Agentes
policiales se hacen pasar por civiles para agredir a vendedores ambulantes
LA HABANA, 25 de marzo (Reinaldo Cosano Alén / www.cubanet.org) -
Agentes policiales de Candelaria, pueblo ubicado en la provincia cubana Pinar
del Río, se visten de civil para agredir a los vendedores ambulantes de
productos agrícolas o alimentos elaborados por ellos, lo que analistas
independientes denominan operativos encubiertos y relámpagos.
El primero de estos ataques sucedió el 5 de marzo cuando un grupo de
policías vestidos de civil se desmontaron de dos automóviles y una
camioneta con matrícula de turismo y arremetieron contra los vendedores.
Luego de la golpiza, fueron detenidos y llevados a la estación policial
de Candelaria donde a cada uno le impusieron multa de 500 pesos y le ocuparon la
mercancía.
"Los agentes regresaron de igual manera el 12 de marzo, vestidos de
civil, y repentinamente atacaron a golpes a otros vendedores, entre ellos a una
mujer de sesenta años" -denunció Alberto Hernández,
vicepresidente de la Unión de Jóvenes Democráticos de Cuba.
Estas personas venden, para sobrevivir, principalmente alimentos elaborados
con queso, dulces, viandas y hortalizas, pero el gobierno local en vez de
solucionar el problema otorgándoles las licencias correspondientes, les
echa encima la represión de la policía.
Al respecto, William Barreto, secretario general de la Unión de Jóvenes
Democráticos de Cuba, manifestó: "El Estado hace años
que no otorga licencias comerciales, por el contrario, las ha eliminado".
En todos los tiempos, campesinos y vendedores ambulantes acostumbran a poner
sus productos al borde de caminos y carreteras, lo que sirve para paliar las
necesidades de estas pobres gentes a la par que contribuyen a mejorar las
ofertas. En esta época de socialismo, el estado asumió el rol de
alimentar a la población y controló todo el comercio interior,
pero ha sido incapaz de cumplir con este papel. Estas son las verdaderas causas
de la existencia de vendedores fuera de la ley.
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