POLITICA
Victorias
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org)
- Si los dirigentes políticos de las naciones
extranjeras supieran por lo que tienen que pasar
los cubanos cada vez que ellos apoyan en algún
foro internacional una resolución o moción
favorable al régimen de La Habana, lo pensarían
dos veces antes de votar.
Literalmente nos aplastan de propaganda política,
y un aluvión de frases rimbombantes, escritas
o pronunciadas a viva voz, inunda todos los espacios.
Así sucedió después de que
el pasado martes, en la sede de las Naciones Unidas
se votó muy holgadamente a favor de que
el embargo estadounidense al gobierno de Castro
fuera levantado.
Aquí ha habido un interminable desfile
verbal de la "victoria". Subyacente
o bien visible en la superficie, entre líneas
o a toda línea, la votación se ha
presentado no como un voto contra el embargo,
sino como un apoyo al comunismo y a Castro.
Cuando las votaciones se efectúan en Ginebra
y se condena al gobierno de Cuba por violador
de los derechos humanos, o simplemente se le hacen
sugerencias para que mejore su historia sobre
esos derechos, inmediatamente se pasa a ofender
a los líderes políticos de los países
que votaron a favor de que se respeten los derechos
humanos. En el mejor de los casos, los órganos
de prensa gubernamentales dicen que se dejaron
presionar por los Estados Unidos. Pero como en
definitiva no es conveniente destacar mucho lo
que ocurre casi siempre en Ginebra, cesa, más
o menos rápido, ese caudal de verborrea
oficialista.
Pero cuando el régimen obtiene una "victoria"
se olvida de por lo menos tratar de explicar por
qué Estados Unidos puede "presionar
o chantajear" a muchos de los países
que cada año están representados
en Ginebra, y no puede hacer nada contra los que
están representados en Nueva York, en la
sede de las Naciones Unidas.
En estos momentos el triunfalismo oficialista
es tan grande que nos lo dan por paletadas. No
quieren dar la oportunidad, ni por un momento,
de que se piense que se puede estar a favor de
que el embargo -el gobierno lo denomina bloqueo
y así nos han dicho que lo nombraron todas
las personas que en la ONU se han referido a él,
incluido el propio secretario general- sea levantado
y al mismo tiempo desear que en nuestro país
haya democracia.
Pero lo interesante de todo esto es que el embargo
sigue ahí, y parece que va a seguir existiendo
hasta que en Cuba, precisamente, haya democracia.
La posibilidad de que Washington, Lincoln, Franklin
y los demás próceres estadounidenses,
cuya imagen está en el dólar vengan
en grandes cantidades a ayudar a un gobierno que
se ha caracterizado, entre otras cosas feas, por
la ineficiencia y la represión, sin que
se ponga en práctica el valor universal
de la libertad y la democracia, parece que no
está visible aunque el oficialismo todo,
en Cuba, hable de una histórica victoria.
cnet/13
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