SOCIEDAD
El desglose de las viviendas: una pobre solución
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org)
- Acosados por el déficit de viviendas
y el deterioro habitacional del país -incrementados
en la última década- los cubanos
acuden al "desglose" de las viviendas
buscando una solución personal a una problemática
nacional.
Desglosar una vivienda -según definición
técnica- es dividir el domicilio en dos
o más partes, a solicitud del propietario,
siempre que éstos reúnan los requisitos
exigidos para ser divisible, entre ellos tener
más de 25 metros cuadrados de superficie
útil en cada parte-apartamento, y poseer
en cada uno un baño, una cocina y los servicios
independientes de agua, electricidad y alcantarillados.
También los desgloses tienen otra interpretación
populares: la mejor solución legal para
detentar un pequeño hogar sin pasar por
el infortunio de construirlo; cuando se conoce
que las autorizaciones para construir, las limitaciones
económicas de la población y la
carestía de los materiales constructivos
(cemento, áridos, cabillas, etc.) reducen
al mínimo, a los nacionales, la posibilidad
de vivir en una vivienda nueva.
Otra definición dada al desglose podría
ser una alternativa para destrozar la arquitectura
urbana; si se tiene en cuenta que muchas viviendas,
consideradas patrimonio en cuanto a belleza arquitectónica
y de época, a consecuencia de las múltiples
particiones sufridas devienen en las denominadas
cuarterías o solares (ciudadelas) y en
las barbacoas (divisiones rústicas entre
pisos), que aceleran el deterioro habitacional
urbano, y provocan derrumbes, incendios, tupiciones
en las redes de agua potable y albañales;
roturas de la vía pública y muchas
otras desgracias sociales.
Lo verdaderamente real es que el desglose de
vivienda -como hecho social contemporáneo-
está implementado para amortiguar la severa
crisis en que está sumido el país
en el sector de la vivienda y para que las nuevas
generaciones de familias -hijos, nietos y otros-
procreadas bajo un mismo techo puedan tener alguna
privacidad en apartamentos contiguos y separados
por paredes.
Para obtener la autorización de desglose
a una vivienda hay que ajustarse estrictamente
a las leyes, decretos y ordenanzas impuestas por
el Instituto Nacional de la Vivienda (INV), el
Instituto de Planificación Física
(IPF), las direcciones provinciales de vivienda
(DPV) y las direcciones municipales de vivienda
(DMV); instituciones estatales que, en esencia,
constriñen a los ciudadanos en cumplir
lo que legislan.
Los requisitos para el desglose o división
son los siguientes:
- Escrito de solicitud.
- Sello de diez pesos.
- Documento legal (propiedad de la vivienda que
se pretende desglosar).
- Dictamen técnico de desglose.
- Croquis y tasación de desglose.
- Estado civil (certificación de matrimonio,
de divorcio o de defunción).
- Acreditar parentesco con el propietario, si
existe, con el conviviente a separar.
Los trámites burocráticos son molestos
en demasía, con su extrema morosidad y,
a consecuencia del sistema instituido por las
mencionadas organizaciones afines, y el alto índice
de restricciones y prohibiciones burocráticas,
favorecen a funcionarios intermedios que cobran
por agilizar gestiones y trámites, obteniendo
beneficios económicos o materiales (dinero,
alimentos, ropas, etc.).
Mayito vive en un apartamento ubicado en la segunda
planta de una vieja casona, con más de
un siglo de fabricación, en el municipio
Habana Vieja, zona densamente poblada. La vivienda
de Mayito consta de una sala de 1.80 metros de
largo por 1.40 de ancho, y una cocina comedor
de 1.80 metros de largo por 1.00 metro de ancho.
El baño es compartido con los inquilinos
de los restantes ocho apartamentos que componen
la ciudadela, similares y continuos uno del otro.
En el exiguo apartamento cohabitan Mayito, su
ex esposa, su hija de 14 años y la hijastra
de treinta y tantos. Unos años atrás,
Mayito construyó una rústica barbacoa
de madera sobre la sala, y estableció allí
el dormitorio común, en donde no se puede
permanecer de pie por la baja altura del techo.
Lo peor de la historia aconteció hace
pocos meses, porque tras el divorcio de ambos
llegaron las desavenencias familiares, y para
darle alguna solución al asunto, decidieron
desglosar la propiedad. Ahora el domicilio de
Mayito es la barbacoa (la parte de arriba de la
sala), y la sala (la parte de bajo de la barbacoa)
pertenece a los tres restantes miembros del núcleo.
La cocina comedor es para todos.
Hoy, el desglose de vivienda sólo es un
paño tibio a la creciente insalubridad
y a las influencias negativas que inciden en la
psicología de la familia cubana, generadas
por la falta de un hogar propio. cnet/07
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