Publicado el 1 de mayo de 2002 en
El Nuevo Herald.
Ordenan la deportación de un desertor de la isla
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Un ex gerente de Cubana de Aviación en Canadá que pidió
asilo político en Estados Unidos y está detenido en una cárcel
del estado de Nueva York, recibió en la noche del lunes una carta de
deportación.
''Estoy muy sorprendido con lo sucedido. Me presenté voluntariamente
en la frontera, solicité asilo político y no pensé que me
fuera a pasar esto'', dijo telefónicamente a El Nuevo Herald Leonardo
Haza Martínez desde el Centro de Detención de Buffalo.
En momentos en que hablaba con El Nuevo Herald, un empleado del
establecimiento le entregó a Haza Martínez la carta de deportación.
''De todas maneras creo en la justicia de Estados Unidos'', añadió
Haza Martínez.
El ex gerente de Cubana en Ontario abandonó sus funciones el 3 de
marzo pasado y se presentó en el puesto fronterizo. En las semanas
siguientes fue enviado ante un juez de Inmigración, quien decretó
el 24 de abril que no había lugar para una demanda de asilo.
Ayer, el abogado de Haza Martínez afirmó a El Nuevo Herald que
la deportación no es inminente porque aún no se ha cumplido con la
apelación a la que Haza tiene derecho. Este plazo legal no termina hasta
el próximo 21 de mayo.
''Las deportaciones no son en firme hasta que se hayan agotado todos los
recursos legales que la ley permite'', indicó el letrado, Matthew Kolken.
El abogado explicó que el caso de su cliente se dificultó en
la zona de Nueva York porque allí los jueces de Inmigración suelen
ser poco sensibles a los casos de asilo político, sobre todo a raíz
del 11 de septiembre.
''No se puede aseverar con seguridad que el 11 de septiembre haya tenido una
influencia directa en el desenlace de este caso, que tenía todas las de
ganar, pero lo que sé es que después de esa fecha las autoridades
de Inmigración son mucho más persistentes en el escrutinio de los
casos de asilo político'', explicó Kolken.
Los fiscales de Inmigración ''argumentaron ante el juez que Haza Martínez
tenía una buena vida en Cuba, era un empleado del gobierno con
responsabilidades y no tiene por qué temer a que lo hostiguen'', añadió
el abogado.
De todos modos, el caso no puede ser trasladado hacia el sur de la Florida,
como Haza Martínez sugirió a El Nuevo Herald, porque según
Kolken ya se encuentran en la fase final.
''Una vez que estamos en la apelación, que es lo único que
falta, es muy difícil lograr que se mueva el caso. Además, aquí,
en Buffalo, [los fiscales] son muy reacios a soltar los casos, porque temen dar
la impresión de que estén perdiendo poder'', enfatizó el
abogado.
Haza Martínez no puede acogerse a la Ley de Ajuste Cubano porque no
ha sido admitido legalmente en Estados Unidos. Además, no lo están
deportando a Cuba, sino a Canadá, explicó.
''Tratamos de que fuera admitido, que le dieran un parole, pero el juez lo
negó'', afirmó Kolken.
Por eso, la única alternativa viable que se vislumbra es un parole
humanitario, el cual está gestionando ya la oficina del congresista
Lincoln Díaz-Balart. La situación de Haza Martínez es, en
cierta medida, desesperante. Sólo tiene dos familiares en Estados Unidos
--sus tíos que viven en Miami-- y se le está acabando el dinero.
''Espero tener apoyos y oídos que me escuchen. Donde hay democracia
tiene que haber justicia'', concluyó Kolken.
Carter se reunirá con exiliados antes de ir a Cuba
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
En vísperas de su salida hacia Cuba, el ex presidente Jimmy Carter se
reunirá el jueves con un grupo de exiliados con la idea de intercambiar
impresiones sobre la situación en la isla y el escenario que el ex
mandatario encontrará allí a su llegada.
El jueves, una delegación de la Fundación Nacional Cubano
Americana (FNCA), encabezada por su chairman Jorge Mas Santos, pedirá a
Carter que insista con el gobernante Fidel Castro sobre la necesidad de mejorar
la situación de los derechos humanos en la isla.
''El concepto es que cambiemos la política de sanciones por la
democracia. Ya sabemos que las sanciones no van a desaparecer [por iniciativa de
la administración Bush], y por eso queremos hacerle saber que como
Fundación estamos dispuestos a cambiar la política hacia Cuba si
ellos también hacen algo'', dijo el director ejecutivo de la FNCA, Joe
García.
Además de Mas Santos, participarán en la reunión otros
directores como Clara María del Valle, Francisco ''Pepe'' Hernández,
Domingo Moreira y Omar López Montenegro, la cual se realizará en
las instalaciones del Centro Carter en Atlanta, Georgia.
''Aunque no es la primera vez que nos reunimos con él, en este caso
el encuentro es significativo porque vamos a hacerle un propuesta concreta que
creemos es de sumo interés para el exilio cubano y su relación con
la isla y el futuro democrático cubano'', añadió García
ayer, durante el receso de una reunión de la junta de directores de la
Fundación, organizada para preparar los detalles de la conversación
con el ex presidente.
Carter visitará la isla del 12 al 17 de mayo, en un viaje que él
mismo reconoce que no llevará cambios al gobierno de la isla, pero que
quizás ayude a mejorar las relaciones entre Washington y La Habana, según
un comunicado de su oficina en Atlanta.
Hace dos semanas, Castro anunció en un discurso que el ex presidente
''era bienvenido''. ''Lo he invitado con mucho respeto y le vamos a mostrar
nuestros logros, los logros de nuestro pueblo'', dijo el gobernante.
Carter será el primer ex presidente que visita Cuba. En 1977, durante
su presidencia, mejoró las relaciones al autorizar la visita de
ciudadanos estadounidenses y acordar el establecimiento de secciones de
intereses en las capitales de los dos países.
''No espero que este viaje vaya a cambiar el gobierno [cubano] o sus políticas;
sin embargo, es una oportunidad para explorar temas de interés común
entre nuestros pueblos y de compartir ideas sobre cómo mejorar la relación
entre Estados Unidos y Cuba'', dijo el ex mandatario.
El viaje de Carter no ha sido recibido con unanimidad dentro del exilio
cubano. Precisamente teniendo en cuenta el pasado de contemporizador del ex
mandatario, hay quien teme que la visita pueda traer consecuencias adversas para
los exiliados.
El nuevo orden en América Latina irrita a Fidel Castro
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Latinoamérica ha cambiado y este nuevo orden no le ha caído
nada bien al gobernante cubano Fidel Castro, quien se debate entre el
aislamiento y el acostumbrarse a vivir con una región que cada vez más
mira hacia Washington.
Pero aunque analistas y observadores coinciden en que esta crisis de dos
frentes --México y Uruguay-- ha agudizado el aislamiento de Castro, también
la están interpretando de diversas maneras.
Unos creen que el gobernante de la isla sencillamente tuvo una reacción
airada ante un hecho consumado. Otros piensan que aún cree poder revertir
este estado de cosas.
''A Cuba no le interesa ningún país de América Latina
porque no le puede aportar nada y a todos les debe. La excepción es
Venezuela, que le envía el petróleo que necesita'', afirmó
el director del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos, Jorge Suchlicki.
La deuda exterior cubana excede los $14,000 millones, la mayor parte de la
cual corresponde a países latinoamericanos. ''El interés de Castro
es asociarse con países que le puedan dar respaldo, como China, Irak o Irán,
y que representen los más próximo a una sociedad ideal que él
quiere perpetuar más allá de su muerte. Castro no quiere una
sociedad civil como existe en América Latina'', amplió Suchlicki.
''Esta reacción [de Castro] responde más a un nuevo tipo de
alineamiento en Latinoamérica, que a Castro no le gusta, y tuvo su máxima
expresión en Ginebra y Monterrey'', declaró el analista Max
Castro, del Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami.
En su opinión, en los últimos años en Latinoamérica
ha surgido un consenso de ver el futuro político de la isla a través
del reconocimiento de ciertos sectores del exilio cubano y el desprendimiento de
ciertas liturgias del pasado.
Después de todo, ''la resolución latinoamericana, aunque no
fue condenatoria, fue celebrada en Miami. Eso es un nuevo ordenamiento'', añadió.
El presidente del Parlamento peruano dijo recientemente a un grupo de
periodistas en Lima, que los latinoamericanos sufren de una especie de complejo
en cuanto a Cuba comunista.
Según Carlos Ferrero, se critica la falta de democracia en Angola o
en países asiáticos, pero cada vez que se habla de la isla se
obvia el problema con el argumento de que Cuba sufre un embargo económico
y que algún día sus gobernantes se portarán mejor.
''Esa actitud de mirar al costado lleva casi 50 años, y ya es
demasiado. Es hora de que hablemos con claridad: Cuba no es un régimen
democrático'', recalcó el parlamentario.
Aunque para Philip Peters, del liberal Lexington Institute en Washington,
D.C., "los cubanos estaban dispuestos a vivir con Monterrey, pero no con
las acciones mexicanas en Ginebra. Fox le había dicho a Castro que no iba
a votar la resolución''.
Durante y después de la visita de Fox a Cuba, a principio de febrero,
el canciller mexicano, Jorge Castañeda, sostuvo que México no
alteraría su postura en Ginebra. En años anteriores, los gobiernos
mexicanos siempre se habían abstenido a la hora de condenar la violación
de los derechos humanos en la isla.
El comentario de Ferrero salió a relucir a raíz del último
enfrentamiento entre Cuba y los países latinoamericanos, que en la Comisión
de Derechos Humanos de la ONU exigieron el envío de un relator especial a
la isla, lo cual constituyó una virtual derrota para el gobierno de La
Habana.
La resolución iba a ser presentada inicialmente por Perú, pero
a última hora Uruguay dio el paso al frente y, a partir de ese momento,
para Castro el presidente Jorge Battle pasó a ser un ''trasnochado y
abyecto Judas''; y más aún después de que decidió
devolver el insulto al cortar las relaciones diplomáticas con la isla.
Pero Battle no se encuentra solo en la galería de adversarios
ilustres del castrismo. También está Castañeda, a quien la
isla acusa de ser el poder real detrás del trono del presidente Vicente
Fox.
''Es increíble como ese señor manipula a Fox'', afirmó
Castro al día siguiente de desencadenar la peor crisis política
entre los dos países --que se aprestan a conmemorar el centenario de sus
relaciones diplomáticas-- al revelar una grabación telefónica
de una conversación con Fox.
La jefa de la Sección de Intereses de EU elogia la labor de los
opositores
Carmen Pedroso y Julio Cesar Galvez. Carta de Cuba.
Vicki Huddleston, jefa de la Sección de Intereses de Estados Unidos
en La Habana, afirmó en la capital cubana que la creación de la
sociedad civil es un hecho importante para el futuro de la isla. ''Se observa un
paso ascendente de la sociedad civil'', afirmó la diplomática
norteamericana.
''Aunque no hay mucho espacio para crecer, hay un serio trabajo realizado
por los economistas, los bibliotecarios y los periodistas independientes. Hay
muchas más posibilidades en estos momentos, pero hay un largo camino por
recorrer'', agregó Huddleston.
Vicki Huddleston fue acusada recientemente por el gobierno cubano de
promover la disidencia interna.
''Nosotros no tratamos de promover la oposición en Cuba. Ese es un
problema de los cubanos. Son los cubanos los que tienen que decidir los cambios
y el destino de su país'', señaló.
Según los especialistas de la actualidad política cubana, el
trabajo de la diplomática se ha caracterizado por comunicarse con todos
los estratos de la sociedad cubana. En infinitas ocasiones visitó las
ciudades y zonas más remotas de la isla.
''La población del interior del país tiene más
necesidades --de toda índole-- que la de la capital. Lo que necesita el
pueblo cubano es el libre acceso a una información libre, adecuada y
verdadera. No sé por qué razón el régimen de la isla
ataca a la Sección de Intereses en estos momentos por unos radios portátiles
que entregamos a la población hace nueve meses. Son radios comunes y
corrientes, donde uno puede escuchar cualquier cosa, lo mismo una emisora
cubana, que de España o de Rusia'', advirtió Huddleston.
Sobre la reciente sanción a Cuba en Ginebra, Huddleston señaló:
"Hay que destacar que esa resolución es auténticamente
latinoamericana. Se hizo sin la participación de los Estados Unidos.
Muchos activistas de Derechos Humanos dentro de la isla han manifestado sentirse
más seguros con esta resolución, que la presentada en años
anteriores''.
Tras el azote del huracán Michelle a la isla, el gobierno cubano
compró a los Estados Unidos alimentos, pagados al contado, por valor de
$72 millones.
''El Congreso de Estados Unidos aprobó hace más de un año
la ley que permite la venta de estos alimentos y medicamentos para la nación
cubana. Si el gobierno de Cuba quiere seguir comprando puede comprar, de acuerdo
con la ley de los Estados Unidos'', enfatizó Huddleston.
"Durante un recorrido por la isla he visto los problemas de la población.
Sólo espero que estos alimentos que hemos vendido lleguen a los estómagos
de los necesitados''.
Al referirse a la represión oficial contra la prensa independiente
--en estos momentos hay más de cuatro periodistas independientes sujetos
a juicio-- la diplomática indicó: ''Ustedes son los que están
trabajando día a día para decir la verdad de lo que ocurre dentro
de Cuba, por lograr una sociedad civil más justa y democrática.
Exponen sus opiniones, sus derechos a la libre expresión a costa de
esfuerzos y sacrificios. Sufren encarcelamientos y represión. Esto les
hace la vida más difícil. Realmente es una labor que merece ser
reconocida'', afirmó Vicki Huddleston a Carta de Cuba.
Casi al término de su misión en la isla, Vicki Huddleston, se
siente optimista sobre el futuro de la sociedad cubana.
''El pueblo cubano debe seguir luchando por alcanzar sus derechos, no sólo
para la generación actual, sino para la venidera, para poder expresar sus
ideas libremente, tener acceso a la información libre, a la internet, al
derecho a entrar y salir del país sin restricciones, a invertir su dinero
en sus propios negocios, a ser parte de la comunidad en que viven. Por una vida
más plena. Por un futuro mejor'', señaló la funcionaria
estadounidense más atacada por el gobierno de Castro en los últimos
30 años.
Powell defiende la negación de visa a funcionario cubano
Nestor Ikeda / Ap. Washington
El secretario de Estado, Colin Powell, declaró ayer que su oficina
canceló la visa para una visita a Estados Unidos del jefe de una agencia
de compras de alimentos de Cuba debido a que sus actividades en un ingreso
previo no estuvieron ''en armonía'' con las condiciones que se le impuso.
El protagonista es Pedro Alvarez Borrego, presidente de la empresa Alimport.
"La visa nunca debió haber sido emitida --señaló
Powell--. Las actividades del señor Alvarez la última vez que
estuvo aquí, según lo creemos, no estuvieron en armonía con
los términos de su visa y la política de los Estados Unidos''.
Powell formuló la afirmación ante el Comité de
Asignaciones Presupuestarias del Senado, del cual es miembro prominente el
senador demócrata de Dakota del Norte, Byron L. Dorgan, un fervoroso
defensor de aliviar el embargo a Cuba.
Dorgan pidió al Departamento de Estado la semana pasada una
investigación del caso, afirmando que se trataba de ''una política
torpe'' que negó a agricultores estadounidenses la posibilidad de vender
granos a Cuba por unos $70 millones en momentos en que los precios estaban
deprimidos.
Powell declaró que su oficina ordenó la eliminación de
la visa luego de habérsela concedido porque la última vez que
Alvarez Borrego estuvo en el país ''se dedicó a buscar influencias
contra la política del gobierno'' de Washington hacia Cuba.
''Si el propósito de su visita era esencialmente buscar influencias
contra la posición del gobierno de los Estados Unidos, fue sobre esa base
que se decidió que la visa no debió haber sido concedida'', amplió
Powell.
Dorgan preguntó si era política del Departamento de Estado no
alentar las ventas de alimentos a Cuba. Powell contestó: "Si lo es,
nadie me lo ha manifestado. Entiendo qué dice la ley. La ley permite esas
ventas''.
Entonces, el legislador volvió a preguntar si el Departamento de
Estado le negaría la visa a otros funcionarios de Alimport, a lo cual
Powell contestó que "tendría que ver de quién se trata
y cuál es la naturaleza y propósito del pedido de visados, por lo
que no puedo contestar categóricamente''.
Powell no fue convocado al comité para hablar del caso de Alvarez,
sino para defender una asignación para el Departamento de Estado, de
$1,800 millones para financiar "actividades de emergencia''. |