Otra vez
Ginebra
Claudia Márquez Linares, Grupo Decoro
LA HABANA, 7 de marzo (www.cubanet.org) - El próximo 16 de marzo
comenzará a sesionar la Comisión de Derechos Humanos de las
Naciones Unidas. Una vez más se someterá a la valoración de
las delegaciones de los países miembros de la ONU si el gobierno de Cuba
es o no un violador de los derechos fundamentales de la persona humana.
Resulta evidente que para el gobierno cubano el concepto democracia está
muy lejos de asemejarse al que tiene la mayoría de las naciones del
mundo. En los países donde reina la democracia la gente dice lo que
piensa sin temor a represalias, tiene acceso a información diversa e
incide con su voto en la elección de un nuevo candidato presidencial.
También las personas se reúnen y se organizan de acuerdo a sus
afinidades políticas e ideológicas y gozan de libertad económica
para crear sus propios negocios sin intervención del gobierno de turno.
Exactamente todo lo contrario es lo que ocurre en Cuba.
Lo más preciado que posee un ser humano es la libertad. No existe
gobierno alguno en el mundo que tenga potestad para coartarla. Y en caso de que
esto ocurra, ese gobierno se convierte de inmediato en una tiranía que
con el fin de perpetuarse en el poder transforma a sus ciudadanos en monigotes
serviles e hipócritas.
La posibilidad de escoger la educación de los hijos, de viajar sin
esperar permiso del Estado, de profesar y divulgar una corriente política
determinada que no coincida necesariamente con la oficial, son derechos que
deben regir la vida de los cubanos.
Ya va siendo hora de que las naciones democráticas condenen unánimemente
las precarias condiciones materiales y espirituales en que tienen que sobrevivir
los ciudadanos de la isla.
Incluso si el mundo entero ignorara lo que sucede en Cuba, la realidad se
impone por sí sola. Miles de cubanos han votado por otro gobierno no a
través de las urnas sino con sus pies, al marcharse del país lo
mismo en el tren de aterrizaje de un avión que a bordo de una rústica
balsa de neumáticos, lo mismo da, lo importante es huir del lugar, del
gobierno que sacrificó su libertad con falsos ideales.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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