AGRICULTURA
Tratan de hacer producir tierras del estado
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org)
- El gobierno de Cuba ha decidido entregar, en
calidad de préstamo, a través de
la Asociación Nacional de Agricultores
Pequeños (ANAP), hasta una caballería
de tierra ociosa a los campesinos que así
lo deseen.
El martes 16 de septiembre, en horas de la tarde,
se efectuó una reunión presidida
por miembros de la dirección de la ANAP
en la zona, con campesinos del municipio Güines,
en la provincia La Habana. Más de cien
pequeños agricultores fueron convocados.
Sólo asistieron treinta.
Las tierras a prestar pertenecen a empresas agrícolas
que no han podido ponerlas a producir, y calificadas,
en el argot campesino, como "perdidas de
yerbas y marabuzales".
El campesino que adquiere esas tierras en préstamo
puede utilizarlas para sembrar los productos que
él decida, o bien para la cría de
animales.
Hasta ahí la situación parece digna
de encomio. Pero, ¿cuáles son las
condiciones básicas de ese préstamo
o de ese negocio? De acuerdo con tres de los campesinos
que estaban presentes en esa reunión de
Güines y que temen dar sus nombres, las condiciones
son las siguientes:
El agricultor que obtenga esas tierras tendrá
que explotarlas con sus propios recursos. Durante
el primer año las ganancias, si hay alguna,
serán todas para el campesino. Durante
el segundo año le tiene que entregar el
diez por ciento de lo producido a la empresa agrícola,
que es estatal.
Al tercer año, el Estado se quedará
con el 20 por ciento, al cuarto con el 30, al
quinto con el 40. Y a partir del sexto año
el 50 por ciento será para el Estado.
Y luego decidimos que la iglesia, en tiempos
pretéritos, cobraba el diezmo, que los
señores feudales y los reyes imponían
altos tributos a los campesinos, y que el Fondo
Monetario Internacional hace préstamos
leoninos.
En esta reunión, los que estaban haciendo
la proposición de préstamo dijeron
que, lógicamente, quedaba prohibido utilizar
las tierras para sembrar plantas de las que se
pudieran obtener drogas tóxicas, a lo que
un campesino argumentó que lo primero que
había que hacer era mostrarles esas plantas,
porque ellos ni siquiera las conocían.
Hasta ahí fue la participación campesina.
Ninguno de los posibles beneficiados con el préstamo
de tierra se interesó en obtenerlas, porque
al decir de uno de los que relató lo acontecido
en esa reunión, "una cosa es ser campesino
y otra dejarse explotar descaradamente así
como así". cnet/13
|