, coincidió históricamente
con el contagio de la vorágine aportada
por la Revolución, que pasó de la
efervescencia al estupor popular.
Posiblemente las bisoñas "tarjetas
de la bodega" no fueran iguales a las actuales,
al tener un espectro más amplio de productos,
pero lo cierto es que en los últimos años
todas son iguales. En el reverso de la portada
se aprecia el número de la oficina, bodega
y el núcleo, su fecha de expedición
con el correspondiente año y como si fuera
poco el control, pide el nombre del jefe del núcleo
y la dirección. La primera página
y las centrales constatan los miembros del núcleo,
edades, sexo, actualización del "plan
jaba", etc.
Pudiera describir una por una de las hojas de
este libro, pero son muy aburridas las clasificaciones
y divisiones. Tomo mi libreta -para un núcleo
familiar de cuatro personas- en un mes cualquiera
del año en curso, digamos el 8vo mes, agosto,
mes caluroso y de receso escolar.
Leo ahora los jeroglíficos de la bodeguera
más ineficiente que he conocido en la vida,
excepto para las cuentas a su favor, la comida
y el chisme, pero es ella desgraciadamente la
que me ha tocado. Arroz, 20 libras. Granos 4 libras,
Aceite 2 libras, azúcar blanca 8 libras,
azúcar prieta 12 libras, sal 4 libras,
café 12 onzas en las tres entregas y cigarros
fuertes 6 cajetillas. Obsérvese el promedio
para cuatro personas, y la ausencia total de jabón
y detergentes, fósforos y pasta dental.
En otras páginas consta la entrega de 2
botellas y media de alcohol y 6 litros y cuarto
de kerosene como combustible. Las proteínas
tuvieron dos entregas según consta en la
página 26, el día 8 entregaron 4
libras de picadillo de soya y el día 20,
cuatro libras de mortadella. Curiosamente, septiembre
está finalizando y aún no han entregado
nada de cárnico...
¿Crisis? Sí, pienso que es permanente.
Los huevos vinieron a la bodega en dos ocasiones,
repartidos a 3 por persona y el pan de 5 onzas
es repartido diariamente. El otro producto que
recibimos en mi núcleo es el yogur de la
niña, 3 veces por semana, apuntado en la
página 25.
La pregunta entonces es evidente... ¿Para
qué tantas páginas en la Libreta
de Productos Alimenticios? Y surgen otras. ¿Para
cuántos días alcanzan los alimentos
entregados por la canasta básica del cubano?
¿Cómo la familia cubana resuelve
los otros productos indispensables? ¿Cuánto
es el valor de los productos del agro, los cárnicos
y los dolarizados que se pueden adquirir por la
libre? Así estaríamos todo el día
buscando respuestas a preguntas sucesivas.
A pesar de la escasez de los productos regulados,
los cubanos debemos ir una o dos veces al día
a las bodegas en busca de uno u otro alimento,
al menos con el pan, aunque a veces llega tarde
en la tarde lo que provoca continuos descalabros.
Se puede percibir, pues, la ironía que
representa este artefacto llamado "libreta
de abastecimiento", por demás, debido
a su uso desmedido, lo catalogo como el libro
más manoseado por los cubanos. Personalmente
estoy esperando la publicación de los datos
del censo de población y vivienda realizado
el año pasado, para sacar algunas cuentas,
porque si cada núcleo tiene una libreta,
será muy fácil determinar la frecuencia
del uso de la susodicha tarjeta. cnet/46
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