SOCIEDAD
Un
Olimpo de paciencia
LA HABANA, junio
(www.cubanet.org).- Si la paciencia es la virtud
del que sufre con resignación; la calma
y la tranquilidad en espera de las cosas, y es
además la perseverancia y el sosiego sin
ira, entonces, definitivamente, los cubanos vivimos
postrados en el banco de la paciencia.
De la morbosa paciencia
que nos embriaga, surgieron las edulcoradas frases
"cógelo suave" y "sin lucha".
Con ellas justificamos el tiempo que despilfarramos
esperando un ómnibus en una parada, haciendo
largas colas para alimentarnos, aguardando por
las informaciones que el gobierno nos oculta,
deseando que concluyan los prolongados discursos
del Comandante en Jefe. O cumpliendo una desproporcionada
condena en prisión, cuando se nos acaba
la paciencia.
Todos, individual
y comunitariamente debemos rendir obediente culto
a la paciencia frente a su altar divino: el Estado.
Tenemos institucionalizado un ambiente de pereza
absoluta. Perdimos, casi por completo, la noción
y el valor del tiempo. Nos da igual si es miércoles
o domingo, o si es de día o de noche. Se
nos volatilizó la iniciativa y la autoestima
inerte está en las fauces del sistema.
Si MADRE SABIDURÍA
se le llama a la paciencia en otros confines humanos,
en nuestro restringido entorno social simboliza
la perfecta imagen de la simulación de
los deseos y la sumisión al poder.
¡Estamos condenados
a la proscripción! ¿Quién
desea un poco de nuestra paciencia? cnet/07
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