Entrevista
con Claudia Márquez Linares
Reunión realizada el: 30/10/2003.
Expositora: Claudia Márquez Linares. CADAL,
Argentina.
Esta entrevista con Claudia Márquez
Linares fue coordinada por el Dr. Fernando Ruiz
en la Reunión del Ciclo de Teleconferencias
desde Cuba realizada el jueves 30 de octubre de
2003 en la sede de CADAL.
CLAUDIA MÁRQUEZ LINARES
Claudia Márquez Linares (25) es directora
de la agencia de prensa independiente Grupo de
Trabajo Decoro y acaba de publicar la tercera
edición de la revista De Cuba. Su esposo,
Osvaldo Alfonso Valdez, fue detenido en la oleada
represiva del 18 de marzo y cumple una prisión
de 20 años.
-Lo que tu haces y lo que hacen todos allí
lo vemos y tratamos de hacer cosas en apoyo de
ustedes así que no es que el mundo no ve,
sino que por lo menos en algunos países
intentamos hacer cosas de ayuda. Te quiero decir
que no están solos, o no están tan
solos.
-Sí, yo creo que el gobierno cubano nunca
se imaginó que habría esta condena
internacional en contra de la ola de represión
de marzo pasado y yo peso que el mínimo
paso represivo que continúe haciendo el
gobierno, siempre va a levantar, y ahora aún
más, la condena internacional.
-¿Cómo está Osvaldo (el
esposo de Claudia que esta preso)?
-Hace aproximadamente un mes tuvo un intento
de suicidio pues casi desde Villa Marista hasta
la fecha se encuentra en tratamiento de psicofármacos.
O sea que la presión psicológica
en el Centro de Instrucción de la Seguridad
del Estado fue muy fuerte y los interrogatorios
eran prácticamente brutales, toda la madrugada
presionando fuertemente allí. Y todavía
no se ha recuperado de esos días de casi
un mes y medio que estuvo en Villa Marista y se
encuentra todavía con tratamiento de psicofármacos
allá en la prisión. Está
muy delgado. Imagínese, la alimentación
es muy precaria. O sea que todos los presos de
conciencia dependen de la comida que le podamos
llevar nosotros los familiares.
-¿Vos cuándo lo has podido ver?
-El pasado 5 de septiembre. La próxima
visita será el 14 de noviembre.
-Dos meses.
-Sí.
-¿Cómo está tu hijo?
-Bueno, mi hijo afortunadamente está bien.
Está ya casi saliendo de la escuela, mi
suegra me lo está cuidando hasta que yo
termine con ustedes, pero bueno, extrañando
mucho a su papá y preguntando cuándo
su padre va a estar de nuevo con nosotros.
-¿Y vos qué le decís?
-Y yo hace ya más de un mes le tuve que
decir la verdad, porque ya habían pasado
casi seis meses y yo no sabía cómo
decirle que su papá estaba preso. Hasta
que me llené de valor y le dije la verdad.
Entonces él lo que me respondió
fue: "hay mami, entonces tu no vayas a hablar
mal de Fidel porque sino tú vas a caer
presa y yo voy a llorar mucho".
-¿Lo vio a Osvaldo hace poco?
-Al niño lo vio por última vez
el 14 de agosto, porque la visita del 5 de septiembre
fue la visita conyugal donde no permiten a nadie
más, sino sólo a la esposa. Pero
al niño él lo ve cada tres meses.
O sea, bajo este régimen de máximo
rigor, durante los primeros tres años de
prisión, la visita a los presos es cada
tres meses.
-Fue muy impresionante la posibilidad de editar
la Revista De Cuba que impulsaste.
-Sí. Lo más importante, creo, es
que la revista está dedicada a todo lo
que pasó en marzo y que el pueblo cubano
no conoce, a pesar de que sólo están
circulando un poco más de 400 ejemplares,
es evidente que esto al régimen le molesta.
O sea, 400 y pico de ejemplares en 11 millones
de cubanos es prácticamente nada. Y es
un mínimo esfuerzo que hacemos y por eso
le molestó y por eso está búsqueda
de ayer por parte de la seguridad del estado contra
mi persona.
-De eso te quería preguntar ¿qué
paso ayer?
-La seguridad del estado después de las
seis de la mañana se apareció en
mi casa, pero yo no había dormido ese día
allí porque había participado en
la noche anterior de la recepción celebrando
la festividad de la Embajada de la República
Checa. No había dormido en mi casa porque
era un poco lejos. Entonces a las seis y media
vinieron aquí a casa de Laura pensando
que yo había dormido aquí y tampoco
estaba. Ellos se quedaron afuera de esta casa
esperando a que yo llegara porque Laura les dijo
que seguramente yo pasaría por aquí.
A las 11 de la mañana cuando yo entro en
la casa, un minuto después llegan estos
dos oficiales de la seguridad del estado y me
enseñan su carnet. Entonces me dicen que
yo tenía que acompañarlos. Mi respuesta
a ellos fue que por favor me mostraran una orden
de arresto o una citación oficial, o sea
que solamente por mostrar el carnet yo no tenía
que acompañarlos. Cuando les preguntaba
a qué lugar me llevaban, me decían
que no, que era para una conversación,
pero no me decían el lugar. O sea que yo
me iba a montar en un auto con dos oficiales de
la seguridad pero no sabía a dónde
me llevaban. Estuvimos casi media hora discutiendo.
Yo pidiéndoles una orden legal y ellos
diciendo que no, que me estuviera lista para ir,
que eso no hacía falta, que yo tenía
que acompañarlos porque si no era desacato
y podía ser condenada a cuatro años
por desacato a la autoridad.
Bueno, al fin estaban otras esposas aquí,
la esposa de Raúl Rivero, Blanca Reyes,
y ellas me dijeron que me fuera con ellos, que
al final ellos tenían el poder y tenía
que obedecerlos. Bueno, me fui a un auto con ellos
y me llevaron a la sección 21 de la seguridad
del estado, ubicada en la localidad de Marianao.
Allí me esperaba en su oficina el oficial
Aramís, el que dice llamarse así,
encargado de reprimir en Cuba a la prensa independiente.
Yo casi siempre, cuando estoy en medio de un interrogatorio,
asumo una actitud como que no hablo mucho porque
pienso que no vale la pena, pienso que esa persona
está sentada frente a ese buró,
que tiene que responder a un sistema represivo
y que si tiene una orden de llevarme presa no
le van a interesar mis criterios. Además
yo sé que mis criterios al gobierno no
le gustan. Yo simplemente le expuse que estaba
conciente de que estaba violando la ley 88 pero
"considero que la ley 88 - le dije - es una
ley ilegítima porque está contra
el derecho natural" y que estaba conciente,
sobre todo de marzo hasta la fecha, de que la
estaba violando. Entonces él me dijo que
ya mi esposo había sido condenado por 18
años y me preguntó muy cínicamente
que si yo quería a mi hijo. O sea una clara
amenaza de que yo iba a ir a prisión. Y
me dijo que no me iba a permitir que yo sacara
otro número de la Revista De Cuba. Esto
lo repetía muy seguido.
-¿Te pareció que ellos marcaban
el hecho de la edición de la revista como
el desencadenante de tu detención?
-Sí, me repetían que no me iban
a permitir que saque otro número de la
Revista De Cuba. "Ya tu esposo ha sido condenado
a 18 años, y no son tres días, son
18 años". Afortunadamente yo vivo
con la fe y la esperanza, y eso es lo que me anima
a seguir trabajando, de que este gobierno no dure
mucho tiempo más.
-La internacional socialista acaba de discutir
una resolución donde piden que se libere
a los disidentes en Cuba.
-Sí, eso me ha llenado de alegría,
ya que vemos que de la propia ala de la izquierda
se denuncian estos encarcelamientos arbitrarios
por parte de la policía política
cubana. Pensamos que esto es un signo positivo
y que también la izquierda ha tomado conciencia
de que en Cuba existe represión, de que
nosotros somos reprimidos por el solo hecho de
expresar nuestras ideas contrarias a las líneas
del partido comunista y creo que es justo que
la Internacional Socialista se pronuncie. Creo
que es una muestra mínima de justicia con
personas que estoy convencida que son inocentes
y siempre voy a estar dispuesta a defenderlos,
no solamente a mi esposo sino a todo el resto
que ha sido condenado.
-Claudia, las embajadas latinoamericanas ¿vos
sentís que ahora están más
abiertas a reconocer y recibir en las recepciones
y mantener diálogos con los disidentes?
-Sí, algunos son más reticentes,
pero poquito a poco he visto que se acercan. Cuando
estamos en las recepciones se acercan a las esposas,
o sea que existe esa preocupación por la
situación de los prisioneros porque saben
de las condiciones infrahumanas que hay en las
cárceles cubanas. Poquito a poco van dando
ese paso y pienso que con el tiempo asumirán
una mayor protagonismo en lo que es levantar su
voz contra la injusticia dentro de Cuba.
-¿Qué embajadas latinoamericanas
sentís que se están poniendo más
solidarias?
-Pienso que Chile aunque sea nos escucha ¿no?
Bueno, Argentina, pasó esto de que el Canciller
no nos quiso recibir, pero pienso hacer una visita
en estos días y les contaré, luego.
-¿Vas a hacer una visita a la embajada
argentina?
-Sí.
-El principal columnista político argentino
escribió hace unos días que el canciller
Bielsa ordenó al embajador argentino en
Cuba que reciba a los disidentes y a sus familiares.
-Sí, lo pude leer en La Nación.
Estamos dispuestos a visitarlo y a demostrarle
todas nuestras preocupaciones acerca de las detenciones
que ocurrieron en marzo pasado. Le vamos a hacer
la visita y vamos a ver cómo resulta. Gracias
a Dios que aunque sea esto ocurrió.
-Claudia, ¿los fines de semana siguen
haciendo las marchas en la Iglesia Santa Rita?
-Sí, afortunadamente todos los domingos
entre 15 y 25 esposas y madres, hijos, hermanos
de los prisioneros estamos allí en la misa
de Santa Rita, y algunas no caminan porque es
lógico que exista miedo aquí dentro
de Cuba. Pero por ejemplo el domingo pasado unas
15 caminaron por 5ta. Avenida, en silencio. Siempre
se hacen esas caminatas por dos cuadras en silencio
en señal de protesta. Y en las esquinas
están mirándonos muy fijamente los
oficiales de la seguridad del estado encargados
de amenazar a las esposas para que no realicen
estas caminatas pacíficas.
-¿Qué hacen el resto de los que
miran esa caminata pacífica?
-Es muy emocionante, porque por ejemplo pasan
autos por ahí y la gente se detiene y nos
hacen una señal de la V de Victoria y nos
sentimos emocionadas porque eso es una muestra
de solidaridad del mismo pueblo, porque es un
pueblo no habituado a caminar en protesta contra
el gobierno porque aquí eso no se permite.
Entonces como nos ven a todas, que somos mujeres
vestidas de blanco y llamamos mucho la atención,
nos ponemos siempre algo negro en el cuello, las
personas pasan y nos saludan. Nos hacen la señal
de victoria y eso también es una señal
para la seguridad del estado que está allí
presente de que la gente no nos rechaza a pesar
de que ellos quisieran que fuera así.
-¿Qué piensas que tendría
que pasar, no sé si alguna debilidad del
gobierno o apoyo de otros países, para
que más y más gente que seguramente
no le gusta para nada lo que hace el gobierno
cubano pueda poco a poco expresarse, sumarse a
lo que ustedes hacen?
-Yo pienso que a pesar de la condena internacional
el gobierno cubano no tiene ningún ánimo
de apertura democrática. O sea que el sólo
hecho de que esta revista de pocos ejemplares
haya salido y ya el gobierno me amenace a veinte
años, es como si al gobierno no le interesara
la condena internacional. Y eso es algo muy negativo
porque al final el que sufre es el pueblo cubano.
El gobierno está sumiendo la isla en el
aislamiento, o sea, siempre la Unión Europea
pide que exista una apertura democrática
y también otros países latinoamericanos,
pero el gobierno se muestra muy soberbio siempre
bajo el argumento de que somos mercenarios a sueldo
del imperialismo. Entonces, lo esencial aquí
no es tanto que los gobiernos del mundo quieran
que en Cuba haya libertad. Lo principal es que
el gobierno cubano no quiera hacer una apertura
y da una muestra de soberbia que no escucha a
nadie. Eso es lo más preocupante porque
a medida que pasen los años, el líder
de la revolución cubana es muy mayor ya,
o sea, pienso que también en la cúpula
del poder existe miedo al cambio y tengo el temor
que exista una mayor represión contra los
disidentes y periodistas independientes dentro
de la isla.
-Las últimas señales que ha dado
la comunidad internacional, como por ejemplo lo
más reciente de la Internacional Socialista
en el pronunciamiento en contra de las detenciones,
¿no ha modificado en nada, no ha habido
ninguna señal desde el oficialismo, desde
el gobierno en cuanto a que esto ha tenido algún
efecto?
-No, no, porque mientras ayer yo era entrevistada,
vamos a decir, por la seguridad del estado, ya
Abel Escobar Ramírez, un periodista independiente
de Ciego de Ávila fue detenido y está
en la sección de la seguridad del estado
en Ciego de Ávila y podría ser encausado.
Al delegado de la Sociedad de Periodistas Manuel
Márquez Sterling, que yo presido en estos
momentos, también de Ciego de Ávila,
la seguridad del estado fue a su casa y le confiscó
unos cuatrocientos libros. O sea, parece que la
seguridad ha seguido reprimiendo a la gente y
no les interesa para nada el futuro de nuestro
país y mucho menos de nosotros, los que
disentimos.
-¿Tu hijo está en edad escolar?
¿Recibe algún tipo de discriminación
por parte de la institución educativa en
la que se encuentra?
-Hasta el momento la maestra se ha mostrado un
poco tolerante, pero lo más difícil
es el adoctrinamiento que reciben los niños
cubanos en las escuelas. Porque por ejemplo, mi
hijo, como tarea le dicen que envíe una
carta a los llamados cinco héroes prisioneros
del imperio. O sea siempre el adoctrinamiento
está presente, sobre todo en la edad primaria.
Entonces yo que no creo que sean héroes
tengo que aceptar la educación que le da
el gobierno cubano a mi hijo porque no tengo otra
escuela a donde llevarlo, o sea que tengo que
aceptar el adoctrinamiento que él recibe
allí.
-Pero por el hecho de que su padre esté
preso por situación ya conocida, ¿él
recibe a parte algún tipo de maltrato?
-No, hasta el momento, no. Aunque sí he
notado que la maestra no lo escoge para ninguna
actividad política, porque casi todos los
días se realizan actos políticos
en las escuelas. Y entonces el niño pregunta,
porque él tiene seis años y los
demás sí participan y a él
nunca lo escogen. Y eso es una señal de
que ideológicamente no es un niño
aceptado y paulatinamente a medida que vaya creciendo,
va a ser mucho más.
-¿Qué está haciendo ahora
la Sociedad Márquez Sterling?
-Una de las cosas que le molestó a la
seguridad del estado es que les dijeron que yo
estaba reorganizando a la prensa independiente,
que estaba reorganizada la sociedad y bueno, el
mensaje principal de la dirigencia de la Sociedad
de periodistas es que los periodistas independientes
sigan escribiendo. Que lo más importante
es seguir transmitiendo sobre la realidad que
se vive en Cuba y eso en estos momentos es lo
fundamental.
-Te aseguro que está teniendo repercusión.
Tu detención ayer (miércoles 30)
salió por los cables de las principales
agencias internacionales.
-Sí, todo parece indicar que sí.
-Así que cada movimiento que hace el régimen
pareciera que tiene un costo cada vez mayor.
-Sí, para mí esta oleada represiva
de marzo pasado ha sido un alto costo político
para el gobierno cubano. El rechazo ha sido sobre
todo también de gente de izquierda, gente
que simpatizaba con esa imagen idílica
de la revolución cubana y que al final
han despertado y han dicho "cómo es
posible que Raúl Rivero, por el solo hecho
de escribir una crónica con esa ironía,
con esa sagacidad que le caracteriza, cómo
es posible que Raúl Rivero haya sido condenado
a veinte años". O sea que son cosas
que solamente vasta leer una crónica de
él para darnos cuenta que es un hombre
que ama a su país y que quisiera lo mejor
para su pueblo.
-¿Cómo es la vida de los disidentes
y de los periodistas independientes en el interior
del país, pensando que en La Habana que
tal vez están las delegaciones extranjeras
y la mayoría de los corresponsales extranjeros
también?
-Sí, yo he visitado hace poco varias provincias
del país y me he dado cuenta de que por
ejemplo esposas, disidentes en general, se sienten
un poco desprotegidos y eso ocurre mucho porque
por lo menos aquí en la capital tenemos
cerca de las agencias de prensa acreditadas, están
las embajadas o sea que nosotros nos podemos mover
más fácilmente. O sea, también
vemos la situación económica que
tienen que no pueden viajar mucho a la capital
porque está muy difícil el transporte
y se gasta mucho dinero en venir acá y
también la alimentación. Efectivamente
en las provincias la gente está mucho más
desprotegida e incluso la seguridad del estado
es mucho más agresiva que aquí en
La Habana.
-¿Pueden vislumbrar alguna señal
de debilidad dentro del régimen que pueda
darles expectativas de un cambio en determinado
plazo?
-En estos momentos no. Veo la situación
un poco cerrada. Cuando vemos la televisión
cubana sigue ese lenguaje duro, ese lenguaje,
como yo decía, ese lenguaje soberbio, ese
lenguaje que para nada permite el diálogo.
Pienso que van a venir tiempos muy difíciles
para nosotros y ahí están las cárceles
llenas, así que pienso que seguirá
la represión.
-En relación al apoyo que tienen de los
exiliados en Estados Unidos o de otros países,
¿tienen alguna esperanza puesta en eso?
-Afortunadamente en estos meses no ha faltado
el apoyo moral. Eso es importantísimo,
sobre todo de parte de la Unión Europea.
No ha faltado de Estados Unidos y de América
Latina... Eso para nosotros, es un mensaje también
para el gobierno, es un mensaje que le dice al
gobierno cubano, "por favor haga una apertura
porque no pueden seguir maltratando a estas personas
por el sólo hecho de disentir". O
sea hay una gran contradicción con las
aspiraciones que tenía Fidel Castro en
el año 59 de crear una sociedad justa,
una sociedad muy democrática y de momento
cuando miramos a nuestro alrededor todo tiene
que ser lo que dice el partido comunista. O sea
que hay una gran contradicción entre las
aspiraciones que tenía Fidel Castro a inicios
de la revolución y con la realidad que
vivimos personas como yo que no sabemos lo que
es vivir en libertad. Yo tengo 26 años
y me he visto encerrada en mi propio país.
Yo en cualquier nación civilizada sería
una ciudadana común, no tendría
que estar con tanta zozobra de si voy a ir a prisión,
pero en Cuba no, por el sólo hecho de escribir,
como dijera Raúl Rivero "escribir
sin mandato", escribir lo que yo pienso de
la sociedad, ya soy una persona perseguida.
-¿Qué impacto ha tenido en la disidencia
y especialmente en los familiares de los detenidos
la presentación de nuevas firmas del Proyecto
Varela por parte de Oswaldo Payá?
-Eso ha sido tremendo. Es un mensaje muy claro
a la propia disidencia, al pueblo cubano, y sobre
todo al gobierno de que a pesar de que hay más
de 40 gestores del Proyecto Varela en prisión,
la gente quiere seguir firmando. Es un mensaje
muy claro de que el pueblo cubano quiere cambios.
Ayer en medio del interrogatorio, uno de los dos
oficiales de la seguridad del estado me decía
que no les importara ni que fueran un millón
de firmas. Entonces yo les respondí, "para
mí el número no es tanto, sino lo
importante que yo veo en todo esto, en la entrega
de firmas del Proyecto Varela - le dije al de
seguridad del estado - es que aunque sea que firmen
diez cubanos es un acto para mí heroico".
Usted sabe lo que es dar nombre, carnet de identidad,
y dirección particular porque sabe que
al dar estos datos la seguridad del estado ya
lo tiene a usted completamente controlado. Para
mí, diez cubanos que solamente firmen el
Proyecto Varela es un acto heroico y entonces
eso es digno de alabanzas y sobre todo para esas
personas, gestores del Proyecto Varela en todo
el país que han hecho esta labor que les
digo que no es nada fácil. No es nada fácil
juntar esas firmas sobre todo bajo este clima
de represión y tantas firmas que hay incautadas.
-Vos no fuiste a la Facultad de Periodismo, pero
me da la impresión de que cuando venga
el cambio vas a ser la decana de la facultad de
Periodismo de La Habana.
-Hay Dios mío. Bueno ayer la seguridad
del estado me proponía, porque ellos siempre
hacen muchas promesas, me decían "pero
tú puedes en estos momentos ingresar en
la universidad a estudiar periodismo porque tú
no eres periodista". O sea, eso me lo repetían
mucho, parece que para que yo me sintiera un poco
humillada, vamos a decir así. Entonces
yo les decía "no, no muchas gracias,
yo prefiero estudiar en la universidad internacional
de la Florida, donde me enseñan a ejercer
el periodismo libre". Los periodistas oficiales
en Cuba están obligados a responder a las
líneas del partido comunista y de verdad
que ese periodismo no me interesa.
-Ahora, pensá que en marzo de este año
el régimen hizo una represión tremenda
contra el periodismo independiente y contra la
organización del Proyecto Varela y han
pasado seis meses de marzo y el periodismo independiente
está más vivo que nunca y el Proyecto
Varela ha renovado las firmas. Así que
esto el régimen no lo va a decir pero demuestra
cierta impotencia.
-Claro, claro. Yo pienso que ya contra la sociedad
civil independiente el gobierno cubano no puede.
Yo sé que aunque yo vaya a prisión
otros periodistas van a seguir escribiendo. Tendrían
que llenar las cárceles con miles y miles
de disidentes porque ahí están,
ahí está la gente trabajando, ahí
está la gente abogando por la apertura
democrática, ahí está la
gente pidiendo cambios en Cuba, firmando el Proyecto
Varela. Contra eso pienso que la policía
política ya no puede.
-Te queremos mandar un beso enorme para Osvaldo,
para tu hijo, para todos los que están
ahí, para las mujeres, la esposa de Ricardo,
de Raúl, la de Omar Ruiz, la de Mario Mayo...
¿Mario sigue en huelga de hambre no?
-Sí, sí, allí todos los
periodistas y los disidentes, en total son siete
u ocho.
-Desgraciadamente mucho no podemos hacer, hacemos
lo que podemos para apoyarlos y darles visibilidad
para que el mundo conozca la voz de los disidentes,
pero son ustedes los que están construyendo
la nueva democracia cubana.
-Sí, sí, nos sentimos con una responsabilidad,
aunque vemos que la cárcel ha sido el fin
de estos 75, pero eso nos da fuerzas para seguir
defendiendo los valores y los derechos en los
que creemos y pensamos que no estamos en el camino
errado. Al contrario, estamos en el camino de
la verdad, el amor y la libertad y contra eso
ninguna policía política del mundo
puede.
-Lo que le podrías preguntar a Aramís
es qué va a hacer él cuando llegue
la transición a la democracia y no que
él te diga que tu tienes que entrar a la
Facultad de Periodismo.
-Él utilizó una imagen durante
el interrogatorio que a mí me pareció
muy chocante. Dice "Vendrán los cambios
en Cuba y yo te veré a ti, Claudia, vestida
de camuflaje con un fusil en la mano y seguramente
tú me vas a fusilar". Entonces yo
me quedé tan impresionada por aquella imagen
que dije "este hombre lo que tiene en la
mente es lo sangriento, la violencia". Para
mí eso fue algo muy brutal porque sé
que lo que tiene esa persona en su mente es solamente
la violencia, ¿no? Y yo para nada sería
capaz de, aunque él piense diferente a
mí, de utilizar la violencia o de matarlo.
Al contrario, le daría mi mano y le diría,
"no, ya somos libres, sigue tú con
tu pensamiento que yo gracias a Dios continúo
con el mío".
-Claudia te mandamos un beso enorme para vos
y para todos.
-Muchas gracias a ustedes, gracias a todos.
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