ECONOMIA
INFORMAL
Testimonio
de un condenado por tráfico de drogas
PRISION DE BONIATO, agosto (José Eduardo
Girón Cabrera / www.cubanet.org) - Bajo
el supuesto manto de guerra a las drogas, el gobernante
cubano, con tal de crear una gran cortina de humo
y así encubrir a los verdaderos narcotraficantes
de la cúpula que lo rodean, ha emprendido
una redada contra toda persona que ha logrado
sobrevivir y obtener algunos bienes incluso como
cuentapropista, en la que el despojo (robo) de
todo artículo y objetos es diverso. Este
operativo se denominó "Operación
Coraza". Nosotros los cubanos no podemos
aspirar a un nivel de vida como un ser humano,
esto está reservado solo a los altos dirigentes
y sus familiares, que constituyen una casta privilegiada.
Sin prueba alguna se me acusa de traficante de
drogas. No existe una sola evidencia que corrobore
el injusto encierro que sufro. Me encuentro detenido
y confinado desde octubre del 2002 en inhóspitas
celdas de máximo rigor y aislamiento humano
en solitario, condenado a 23 años de prisión.
Tamaña injusticia ésta, no existe
un verdadero poder judicial. Los abogados defensores
son sólo objetos y figuras decorativas
en un "proceso judicial".
Hago este testimonio escrito con el objetivo
de que el mundo conozca que en la Cuba de hoy
Fidel Castro nos toma como conejillos de India
y manipula a su antojo a los tribunales. Los juicios
son puras parodias y nos convierten en "chivos
expiatorios" con tal de dar una falsa imagen
de supuesta guerra a las drogas, máxime
cuando el mal carcome sus propios cimientos en
la alta dirigencia. Este acto constituye un verdadero
crimen.
Llevo aislado más de 9 meses sin derecho
a un Habeas Corpus, sometido a un rigor execrable.
Para ser trasladado al puesto médico en
el horario de la tarde-noche, me ponen grilletes
en los pies que me hacen sangrar, padezco de trastornos
cardiovasculares y no poseo tratamiento médico,
la alimentación es pésima, mal elaborada
y poca.
Me encuentro en el llamado régimen "Especial
de Boniatico", sólo especial para
las torturas físicas y psicológicas
a que estoy sometido. La estrecha celda en que
convivo está inundada de plagas de cucarachas,
roedores, mosquitos, moscas, alacranes, hormigas
que tornan la vida insoportable; no puedo conciliar
el sueño y lo peor no existe un oído
receptor y humano que escuche todo este dolor
y contribuya a mitigarlo.
Me pregunto día a día qué
pruebas posee la policía política
para juzgarme por ese delito, pienso -y es real-
que he sido juzgado en tono ejemplarizante basado
en la violación abierta de mis derechos.
Después de tantas injusticias, abierta
y descaradamente han intentado comprar mis principios
a base del chantaje, conociendo plenamente que
soy inocente. Los principales comisores de estas
indignas propuestas basadas en la prepotencia
son el coronel
conocido por "Cambara" y el capitán
Eduardo Regifon, ambos al frente de la citada
operación Coraza.
Estos señores me han planteado la deshonrosa
propuesta de colaborar con ellos a cambio de mi
libertad, que me corresponde por derecho, ya que
soy totalmente inocente, pienso que en el mundo
exista una persona que escuche o lea este testimonio
y sepa valorar la sucia política del régimen
dictatorial de Fidel Castro.
No puedo pasar por alto a siete opositores pacíficos
entre ellos periodistas independientes, apresados
en marzo último como parte de una redada
y que se encuentran a mi lado sufriendo estos
mismos infortunios y son ellos:
Juan Carlos Herrera Acosta.
Manuel Vázquez Portal.
Normando Hernández González.
Edel José García.
Nelson Aguiar Ramírez.
Prospero Agüero Gainza
Antonio Villareal Acosta.
Estos prisioneros de conciencia dan fe de lo
denunciado, ya que en este régimen inhumano
y genocida especial ellos también sufren.
Lo que hasta aquí he escrito deberá
resultar una prueba contundente de que Fidel Castro
es un tirano violador, y con este actuar del régimen
demuestra que en sus tratos es peor que el impuesto
por la metrópoli Española en la
era esclavista, sólo que aquellos antepasados
nuestros esclavos estaban mejor alimentados que
nosotros. Aquí no se puede soñar
con un buen trato o una atención médica.
Ruego a Dios pronto cesen tan inhumanos tratos.
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