Castro
sigue con su política de expansión socialista
tras la Guerra Fría
El
Universal. Raquel Seijas. Caracas, domingo
02 de noviembre, 2003.
Obreros, técnicos, ingenieros
y médicos antillanos se convierten en fuerza
encubierta de resistencia o de espionaje cuando
el "imperialismo" y los "ejércitos
de opresión" ponen a la causa socialista
en aprietos. Eso se deduce de casos como el de
Granada, donde una misión de obreros batalló
al lado de las tropas de liberación contra
comandos de EEUU. En otras oportunidades a estos
"infiltrados" del régimen se
les ha acusado de espiar bajo las órdenes
del comandante.
La Constitución Cubana tiene sus peculiaridades.
Una de ellas se halla en el artículo 12,
que "reconoce la legitimidad de las luchas
por la liberación nacional, así
como la resistencia armada a la agresión,
y considera su deber internacionalista solidarizarse
con el agredido y con los pueblos que combaten
por su liberación y autodeterminación".
Esta particularidad hace de la Carta Magna antillana
un instrumento para "solidarizarse"
con la lucha armada pro socialista en el exterior.
Más concretamente, el Partido Comunista
de Cuba ha alegado la "subordinación
de las posiciones cubanas a las necesidades internacionales
de la lucha por el socialismo y la liberación
nacional de los pueblos" como justificación
para incursiones legendarias en el Congo, Etiopía,
Vietnam, Bolivia, Argelia y Nicaragua, entre otros.
Modus operandi
Las incursiones militares cubanas en el exterior
no sólo han constado de tropas profesionales.
En las filas se cuentan maestros, ingenieros y
médicos que de alguno u otro modo siempre
pasan a formar parte de los combatientes de estas
luchas armadas contra la "opresión
imperialista".
Este método caribeño vino directamente
de la Unión Soviética, cuya cúpula
dejó en manos de su fiel aliado Fidel Castro
la expansión socialista en Africa y América
Latina. No era para menos: la Antilla, a apenas
180 kilómetros del Estado de Florida, era
el recordatorio constante para EEUU de la "amenaza
comunista" durante la Guerra Fría.
En principio el encargado de dirigir estas operaciones
era el mítico Ernesto "Ché"
Guevara, quien pretendía repetir la experiencia
de los guerrilleros cubanos en la Sierra Maestra.
Sin embargo, la realidad demostró que los
pequeños grupos de milicianos no eran la
alternativa para exportar la revolución
socialista. Esta estrategia murió con el
Ché en Bolivia, en el año 1967.
A partir de allí, Castro se concentró
en enviar "equipos multidisciplinarios",
una suerte de "mercenarios revolucionarios",
a las naciones arrastradas por guerras civiles
o conflictos fronterizos, o simplemente para tantear
el terreno. El objetivo siempre claro era el de
apoyar a las milicias y movimientos políticos
comunistas o detectar a los potenciales "revolucionarios".
Pero para esas misiones el personal debía
(y debe) responder a una condición: el
compromiso con la revolución. Y eso es
precisamente lo que se detecta y se "trabaja"
en escuelas y universidades.
Según las tesis de analistas que han estudiado
el caso de las infiltraciones cubanas, los grupos
de profesionales cubanos que son asignados a estas
misiones en el exterior son rotados con el fin
de evitar "malos pensamientos" (deserción)
y para mantener siempre una fuerza de resistencia
disponible, lo que habla de una preparación
militar además de la que corresponde al
oficio o profesión que desempeñan.
Uno de los casos más emblemáticos
es el de Granada.
Capítulo caribeño
Las tropas de Granada que resistían la
invasión de las fuerzas norteamericanas
recibieron una inesperada (o más bien esperada)
ayuda.
Técnicos y obreros cubanos que trabajaban
en la construcción del aeropuerto de Point
Salines devinieron en soldados que reforzaron
al Ejército granadino.
Eso fue en la madrugada del 25 octubre de 1983.
Hasta ese día nadie conocía a esta
pequeña isla del Caribe de apenas 340 km2.
El foco de la acción declarada por el presidente
Ronald Reagan eran precisamente esos "técnicos
y obreros" cubanos que decían estar
colaborando con la construcción de un aeródromo
para fortalecer el turismo de la isla, que recién
había obtenido su independencia en 1974.
Los granadinos habían erigido un estado
socialista con una estrecha colaboración
de Castro. El premier Maurice Bishop ("Maurice
el Rojo"), marxista convencido, había
sido sido asesinado el 19 de octubre de 1983 por
una facción rival "contrarrevolucionaria"
dentro de su propio partido, el Movimiento Nueva
Joya.
El magnicidio desencadena una revuelta popular
que pone en peligro, según la administración
Reagan, a cerca de un millar de estudiantes de
medicina norteamericanos que estaban en la isla,
por lo que ordena una invasión.
El temor por los compatriotas estaba acompañado
por la desconfianza de Washington por el objetivo
último de este aeropuerto. Según
los "halcones" de la Casa Blanca, el
aeródromo serviría para transportar
tropas y armas desde Cuba hacia Africa.
Durante la ofensiva, que se prolongó hasta
diciembre de ese año debido a la resistencia
de los granadinos y sus amigos cubanos, Washington
"recomendó" a los asesores soviéticos
presentes en la isla que se marcharan.
Más allá de las armas
Chile
La "colaboración" de Fidel Castro
con Salvador Allende se evidencia cuando en julio
de 1973 el mandatario cubano le anuncia a su homólogo
chileno la llegada de dos "asesores"
que se informarán sobre "los peligros
que obstaculizan y amenazan el proceso".
Nicaragua
En este país, Cuba no sólo apoyó
con armas a la Revolución Sandinista, también
envió "trabajadores" para construir
centrales azucareras y maestros para alfabetizar
y adoctrinar al campesinado nicaragüense,
según denunció la guerrilla contra.
Angola
Entre 1975 y 1985, La Habana envió 50
mil soldados cubanos que combatían para
sostener al Gobierno pro soviético. Las
tropas fueron retiradas en los noventa. Todavía
existe una presencia de cooperantes y médicos
cubanos en este país africano.
Guatemala
Durante la guerra civil (1960-1996), la guerrilla
recibió asesoría de La Habana. Debido
al huracán Mitch (1998), Cuba envió
médicos que tres años después
continuaban en el país. Los galenos fueron
protestados por sus colegas guatemaltecos.
Colombia
Recientemente se dijo que en la zona neutral
(20002003) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (FARC) había 500 médicos
cubanos. Nunca se aclaró si en realidad
estaban en esa zona y de estarlo qué hacían.
Labor en El Salvador
Consejos
La guerra civil en El Salvador (1980-1992) dejó
al menos 75 mil muertos, 8 mil desaparecidos y
medio millón de desplazados. Al comienzo
de la lucha insurgente (1979) fue el propio Fidel
Castro quien aconsejó a las diversas facciones
guerrilleras unir esfuerzos para alcanzar la victoria.
Cuando se unieron en el Frente Farabundo Martí
para la Liberación Nacional (FMLN), La
Habana les proveyó de planes, entrenadores,
dinero y armas provenientes directamente de la
Unión Soviética.
Espionaje
Aún hoy, al FMLN, ahora partido político,
se le señala como receptor del asesoramiento
de Castro. En julio de este año, apareció
la acusación de que los entrenadores cubanos
enviados a El Salvador, aparte de cumplir con
la actividad deportiva, realizaban trabajos de
espionaje para La Habana, una denuncia grave durante
esta época electoral. El candidato del
FMLN para las presidenciales de marzo de 2004,
Schafick Handal, incluso nunca ha ocultado sus
simpatías por la revolución cubana
y por Castro.
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