Carta
al presidente Bush
Varios. El
Nuevo Herald, agosto 12, 2003.
Honorable George W. Bush
Presidente de Estados Unidos
La Casa Blanca
Washington, DC 20500
Estimado presidente Bush:
Es con gran orgullo por su dedicado servicio
a nuestra nación que le enviamos nuestro
más cordial saludo desde el sur de la Florida.
Nuestros constantes pensamientos y oraciones están
con usted mientras continúa de forma tan
valiente proporcionándole a nuestro país
una mano poderosa y firme durante una época
difícil en los asuntos mundiales.
Aprovechamos esta oportunidad para escribirle
a la luz de los recientes acontecimientos relacionados
con la política de Estados Unidos hacia
Cuba. Como usted sabe, la comunidad cubanoamericana
ha sido uno de los más, si no el más,
leal electorado en la historia del Partido Republicano.
Las elecciones de símbolos republicanos
como los ex presidentes Reagan y Bush demostraron
esa lealtad cuando los cubanoamericanos votaron
en más de un noventa por ciento por sus
candidaturas. No es una equivocación y
tampoco una coincidencia que tres de los cuatro
miembros hispanos republicanos en el Congreso
de Estados Unidos sean cubanoamericanos.
Dada su lealtad al Partido Republicano, estamos
obligados a compartir con usted una creciente
y alarmante preocupación existente en la
comunidad cubanoamericana en relación con
la actual política hacia Cuba de la administración
Bush.
La comunidad cubanoamericana aprecia en gran
medida su constante compromiso para mantener las
sanciones de Estados Unidos contra el régimen
de Castro hasta que todos los prisioneros políticos
sean liberados en Cuba, la libertad de expresión
y asociación sea establecida, y se programen
elecciones internacionalmente supervisadas. Sin
embargo, hay una gran desilusión e indignación
por la falta de una agenda política integral
que refleje su compromiso con un asunto tan serio
como la libertad del pueblo cubano.
Los miembros cubanoamericanos del Congreso han
hecho recomendaciones específicas a la
administración. Esas recomendaciones incluyen:
1. La inmediata revisión del Acuerdo Migratorio
Clinton-Castro de 1994.
2. Encausamiento de Fidel Castro por el asesinato
de tres ciudadanos estadounidenses y un residente
legal de Estados Unidos el 24 de febrero de 1996.
3. Garantizar que TV Martí sea vista por
el pueblo cubano.
4. Incrementar la ayuda financiera y técnica
al movimiento de oposición democrático
de Cuba.
Nosotros sinceramente apoyamos esas recomendaciones.
Consideramos que es nuestra responsabilidad como
funcionarios republicanos electos informarle que
a menos que ocurran rápidamente progresos
sustanciales en los temas antes mencionados, tememos
que el apoyo histórico y profundo de los
votantes cubanoamericanos a los candidatos federales
republicanos, entre ellos usted, se verá
en peligro.
El próximo mes nuestros congresistas cubanoamericanos
se enfrentarán a otra seria batalla en
el Congreso para evitar el debilitamiento del
embargo estadounidense sobre la dictadura de Cuba.
Específicamente, se espera que el congresista
republicano Jeff Flake renueve su esfuerzo para
abrir masivamente el turismo estadounidense hacia
la dictadura cubana. Usted se ha opuesto firmemente
en el pasado a cualquier debilitamiento del embargo.
Es absolutamente crítico que manifieste
de nuevo, tan pronto como sea posible, que usted
nunca permitirá ningún debilitamiento
del embargo mientras sea presidente.
Además, nuestra comunidad se opone firmemente
al Acuerdo Migratorio Clinton-Castro de 1994,
por el cual los refugiados cubanos interceptados
en el mar son devueltos a Cuba. En el otoño
del 2000, como candidato a la presidencia, usted
se comprometió en una carta dirigida al
congresista Lincoln Díaz-Balart que, como
presidente, llevaría a cabo una exhaustiva
revisión de todas las medidas ejecutivas
de Clinton en relación con Cuba, entre
ellas el Acuerdo Migratorio. La comunidad sigue
esperando por la prometida revisión. Es
importante para su administración darse
cuenta de que siempre habrá amenazas de
inmigración masiva desde Cuba así
como otras graves amenazas contra la seguridad
nacional de Estados Unidos mientras el régimen
de Castro esté en el poder.
Por consiguiente, la solución fundamental
a cualquier posible crisis migratoria es la liberación
de Cuba. La tragedia cubana debe recibir una atención
prioritaria por parte de su administración.
Nuestros miembros del Congreso necesitan ser constantemente
atendidos y apoyados sobre el tema de Cuba. Las
recientes mal encaminadas y ofensivas negociaciones
entre su administración y la tiranía
de Cuba para sentencias de prisión de 10
años para los refugiados devueltos que
hayan sido interceptados en el mar subraya la
importancia de la coordinación con nuestros
congresistas cubanoamericanos en las cuestiones
relacionadas con Cuba.
Cuba no puede seguir sufriendo. Nuestra comunidad
merece la mayor atención y consideración
en lo que respecta a la libertad y la democracia
para el pueblo cubano. Como manifestamos antes,
sin un progreso inmediato, tangible y sustancial
en los temas señalados en esta carta, no
podremos garantizar que en la elección
del próximo año los cubanoamericanos
les brinden a los candidatos republicanos a cargos
federales los niveles de apoyo sin precedentes
logrados en pasadas elecciones.
Esperamos que este asunto se pueda resolver antes
que el apoyo cubanoamericano a los candidatos
republicanos se afecte más. La justicia
para el pueblo cubano y la lealtad de los cubanoamericanos
al Partido Republicano no merecen menos.
Sinceramente,
Representante Ralph Arza
Representante Gus Barreiro
Representante Gastón Cantens
Representante René García
Representante Marcelo Llorente
Representante Juan-Carlos Planas
Representante Manny Priéguez
Representante David Rivera
Representante Julio Robaina
Representante Marco Rubio
Representante Ken Sorensen
Representante Juan Zapata
Representante John Quiñones
Copia a:
Líder de la Mayoría del Senado
Bill Frist
Presidente de la Cámara Dennis Hastert
Sr. Karl Rove, La Casa Blanca
Presidente Comité Nacional Republicano
Ed Gillespie
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