SOCIEDAD
El temor de no levantarse el próximo amanecer
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org)
- El caso de María Valdés puede
ser ya conocido, pero no es menos dramático.
Vive y trabaja en un pequeño apartamento
en Galiano entre Neptuno y San Miguel, Centro
Habana. Vive y trabaja, a riesgo de quedar sepultada
por los escombros de su edificio. Inmueble declarado
inhabitable hace más de 25 años.
Duerme con el temor de no levantarse el próximo
amanecer. Eso es, prácticamente, lo esencial
de su realidad cotidiana.
"Esto se está cayendo desde hace
años", afirma, y agrega: "Solamente
lo sostiene la Divina Providencia que nos ampara".
Profundamente católica, María Valdés
confía en la protección del Sagrado
Corazón de Jesús que tiene pegado
en una pared de bagazo hace tiempo, en su salita-consultorio
de podología.
En Centro Habana numerosas personas viven en
inmuebles en pésimas condiciones constructivas.
Según cálculos oficiales, un 80%
de las viviendas de este municipio presentan un
estado constructivo entre regular y malo.
La construcción de viviendas por cooperativas
de particulares e iniciativa propia, contemplada
en la Ley de la Vivienda nunca fue puesta en marcha.
Los materiales de construcción a disposición
de los ciudadanos que necesitan reparar sus viviendas
son muy escasos, sin contar que el cemento se
vende a particular es sólo en dólares.
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