SOCIEDAD
No "marcarse"
LA HABANA, octubre (www.cubanet.org) - El cubano
lleva más de cuarenta años cediendo
espacio, derechos, para "no marcarse"
con alguno de los san benitos que impone el régimen
a quien se aparte siquiera mínimamente
de la ortodoxia oficial. Las etiquetas -que implican
el rechazo y la marginación social- pueden
ser de gusano, escoria social, fullero, traidor,
mercenario, entre otras. Valga decir que la acción
discriminadora al ciudadano convertida en política
oficial, abarca todas las esferas de la vida social,
no sólo la política, auque esta
aparece imbricada en todos los acontecimientos
del país.
Mediante toda una treta de silogismos traídos
por los pelos, setenta y cinco opositores pacíficos,
incluidos comunicadores independientes fueron
sentenciados a largas condenas de prisión
en inmundas celdas, en los procesos antijurídicos
de abril. Para todos ellos, con unanimidad, se
ha reservado el san benito de traidores a la patria
y mercenarios, a sabiendas de la carga semántica,
conceptual, que ambos términos despectivos
conllevan, si bien llama la atención que
no se califica al Grupo de los 75 con las expresiones
peyorativas de "gusano" y "escoria",
reservadas, al parecer, a personas menos relevantes,
menos conocidas o desafectas al régimen.
Estas disquisiciones vienen al caso con la campaña
que en todo el país realiza el gobierno
a través de los sindicatos oficiales para
que los trabajadores de aquellos centros que perciben
una parte del salario en dólares -el llamado
estímulo- den una propina mensual, "voluntaria",
en esa moneda, para adquirir medicamentos en el
exterior para la atención hospitalaria
de niños que padecen cáncer.
"Visten la succión de divisas con
un ropaje altruista -opinó un trabajador-
¿quién puede negarse? Si no lo das,
ya tienes un démerito en tu expediente
laboral que aparecerá en cada paso que
des en la vida. Entonces callas para no 'marcarte'.
Quizás, como es para ayudar a Salud Pública,
lo das con satisfacción, pero sabes que
te están manipulando. Llegó la propina
para quedarse, como la cuota mensual obligatoria
del sindicato y las Milicias de Tropas Territoriales,
y el 4 por ciento para la industrialización
-hace más de cuarenta años- y que
aún se cobra".
Pero al Grupo de los 75 no les importó
"marcarse", como tampoco a los miles
que cada vez más abiertamente están
"marcados" y para los cuales no son
suficientes las más de 200 cárceles
cubanas. Porque "marcarse", o no "marcarse"
es, sobre todo, un asunto de conciencia que reclama
una postura: sacar de dentro el policía
que el régimen ha impuesto a cada cubano.
cnet/12
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