Manía
oficial
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, marzo (www.cubanet.org) - Durante décadas, miles y miles
de cubanos se han enfrentado de alguna forma al régimen comunista o han
manifestado, a veces con actos desesperados, su inconformidad con el sistema político
existente en la isla. Según la visión gubernamental, estas
personas siempre han estado al servicio o se han dejado utilizar por fuerzas en
el exterior que desean hacerle daño a Cuba y a la revolución.
Nunca, ni por casualidad, ninguna de estas personas ha actuado por
iniciativa propia y a tenor de sus convicciones. Ni siquiera, como puede
suceder, una de ellas enloqueció y cometió actos censurables desde
el punto de vista de las ideas marxista-castro-leninistas. Siempre son seres
manipulados por oscuras fuerzas del mal, léase: imperialismo y
contrarrevolución externa.
Este procedimiento más que una estrategia es una estratagema, una manía
oficial.
Lo último en este contexto son los hechos ocurridos el 26 y 27 de
febrero en la embajada de México en La Habana. En esta ocasión se
ha culpado a Radio Martí. De acuerdo con lo manifestado oficialmente en
Cuba, esta radioemisora montó una provocación al repetir en ocho
ocasiones declaraciones del canciller mexicano, quien dijo en Miami que las
puertas de la sede diplomática estaban abiertas para todos los cubanos y
que las relaciones de México son con la República de Cuba, no sólo
con la revolución cubana.
La radio es repetitiva en las informaciones. No puede ser de otra forma
porque de lo contrario pocas personas se enterarían de los
acontecimientos. La inmediatez, que es una parte importante del lenguaje radial,
tiene en su contra que no todos los posibles oyentes están en el mismo
momento escuchando la información. Además, el mensaje es efímero
porque llega a través de éter y esto hace que no puedan ser
captados bien todos los detalles.
La radio no es un periódico en el que se puede leer todas las veces
que sea necesario la noticia de interés. Por lo tanto, la radio tiene que
repetir, sobre todo cuando existe una información que pueda ser de interés
para un vasto público.
Pero además, todos los voceros del régimen de Cuba cada vez
que se han referido a Radio Martí han asegurado que miente, agreguemos a
esto que sus emisiones son permanentemente interferidas de modo electrónico,
¿cómo es posible entonces que cientos de personas se congregaran rápidamente
en los alrededores de la embajada de México para penetrar en ella debido
al mensaje de esa emisora?
Otra actitud que ya es costumbre en el gobierno de Cuba es decir que la
mayoría de las personas que tratan de irse del país sin los trámites
migratorios pertinentes, o que penetran en una embajada, son lumpen y
antisociales.
En el último caso, 13 de los 21 que lograron entrar en la embajada de
México, según la nota oficial emitida al respecto, son
delincuentes. Uno de ellos, incluso, con recientes delitos relacionados con
drogas. Por supuesto, ni una sola palabra se dijo para explicar cómo es
posible que ese ciudadano esté en libertad. Recuérdese que hasta
un Héroe de la República, el General Arnaldo Ochoa, fue fusilado
por actividades relacionadas con drogas.
Pero, ¿de dónde salen tantos delincuentes en Cuba?
No es un secreto que la delincuencia es un reflejo social. Esos delincuentes
todos son jóvenes, es decir nacieron, se formaron y se desarrollaron bajo
la instrucción y el medio ambiente que durante 43 años ha
propiciado el régimen castrista. Son lumpen, delincuentes criados bajo
las ideas socialistas.
Otra cuestión que el gobierno de Cuba ha hecho énfasis en
destacar ha sido la forma violenta en que el grupo entró en la sede
diplomática de México. Esto no tiene por qué extrañar
si se tiene en cuenta que el hecho considerado más trascendental en la
historia de Cuba, que incluso tiene tres días feriados cada año,
es el ataque por Fidel Castro y sus seguidores a dos cuarteles, así como
la toma de un hospital por las armas, en el año 1953.
Pero, ¿puede existir algo que refleje más violencia en la vida
de una nación que el mismo gobierno durante 43 años no pueda ser
cambiado a través de las urnas?
Lo acontecido en la embajada de México no es nada más que un
nuevo episodio dentro de la agitada existencia en que ha sido sumido el pueblo
cubano desde enero de 1959 a la fecha.
Un nuevo episodio, similar a éste, puede ocurrir desdichadamente en
cualquier otro momento. En el pasado ocurrieron varios. Y para esto no tienen
que mediar declaraciones de un funcionario extranjero afirmando que las puertas
de una embajada están abiertas para todo el pueblo, ni que una
radioemisora radicada fuera de las fronteras nacionales repita esa información,
sino que es suficiente con la realidad de que en Cuba hay muchos derechos
conculcados.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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