¿Traicionará
Fidel también a Chávez?
Ernesto F. Betancourt. El
Nuevo Herald, nov. 22, 2003.
Fidel Castro tiene una larga historia de sacrificar
gente en aras de sus intereses. Chávez
y sus seguidores pudieran ser su próxima
víctima. Frank País, Huber Matos,
Humberto Sorí Marín, Ernesto Che
Guevara, Salvador Allende, la comandante Ana María
y Cayetano Carpio, Maurice Bishop y el coronel
Tortoló, y finalmente Arnaldo Ochoa y Tony
de la Guardia, todos fueron sacrificados por Fidel
en aras de su ambición de gloria y poder.
Frank País era líder de la clandestinidad
en contra de Batista y fue clave en organizar
el apoyo a la Sierra Maestra. Pero cuestionó
a Castro por su autoritarismo en manejar el Movimiento
26 de Julio. Su muerte, poco después, en
Santiago de Cuba se atribuye a una delación
que todavía no se ha aclarado. El comandante
Huber Matos fue otro que hizo un aporte decisivo
a la victoria contra Batista y, aunque afortunadamente
está vivo, sufrió veinte años
de cárcel y torturas a manos de Fidel.
Chávez y sus seguidores deben leer sus
memorias Cómo llegó la noche.
Humberto Sorí Marín fue comandante
en la Sierra Maestra y después ministro
de Agricultura. Era anticomunista y conspiró
contra Fidel, estando bajo arresto cuando la invasión
de Bahía de Cochinos. Sus hijas adoraban
a Fidel, quien las visitó en esos días,
dando seguridades a ellas y a la mamá de
Sorí Marín de que no le pasaría
nada. Esa misma noche ordenó su fusilamiento.
Ernesto Che Guevara sirvió lealmente a
Fidel en todo lo que le encargó y, cuando
los soviéticos presionaron en su contra,
Fidel lo envió a Bolivia en una misión
sin regreso. Eso se refleja con gran claridad
en las Memorias de un soldado cubano de Daniel
Alarcón Ramírez, Benigno, uno de
los pocos oficiales cubanos sobrevivientes de
esa aventura. Es más, la traición
de que fueron objeto el Che y sus colaboradores
en Bolivia es factor decisivo en la deserción
de Benigno.
Alrededor de Salvador Allende, Fidel creó
cínicamente la leyenda de su asesinato
por los militares. Hoy, hasta su hija ha reconocido
que se suicidó con la ametralladora que
le regaló Fidel. Pero como revelan las
observaciones del coronel Tony de la Guardia,
publicadas en el libro de Norberto Fuentes Narcotráfico
y tareas revolucionarias: el concepto cubano,
Fidel fue a Chile a provocar deliberadamente el
golpe de los militares contra Allende. Fidel no
deseaba que triunfara el socialismo democráticamente,
sino violentamente.
La comandante Ana María, líder
del magisterio salvadoreño, fue asesinada
cruelmente en el cuartel de Managua de las guerrillas
por apoyar la designación, hecha por Fidel,
de Joaquín Villalobos como líder
de las guerrillas salvadoreñas. Cayetano
Carpio, su jefe, también leal seguidor
de Fidel, se oponía a esa designación
y se suicidó cuando supo que sus compañeros
la habían asesinado, según testimonio
del mayor del MININT Florentino Azpillaga en Radio
Martí. Fidel ordenó a Tomás
Borges tapar el incidente. No quería que
se revelara que él dirigía las guerrillas
salvadoreñas a través de Managua.
En Granada, Fidel traicionó a Maurice
Bishop en la pugna con Bernard Coard, según
consta en actas del Movimiento Nueva Joya. Muerto
Bishop, envió al coronel Tortoló
para asegurar la resistencia de los cubanos, hasta
el último hombre, a la intervención
americana. Según Azpillaga, al caerse las
comunicaciones, Fidel redactó la declaración
falsa de que los últimos seis constructores
cubanos habían muerto abrazados a la bandera,
porque ésa era su expectativa, no porque
tuvieran información. Falsedad evidenciada
cuando centenares de obreros cubanos regresaron
sanos y salvos. Por no haber muerto por Fidel,
al coronel Tortoló se le hizo una corte
marcial y se le degradó a soldado raso,
siendo enviado a Angola posteriormente.
Finalmente, posiblemente la mayor traición.
Al coronel Tony de la Guardia y al general Arnaldo
Ochoa Fidel los sacrificó para librarse
de la acusación de tráfico de drogas
que le hacía EEUU. Ileana, hija de De la
Guardia, cuenta que Fidel se entrevistó
con él antes del juicio y le prometió
que no le pasaría nada si lo eximía
de responsabilidad por las drogas. A pesar de
hacerlo, después lo fusiló.
Chávez y sus seguidores creen que Fidel
los apoyará. Pero, ¿estará
Fidel usándolos para forzar a EEUU a reaccionar
contra Cuba? Cuba encara un desastre económico:
el turismo europeo declina y el americano no irá,
y el azúcar se ha desplomado. Fidel puede
estar considerando su opción final apocalíptica.
¿Será Chávez otro sacrificado
en aras de la gloria de Fidel?
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