POLITICA
Una cumbre borrascosa
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org)
- La XIII Cumbre Iberoamericana, celebrada en
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, los días
14 y 15 de noviembre, estuvo precedida por especulaciones
y escepticismos.
La propia sede de la cumbre parecía ensombrecida
por los sangrientos sucesos acaecidos en ese país
recientemente, donde perdieron la vida 80 personas
y se estiman en centenares los heridos. Me refiero
a la brava que dio al traste con el gobierno constitucional
de Gonzalo Sánchez de Lozada y que fue
lidereada por Evo Morales, líder del MAS
(Movimiento al Socialismo) y el líder indigenista
Felipe Quispe, entre otros.
Por supuesto que tales contingencias no pudieron
ser contempladas por los líderes latinoamericanos
hace un año atrás, en la anterior
cumbre celebrada en Bavaro, República Dominicana.
Otra cuestión a tener en cuenta era lo
concerniente al Encuentro Social Alternativo,
anunciado por Evo Morales durante la asamblea
del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales
(CLACSO), celebrado en La Habana a principios
de noviembre. Este cónclave, anunciado
por el líder cocalero boliviano como "encuentro
alternativo" hacía ver, a algunos,
intentos desafiantes.
Era lógico pensar así porque el
líder boliviano ya había declarado
en La Habana consignas guevaristas pasadas de
moda, como establecer en América Latina
varios Viet Nam contra Estados Unidos. No cabe
duda de los propósitos del camarada Morales,
los cuales apuntan hacia la creación de
un gobierno marxista al estilo cubano. Que lo
pueda lograr es algo discutible, pero que ésas
son sus intenciones, no lo dudo.
Mientras tanto, los cubanos no dejaban escapar
la oportunidad para hacer valer, ante la Cumbre,
los justos reclamos de libertad, democracia y
respeto a los derechos humanos.
La Asamblea para Promover la Sociedad Civil y
el Movimiento Todos Unidos, que agrupan a la mayoría
de las organizaciones y entidades independientes,
suscribieron, desde La Habana, un declaración
dirigida a los mandatarios que asistirían
a la Cumbre.
Por su parte, las esposas de una veintena de periodistas
independientes y opositores encarcelados, pidieron
a los mandatarios de América Latina, España
y Portugal que exijan el gobierno castrista la
liberación de 75 cubanos recientemente
condenados a cumplir largas condenas en juicios
amañados y carentes de las mínimas
garantías procesales.
El líder opositor Oswaldo Payá,
figura central del Movimiento Cristiano Liberación
(MCL), pidió, dos días antes de
que se celebrara la cumbre, se permitiera la lectura
ante el plenario de un mensaje en defensa de los
cubanos marginados y víctimas de la represión
totalitaria, para cuya lectura designaba a un
activista del MCL en el exilio.
Pero todas las gestiones de los cubanos defensores
de los derechos humanos para denunciar ante la
cumbre los atropellos cometidos contra sus compatriotas
no pasaron de ser peticionas infructuosas.
La realidad no es novedosa, aunque el reciente
atropello contra nuestros 75 hermanos y el fusilamiento
de los tres jóvenes que intentaron escapar
del país tornen más dramática
la situación.
Desde hace años los cubanos se han dirigido
a estos cónclaves con sus reclamos de justicia.
Pero siempre han sido ignorados en aras de una
"unidad" que raya en la complicidad
con ribetes de indiferencia y cobardía.
Al fin la XIII Cumbre Iberoamericana transcurrió
sin las penas que algunos temían ni las
glorias que nadie esperaba.
Como colofón a esos días de ajetreo
y reuniones, se celebraba la clausura del Encuentro
Social Alternativo, en el que harían uso
de la palabra Hugo Chávez, de Venezuela;
Carlos Lage por el castrismo, y Evo Morales por
los cocaleros bolivianos. Siempre con los mismos
argumentos demagógicos y patrioteros. La
misma cantaleta, el mismo pregón anunciador
de gente buena: la misma cháchara de gente
chévere, que a fuerza de oírla todo
el tiempo durante casi medio siglo, los cubanos
nos la sabemos de memoria. Discurso que podrá
engañar a cualquiera pero no a los cubanos.
Porque si una sola cosa buena hemos sacado de
esta desgracia es el antídoto para no caer
jamás en ella.
Por eso, cuando veo las votaciones en la ONU
me río. Me río del monarca y del
presidente, del ministro y su canciller; del pintor
y el novelista. De América Latina y de
la Comunidad Europea. ¿Acaso no se dan
cuenta de que bloqueo sin embargo no resolverá
el problema? ¿Es que sólo ven el
embargo y no ven el bloqueo? ¿Es que ignoran
que el bloqueo es causa y el embargo consecuencia?
Tal vez muchos lo sepan y hacen como si no lo
supieran. cnet/03
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