POLITICA
¿Cuál embargo?
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org)
- Días atrás fui invitado a participar
en una de las tantas reuniones que realiza el
"Arco Progresista", coalición
que agrupa a una decena de organizaciones de izquierda,
muy utópicas, por cierto. Hay que ver su
plataforma política y lo que proponen para
darse cuenta frente a quiénes estamos.
La reunión se realizó con el objetivo
de dejar plasmada su posición respecto
a la votación efectuada en la Asamblea
General de las Naciones Unidas, donde de manera
casi unánime se votó por el levantamiento
del embargo norteamericano a la Isla, algo para
lo que no tenían necesidad de reunirse,
pues han realizado mil y un comunicados donde
han dejado bien clara su "siniestra"
posición respecto al manido tema.
Como era de esperar, cada uno de los presentes
de forma disciplinada (los años pasados
en las filas de la Unión de Jóvenes
Comunistas y el Partido Comunista de Cuba han
dejado su huella) fueron expresando su conformidad
"uniforme" con el texto, definido por
los "arqueros" mayores como "no
confrontacional"; es decir, puede ser publicado
lo mismo en Granma que en el New York Times.
Cuando todos terminaron sus exposiciones y sus
loas a su declaración (ese rojo mal endémico
de siempre estar empezando algo para nunca terminarlo)
uno, apuntando su arco hacia donde me encontraba
sentado, espetó: "¿Cuál
es tu posición respecto al embargo?"
"¿Cuál embargo?", respondí
pausadamente, tratando de comportarme lo más
diplomáticamente.
Desde que tengo uso de razón estoy oyendo
hablar del embargo, de bloqueo o guerra económica
en mayor o menor grado; es decir, de acuerdo hacia
donde estuvieran soplando los vientos y si las
circunstancias lo requerían. Por ejemplo,
cuando la Unión Soviética subvencionaba
la economía isleña por un monto
de 5 mil millones de dólares, la palabra
embargo era rara vez escuchada en boca de los
miembros de la nomenklatura, a no ser para justificar
el fracaso estrepitoso de algún plan económico.
Después del derrumbe del "socialismo
real" y cerrado abruptamente el grifo de
la subvención, no quedó más
remedio que retomar el viejo pero siempre eficaz
argumento del "feroz enemigo imperialista".
Pero si nos ajustamos a la realidad, ¿de
qué embargo estamos hablando? Cuba puede
comprar en los Estados Unidos todo el alimento
y la medicina que desee (y de hecho lo está
haciendo) siempre y cuando pague en efectivo.
Entonces, ¿cuál es el problema?
¿Que le otorguen líneas de créditos?
¿Que suspendan las restricciones a los
norteamericanos para que puedan viajar libremente
a la Isla? ¿O que el capital financiero
de Wall Street subvencione la depauperada economía
socialista?
Ahora, asumiendo que algo de esto ocurra, como
es el caso de la reciente enmienda aprobada en
la Cámara y el Congreso de los Estados
Unidos con relación a los viajes a Cuba,
¿cuál sería el beneficio
que esto traería a nuestro pueblo, al real,
al de a pie? ¿Acaso no es un ejemplo palpable
el flujo de turistas hacia la Isla año
tras año? Y aún no se percibe la
más mínima mejora en el nivel de
vida de la población. ¿A dónde
van a parar esas ganancias? ¿Qué
hace pensar que con el turismo norteamericano
no sería igual?
Dejemos de engañarnos y de hacerle el
juego al nefasto régimen que nos desgobierna.
El principal obstáculo para nuestro bienestar
es el sistema obsoleto que padecemos por más
de cuatro décadas y no el tan socorrido
embargo, convertido por el régimen y sus
"tontos útiles" de adentro y
de afuera en la principal justificación
de la total ineficiencia de este estanilismo tropical.
Estoy convencido de que levanten o no el embargo,
todo seguirá como hasta ahora, viajando
en "camello" y esperando por lo que
nos toque comprar con la libreta de racionamiento.
Lo demás es soñar despierto. cnet/18
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