DESDE
LA CARCEL
"Me siento inaugural para la lucha": Manuel Vázquez
Portal
LA HABANA, 1 de octubre (www.cubanet.org) -
El poeta y periodista independiente Manuel Vázquez
Portal, que cumple una sanción de 18 años
de prisión en la cárcel santiaguera
de Aguadores, envió a su esposa, Yolanda
Huerga, una carta en la que expresa sus convicciones
y su firmeza:
Cárcel de Aguadores, 15 de septiembre
2003
Sra. Yolanda Huerga Cedeño.
Pucha querida:
¿Será Cuba sólo ese tráfago
de tiranos, cada vez más crueles, herencia
abrumadora que nos legara una metrópoli
ferozmente absolutista cuando el "descubrimiento"
de nuestra atribulada, dolida isla?; ¿será
sólo esa ecléctica mixtura de razas
bullangueras e irresponsables carentes de identidad
propia y que, como famélicos perros vagabundos,
siguen la primera mano que les lanza un hueso
ya roído, o les da un silbido de pestilente
y ajena ideología; ¿será
acaso sólo el histrionismo payasesco tropical
para turistas peseteros que arriban solamente
tras las huellas de meretrices baratas, o ese
mismo histrionismo con aires de solemnidad, que
persiguen caudilluchos populistas y seudo mesiánicos
que vienen a pavonearse junto a una historicidad
decadente, porque, en el fondo sólo aspiran,
como su ídolo, a perpetuarse en el poder?
No puede ser.
Poseemos también una herencia de fundadores
hidalgos que fueron capaces de incendiar la ciudad
donde nacieron ¡donde naciste! antes que
rendirla al opresor; de padres adelantados capaces
de enseñarnos a pensar, a ser nosotros
mismos, de jóvenes altruistas y románticos
capaces de inmolarse en la siempre sacrificial
piedra de la Patria honrosa, de artistas eméritos
que han ennoblecido nuestro espíritu con
sus versos, sus arpegios, sus colores. ¿Por
qué entonces esta timoratez que nos consume,
por qué esta docilidad que nos mantiene
con la cerviz a ras del suelo, por qué
esta indecisión o indiferencia que nos
carcome? ¿Alguna tiranía lo había
logrado antes, y por tanto tiempo?
Es, Pucha mía, que la tiranía actual
es más sutil, sofisticada, sibilina, dúctil
de jugadas, despiadada, inescrupulosa y cruel
que todas las anteriores. Párvulos fueron
Machado y Batista, niños caprichosos e
ingenuos. Esta tiranía se estableció
contaminada -diríase infectada- por el
comunismo ruso -el mismo que infectó toda
la Europa Oriental- con su carácter sátrapa
y tenebroso. Tiranía totalitarista que
crea en los súbditos el servilismo perruno
y en los poderosos la prepotencia, la arrogancia
y la impunidad, un totalitarismo que ha robado,
con su pillaje enmascarado de ley, el honor, la
libertad, la vida, sin dejar alternativa alguna
a las víctimas que hemos sido, que somos.
De la misma manera que Lenin, a la cabeza de los
bolcheviques, abortó la revolución
burguesa rusa, los barbudos enrojecidos, no por
el sol caribeño, sino por la tóxica
ponzoña de una ideología espuria,
malograron la nuestra. ¿Qué pensarían
hoy nuestros antecesores sacrificados en pos de
decapitar la tiranía anterior, al sentirse
colaboradores involuntarios de una nueva y más
devastadora tiranía? ¿Cómo
se comportarían hoy tus tías Blanquita,
Yolanda y el dueño de Radio Angulo en Holguín,
estaríamos a su altura, no resultaríamos
opositorcitos políticos, casi ridículos
ante ellos? Creo que estamos inmersos en el minuto
glorioso. Si nos dejamos invadir por el miedo
que corroe los huesos de los cubanos -como único
amparo frente a la bestialidad gubernamental.
Si permitimos que la incuria frente a las angustias
de la nación que aplasta a los ciudadanos
nos circule por la sangre, estaremos traicionando
a Blanquita, a Yolanda, a Angulo, en última
instancia a Mamaté. ¿Tuvo Blanquita
temor al expulsar de su casa a generales y embajadores
del poder cuando se sintió usada, manipulada,
traicionada por ellos -preguntadle al general
William Gálvez? ¿Por qué
tendremos nosotros miedo de expulsar de la casa
común -la nación- a quienes nos
usan, degradan, manipulan y traicionan. ¿No
te parecería más digno morir?
Amor, no quisiera parecerte falsamente apostólico,
o en el peor de los casos, pedante, pero ahora
comprendo mucho mejor que la rebeldía no
es privativa de la juventud. Desde mis cincuenta
y dos años me siento inaugural para la
lucha, imberbe para las utopías decorosas
y verdaderamente fructíferas, mozo para
los anhelos que borren las tinieblas. Carlos Manuel
de Céspedes cuando se levantó en
La Demajagua también sobrepasaba los cincuenta,
¿será que éramos, tanto él
como tú, como yo, rebeldes desde la infancia?
La cárcel no me ha doblegado, al contrario,
me ha radicalizado aún más y clarificado
mis ideas. Aquí la meditación y
la reafirmación personal se tornan casi
manías. Hoy conozco mejor, en más
detalle, la rémora que significa para el
desarrollo de Cuba el actual régimen. Un
régimen que más que sistema de gobierno
es una -poco valiosa por cierto- pieza de museo,
un fósil vivo que se tambalea, trastabilla,
se interpone al tránsito hacia un siglo
nuevo, una existencia nueva a la que el mundo
entero se ha insertado ya. ¿Qué
momia anacrónica y vampiresca es ésta
que nos estanca, descarría y deja exánimes
mientras la felicidad se nos escabulle? ¿Permitiremos
que nos desangre totalmente mientras el mundo
se revive después de un siglo con dos guerras
mundiales y una guerra fría donde estuvimos
al borde del holocausto? Así no será.
Estar vivo, aunque encarcelado, es luchar. El
pueblo, también en la ergástula
ya visible de la tiranía, también
luchará. Las pulsaciones gubernamentales
se están acelerando por días, la
presión aumenta vertiginosamente, huele
a cadáver, el infarto es inexorable. El
viejo, desgastado, turbulento corazón de
la dictadura -¿habrá sido proletaria
alguna vez?- no resistirá el empuje de
su propia sangre envenenada. Al fin entraremos
al nuevo siglo como quien resucita y se escapa
de una infecta, sórdida tumba. Haremos,
para nuestros hijos, de esta fosa común
que nos dieron por hogar durante casi medio siglo
nuestros enterradores -disfrazados de redentores-
un jardín exuberante, de lujuriante flora,
de cantora fauna, donde la ortiga del totalitarismo
no hallará espacio para germinar, ni la
traidora serpiente del comunismo hallará
madriguera.
Pucha, no cejes en el empeño de ser mi
voz, de ser mis ojos, mis oídos ante el
mundo, porque como dijera el poeta Walt Whitman
"cada partícula de mi cuerpo es tuya"
y sin ti no me completo, no soy. Abracemos el
amor, abrasemos el odio, más fuerte aún
que hasta ahora. Creceremos.
Tuyo,
Yo
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