Madre de
preso político dirige carta abierta al Papa Juan Pablo II
LA HABANA, 27 de marzo (Reinaldo Cosano Alén / www.cubanet.org)) -
María González Socorro, madre del prisionero político
cubano Ariel Fleitas González, dirigió una misiva al papa Juan
Pablo II, en la cual expone la situación en que se encuentra su hijo y
solicita apoyo para lograr su liberación.
"Hace tres años que mi hijo Ariel fue llevado repentinamente
ante los tribunales y sentenciado injustamente a una medida de seguridad
predelictiva por una supuesta conducta socialmente peligrosa. Este no es el
momento de hablar de aquella injusticia. Ya en prisión él se evadió
y fue sentenciado a un año y cuatro meses por ese delito. Por su
comportamiento recibió la libertad condicional el pasado 28 de septiembre
... incorporándose al trabajo socialmente útil en la agricultura",
señala la carta, que añade que recientemente el Tribunal Municipal
de Ciego de Avila le notificó el término de la libertad
condicional y la extinción total de la causa.
Sin embargo, Fleitas fue encerrado nuevamente porque lo consideran
socialmente peligroso a pesar que al extinguir la condena debía haber
concluido la medida de seguridad.
La señora González expone en su escrito: "Según el
apartado 3 del artículo 77 del Código Penal vigente (el término
de la libertad condicional y la extinción total de la causa) elimina de
plano la medida de seguridad, pues se supone que un ciudadano socialmente
peligroso no recibe la libertad condicional".
En otra parte de la carta, la señora González le explica a
Juan Pablo II: "Lo que sucede es que mi hijo es un activista defensor de
los derechos humanos y reiteradamente ha asumido una actitud de crítica
abierta y pública a las autoridades gubernamentales".
González termina pidiéndole al Papa: "Le ruego interceda
ante el gobierno cubano para que se repare esta ilegalidad e injusticia que se
está cometiendo contra Ariel, quien por demás está
padeciendo serios trastornos y alteraciones síquicas, como secuela de los
más de dos años de encierro bajo las terribles condiciones de la
prisión provincial de Canaleta, en Ciego de Avila".
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