SOCIEDAD
La noticia y el rumor en Cuba
Claudia Márquez Linares
LA HABANA, diciembre (www.cubanet.org) - Mi profesora
de periodismo, la puertorriqueña Ruth Merino,
siempre repetía que los rumores no son
noticia. Su afirmación me obligó
a ignorar el chismero diario del cubano, su capacidad
para exagerarlo todo, su inteligencia para percibir
en las notas oficiales que algo anda mal.
Pero durante el mes de diciembre el rumor en
Cuba ha llegado a su máxima expresión.
No había municipio habanero que yo visitara
y no se estuviera hablando de lo mismo. La edición
del día 4 de diciembre del periódico
Granma, se rumoraba, había publicado un
rostro distinto del presidente cubano. En su lugar
sobresalía un bigote negro y el peinado
tan liso y al costado daban la imagen, muy clara,
de Hitler.
La Vox Populi es poderosa en Cuba. Tienta a los
periodistas y nos da la idea de cómo van
las cosas. A pesar de los consejos de mi profesora,
tan sabios como siempre, el cosquilleo de la curiosidad
me estaba matando. Imaginen qué sufrimiento
para un periodista que todo el mundo en la calle
esté hablando de algo y no lo podamos verificar.
Esa es la gran limitación de nosotros los
independientes. No existimos para el gobierno,
sólo en el caso de que nos vayan a condenar
a 20 años.
El periodista y poeta Manuel Vázquez Portal,
condenado en abril pasado a 18 años por
escribir como le dictaba su conciencia, lo manifestó
en su crónica Despacho de Esquina. Cuando
Ud. ve a un grupo de cubanos parados, ya sea en
el quicio de la acera o en la esquina de la calle,
comentando sobre algún suceso y sacando
sus propias conclusiones entonces percibimos lo
real de un Despacho de Esquina. Sí el cubano
anda comentando algo es porque ocurrió
al menos una parte de la versión de lo
que está narrando. Es la sed de información
lo que nos obliga a seguir un rumor como un hombre
a su primera prometida.
El rumor en Cuba es como una epidemia. A pesar
de que ni la radio ni la televisión ni
la prensa escrita aplacan los rumores disidentes
(son los que con mayor facilidad se expanden)
todo lo que indique problemas en la nomenclatura,
corrupción del Estado, represión,
etc. constituye un motivo de interés para
el cubano acostumbrado a recibir, a través
de los unánimes medios de difusión,
que Cuba es el paraíso en la tierra y que
somos el pueblo más feliz del mundo.
Cuando Laura Pollán, esposa del periodista
Héctor Maseda, condenado a 20 años,
lo visitó hace tres días en la Prisión
Provincial de Santa Clara una sorpresa invadió
su rostro. Al llevarle la prensa nacional, la
única que pueden leer los prisioneros en
Cuba, notó que el oficial revisaba una
y otra vez los periódicos Granma que llevaba
para su esposo. Ella con la ironía en el
rostro le dijo: "No pierda, su tiempo, que
ahí no está lo que busca".
Otra militar preguntó: "¿Y
qué buscas?" El oficial respondió:
"Es que dicen que en La Habana salió
en el Granma una foto de un fascista". Laura
se reía por dentro. Se sintió orgullosa
de que ella ha sido una de las pocas cubanas que
logró recibir la prensa del día
4. Según los rumores, la mayoría
de los ejemplares fueron retenidos y sólo
salieron unos pocos que circularon en la capital.
El oficial santaclareño se quedó
con las ganas de ver la realización del
Gran Rumor que por lo visto alcanzó otras
provincias del país.
La gente anda escaneando ese ejemplar del Granma
e imprimiéndolo clandestinamente para que
la gente lo vea. Si no fuera por los rumores,
amigo lector, ¿qué sería
de los cubanos?
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