Comunicado de
la Coordinadora Obrera Cubana por el 8 de marzo
LA HABANA, 8 de marzo (Aída Valdés Santana, Presidenta
Coordinadora Obrera Cubana y CNPP) - La lucha de la mujer por la igualdad de
derechos surgió en la Europa de finales del siglo XVIII. Cuando el
feminismo occidental resurgió en la década de 1960, el movimiento
defendía preferentemente que las experiencias individuales de subordinación
de la mujer no eran incidentes aislados debidos a diferencias particulares de
personalidad, sino la expresión de una opresión política
común.
La mujer cubana demostró su espíritu de rebeldía desde
fechas tan tempranas como las primeras guerras por la independencia de Cuba. Se
lanzó a la manigua tomando el fusil o el machete, quemó su propio
hogar antes de que cayera en manos del enemigo y ofreció lo más
valioso de una madre: sus hijos, para que se incorporaran a la lucha
emancipadora. Nombres como los de Mariana Grajales y Leonor Pérez, entre
otros, han quedado por siempre grabados en la historia de la Patria.
El resultado más significativo de la lucha de nuestras mujeres en la
etapa republicana, quedó plasmado en la Constitución de 1940, en
la que se afianzaban los derechos femeninos. A partir del año 1959, con
la implantación un sistema totalitario en nuestra Patria, el papel de la
mujer cubana ha sido cada vez más importante en la lucha por la libertad,
la democracia y el respeto a los Derechos Humanos. No hemos escapado a los
horrores del presidio político cubano.
Hoy, nuestras mujeres, y en particular las mujeres trabajadoras, sufren una
enorme cantidad de privaciones. Obligadas a vivir en una sociedad
discriminatoria por naturaleza, son ellas las que llevan el mayor peso de las
desgracias que vive nuestro pueblo: La escasez de alimentos y medicinas para sus
hijos, la carencia de la ropa y el calzado más humilde, la falta de lo más
elemental que le permita a una mujer vivir dignamente, es el triste panorama al
cual se enfrentan día a día las cubanas.
En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, llamamos a la
comunidad internacional, a las organizaciones sindicales y de derechos humanos
del mundo, a que refuercen su solidaridad con las Mujeres Cubanas, hasta que
logremos la democracia, la libertad y la paz que tanto ansía nuestro
pueblo.
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