ECONOMIA
Panda: un oso que se va de Cuba
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org)
- El consorcio electrónico "Panda",
que hace tres años se estableció
en Cuba con privilegios monopólicos, se
acaba de retirar de la Isla, luego que el gobierno
le canceló el contrato.
Fuentes confiables del ministerio de Comercio
Exterior revelaron que la retirada de la empresa
china ocurrió poco antes de la Feria Internacional
de Comercio de La Habana, celebrada a principios
de noviembre, y fue motivada porque el gobierno
cubano está revendiendo televisores y equipos
de video al gobierno de Hugo Chávez, en
Venezuela, violando el acuerdo inicial con el
consorcio chino Panda.
El acuerdo con Cuba consistía en la venta
de un millón de televisores al módico
precio de 50 dólares la unidad, destinados
a respaldar la creación de un canal de
televisión educativa en la Isla, y abastecer
el sistema escolar con el fin de aliviar la caótica
escasez de profesores en la enseñanza primaria
y secundaria.
El gobierno también destinó una
pequeña parte a la venta a plazos en pesos
cubanos a un sector de la población: obreros
de vanguardia, militares y viejos comunistas jubilados,
con el propósito de mantener una audiencia
para las mesas redondas y tribunas ideológicas.
Pero el régimen cubano, afanoso por buscar
la escurridiza moneda dura, abarrotó las
tiendas que venden sus mercancías en divisas
con televisores "Panda", a un precio
inicial de 400 dólares, aunque luego se
vio obligado a rebajarlos a 250, un precio todavía
muy alto en un país donde el salario medio
apenas llega a 10 dólares mensuales.
Hasta hace cinco años las tiendas "dolarizadas"
estaban abarrotadas con televisores y equipos
de video de las principales marcas (Sony, Samsung,
Panasonic, etc), y de pronto fueron sustituidos
por equipos de la marca sudcoreana LG, que estableció
en el país una eficiente red de atención
post venta. Sin embargo, LG se retiró en
el año 2000, desalentada porque no pudo
cobrar una deuda millonaria del consorcio estatal
COPEXTEL.
COPEXTEL, regenteada por Ramiro Valdés,
quien fue ministro del Interior, asumió
entonces las negociaciones con el consorcio "Panda",
y luego del viaje oficial de Fidel Castro a China
se anunció que la Isla recibiría
un millón de televisores para satisfacer
las demandas de su mercado interno.
También con el fin de abastecer las escuelas,
el gobierno destinó toda la importación
de equipos de video a ellas, al tiempo que desaparecieron
esos artículos de las tiendas y se prohibió
su importación a particulares.
Las mismas fuentes expresaron preocupación
por un posible enfriamiento de las relaciones
de China con Cuba, hasta ahora el principal abastecedor
de arroz a la Isla, a la cual con frecuencia hizo
donaciones del cereal de primera calidad y que
el régimen destinó a la venta en
el mercado paralelo a precios prohibitivos para
la mayoría de la población.
China y Cuba mantenían un comercio bilateral
favorable a la Isla, que contempla la transparencia
de tecnología cubana para la fabricación
en el país asiático de vacunas y
productos biotecnológicos a cambio de arroz,
televisores y algunos productos textiles. Sólo
que ahora el peculiar oso chino está en
peligro de extinción en la Isla. cnet/05
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