SOCIEDAD
Infierno
en la Isla
NUEVA GERONA, agosto (www.cubanet.org) - El municipio
especial cubano Isla de la Juventud, con una población
estimada en 80 mil habitantes, ha devenido un
verdadero infierno.
Durante su primer viaje a Isla de Pinos luego
de tomar el poder, el 8 de junio de 1959, Fidel
Castro visitó las fincas privadas confiscadas,
el hotel Colony, las playas y Cayo Largo del Sur.
El recorrido culminó horas después,
cuando los pineros acudieron a un acto político
frente al ayuntamiento municipal de Nueva Gerona,
en áreas del céntrico parque General
Lacret. Castro dio a conocer en aquella ocasión
las 11 tareas fundamentales que se iban a poner
en práctica desde ese momento para la rehabilitación
económica, política y social del
territorio.
Aquel día, el gobernante que lleva ya
44 años en el poder dijo: "Porque
yo vine primeramente a estudiar la situación
concreta de Isla de Pinos, y después que
yo pudiera observarla sobre el terreno, venir
y hablarle al pueblo. Después que ya tenemos
los planes que vamos a realizar de acuerdo con
ustedes, Isla de Pinos tiene cuatro grandes posibilidades.
La primera de todas es turística; la segunda,
la gandería; la tercera, los cultivos,
y la última, otra necesidad, es la industrialización
de Isla de Pinos".
En aquel discurso que muchos creyeron en aquel
momento, el hoy anciano de 77 años sometió
a votación pública sus intenciones
de eliminar la zona franca, logrando su propósito.
Al abandonar Castro el aeropuerto de Nueva Gerona
con destino a La Habana, los pineros no imaginaron
que al cabo de más de cuatro décadas
el ultramarino municipio se iba a convertir en
algo desolador, no sólo en lo que respecta
a la situación política, sino también
en lo social y económico.
Una pésima producción agrícola,
decreciente ganadería, pobre desarrollo
industrial han llevado a la economía local
a una crisis insalvable, que se manifiesta en
una gran escasez de alimentos y productos básicos,
así como el alza de los precios, por lo
que la vida de los residentes en Isla de la Juventud
se ha vuelto miserable.
La transportación terrestre y marítima
del municipio se ha tornado crítica. Por
otro lado, se han incrementado las medidas de
vigilancia con el envío desde la capital
de la república de efectivos policiales
adiestrados para enfrentar disturbios populares.
El Departamento de Seguridad del Estado de Nueva
Gerona persigue diariamente y maltrata a los activistas
pacíficos y a los periodistas independientes,
defensores de los derechos humanos.
Las promesas de Fidel Castro de cambiar la imagen
de Isla de Pinos han resultado en un empeoramiento
de la región, la cual se ha convertido
en un verdadero infierno, donde la vida de los
residentes es insoportable. cnet/08
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